La recuperación de La Mariscal puede tardar hasta 12 años

Uno de los principales problemas que enfrenta La Mariscal es el vaciamiento poblacional. El 43% de sus inmuebles ubicados en las avenidas Juan León Mera, 10 de Agosto y los alrededores de Plaza Foch registran una baja ocupación residencial. "Hay que recuperar la residencialidad con una reactivación de los inmuebles", dice María José Escudero, de la Secretaría de Territorio. ¿Cómo hacerlo? La funcionaria explica que el plan contempla la exoneración gradual de lo que se conoce como concesión onerosa de derechos. Es decir, el pago que debe hacer una constructora cuando quiere edificar más pisos de los autorizados. "Esta medida se aplicará, sobre todo, en el área de influencia de la avenida 10 de Agosto y de la Versalles", detalla. Además, el plan establece tres tipos de zonas en las que pueden funcionar negocios sin restricciones, en las que están prohibidos y en las que pueden convivir con los residentes. En el primer caso, aparecen las calles aledañas a la Plaza Foch, que históricamente fue un sitio de entretenimento; mientras que en ciertos sectores de La Floresta se mantendrá la prohibición de funcionamiento de cualquier negocio vinculado al ocio. Por ejemplo, en la calle San Ignacio. En el caso de los alrededores de las calles Tamayo o Valladolid, el Municipio entregará licencias para que operen espacios vinculados al arte. "Con esto se respetará la residencial que también es parte fundamental de La Mariscal", señala Escudero.

La recuperación económica de La Mariscal, sobre todo del sector de la Plaza Foch, es una de las prioridades del plan urbanístico. Este objetivo actualmente está bloqueado por una ordenanza municipal que establece:

• Necesidad de preexistencia. La ordenanza establece que un negocio solo puede funcionar en un local en el que haya habido un negocio similar.
• Cercanía con instituciones educativas. Se prohíbe que discotecas, karaokes y bares funcionen a menos de 200 metros de universidades y a menos de 100 metros de escuelas, colegios y hospitales.
• Distanciamiento entre locales de la misma actividad económica. Dos establecimientos de diversión, por ejemplo, no pueden operar a menos de 50 metros.

La inseguridad es uno de los tres principales problemas que afectan a los habitantes de La Mariscal. Datos de la Policía muestran que en este sector se registra, al menos, un delito diario vinculado a robos, venta de drogas e incluso asaltos a entidades bancarias. El Plan Urbanístico de La Mariscal recuerda que el combate a la delincuencia es una tarea que recae en la Policía Nacional. Sin embargo, reconoce que el Municipio debe implementar estrategias que apunten a Reducir los índices delincuenciales. Una de ella es la identificación de zonas prioritarias que deben contar con senderos seguros. "Estamos hablando de las avenidas Veintimilla, Colón, Patria, Luis Cordero y el bulevar de la Amazonas", dice María José Escudero. En las avenidas Ventimilla y Colón, por ejemplo, el Municipio ya empezó con el soterramiento de cables, el cambio de luminarias y el arreglo de aceras. En los próximos meses prevé continuar con las demás avenidas.

La Mariscal es la cuarta parroquia de Quito con el mayor número de bienes patrimoniales. Según el Instituto Metropolitano de Patrimonio, en este barrio hay 188 bienes bajo esa denominación, de los cuales el 98% son de propiedad privada. De ese total se estima que 22 predios están abandonados y en un serio proceso de deterioro. "La idea es recuperar estos espacios. Que todas las personas que pasen por el barrio puedan identificar estos bienes y conocerlos", dice Escudero. Para esto, el Municipio prevé emitir una ordenanza complementaria al Plan Urbanístico de La Mariscal, que permita "liberar los retiros de los bienes patrimoniales porque actualmente esa posibilidad está bloqueada", recuerda la funcionaria. Insiste en que esta liberación impulsará la reactivación de estos espacios.

Otro tema relacionado que preocupa a las autoridades es el estado del espacio público, sobre todo de los espacios verdes. Actualmente, La Mariscal tiene un déficit de estas áreas, pues la mayoría están ocupadas por vías y edificaciones. Y los pocos parques que hay tienen el 50% de sus espacios en mal estado, según el documento. "Es necesario que haya un arbolización del sector. No solo como un elemento ornamental, sino que responda a un tema ambiental y de salud para los moradores", dice María José Escudero.