El miedo ahuyenta a clientes de restaurantes de Quito cuyas ventas han caído 60%
"Por la tarde-noche, la gente no está saliendo a comer fuera; al salir del trabajo la gente se va a sus casas", dicen propietarios de restaurantes en Quito.
Atención a una cliente en el restaurante Batzeq, de la avenida González Suárez, en Quito. Foto del 16 de enero de 2024.
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La inseguridad y el actual estado de excepción han ahuyentado a la clientela de restaurantes y cafeterías en Quito, lo que ha tenido un impacto negativo en las ventas de estos locales.
En el restaurante Batzeq, ubicado en la avenida González Suárez, del centro norte de Quito, la afluencia de clientes comenzó a bajar en las noches, desde hace algunos meses, producto del incremento de la inseguridad en la ciudad.
Si bien tuvieron una recuperación en la última semana de diciembre, con los últimos hechos de violencia que se han vivido en el país y la declaratoria de estado de excepción, la clientela volvió a bajar, cuentan los socios María Fernanda Blanco y Francis Kohn.
Batzep atiende de 9:00 a 21:00. Pero, en la segunda semana de enero no abrió en las noches, tras los hechos ocurridos en el canal TC. El lunes 15 de enero retomaron su horario regular, pero la clientela no ha vuelto.
"En los últimos días, vi pánico en la gente. Pero creo que terminará pasando como en Colombia años atrás, que llegó un momento en que la gente se acostumbró a vivir con mayor precaución", dice kohn.
Los socios de Batzeq calculan que las ventas han caído entre 25% y 30% en enero de 2024.
En una cafetería de la zona, que abre de 7:00 a 20:30, las visitas de clientes también han disminuido, producto de la suspensión de clases presenciales. El local está ubicado junto a un colegio, lo que atrae clientela por las tardes cuando se termina la jornada escolar.
Las clases presenciales se suspendieron en los colegios el martes 9 de enero, luego de que u grupo armado se tomara el canal TC, y se prevén retomar desde el jueves 18 de enero.
Un trabajador de la cafetería comenta que si bien no han sufrido ningún asalto en los últimos meses, sí es común que ocurran saqueos de carros por la zona, a pesar de que la Policía ronda con frecuencia por el sector.
Robos a mano armada
Otros locales del sector de la av. González Suárez no han corrido con la misma suerte. Un establecimiento de la Panificadora Ambato fue robado hace un mes, cerca de las 13:30.
Dos personas que se movilizaban en moto ingresaron con armas al local, robaron lo que había en la caja y a una pareja de clientes, en menos de cinco minutos, contó Mónica Tagua, administradora
Ese día, Tagua se encontraba en el local junto a otros dos empleados. "Ahora, sentimos más miedo de trabajar. Si vemos algo extraño, cerramos la puerta del local", comenta. Sin embargo, Tagua asegura que no ha bajado la clientela por ser una zona residencial.
Por lo general, los locales del sector cuentan con cámaras de seguridad, botón de pánico y apoyo de la guardianía del edificio donde están ubicados. Algunos, incluso, tienen guardias privados.
"Sería importante que la Policía pase más a menudo por acá o que trabaje de manera coordinada con las empresas de seguridad, que ofrecen sus servicios en la zona", dice Francis Kohn, socio de Batzeq.
Caída en ventas
Según estimaciones de la Agremiación de Restaurantes de Pichincha (Agrepi), las ventas en enero han caído entre 50 y 60% por la percepción de inseguridad de la gente y el estado de excepción, con toque de queda, entre las 23:00 y las 5:00.
"Por la tarde-noche, la gente no está saliendo; al salir del trabajo la gente se va a sus casas, incluso han bajado los pedidos a domicilios, por temor a ser asaltados por personas que se hacen pasar por repartidores", comenta Andrés Camacho, vicepresidente de Agrepi.
Camacho aclara que si bien apoyan las medidas que ha tomado el Gobierno por la seguridad del país, al mismo tiempo, esto les afecta, porque es un sector que vive del consumo diario de los clientes.
"Esperemos que eventualmente se focalice el toque de queda a zonas de alto riesgo", dice Camacho. El toque de queda fue declarado en todo el país el 8 de enero de 2024, por 60 días.
El representante gremial recuerda que antes de los acontecimientos de enero, el Centro de Quito tuvo un boom por la apertura del Metro de Quito, lo que hizo que cambiara la percepción de inseguridad sobre el centro de la ciudad.
Pero, con el toque de queda y el refuerzo de medidas de seguridad en la Plaza Grande, la gente prefiere no visitar el Centro, dice Camacho.
Si bien Agrepi no agrupa a bares y discotecas, Camacho cree que ese grupo de locales están en una peor situación. "Prácticamente, no están abriendo, ese sector no aguanta dos meses así, muchos locales podrían quebrar", comenta.
Añade que la aprobación de contratos por horas sería una "gran solución" para el sector turístico en escenarios como el actual.
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