Pérdidas económicas, caos vehicular y quejas por los cortes de luz en Quito
Quito sufrió el 17 de abril de 2024 cortes de luz de cinco horas y media. Eso redundó en un malestar ciudadano casi generalizado, así como en negocios.
Elvis Jerez barre los pisos de la lavadora en la que trabaja, el 17 de abril de 2024.
Jonathan Machado / Primicias
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El ruido y olor a humo que expulsan los generadores de electricidad invade gran parte de las zonas comerciales y residenciales de Quito, donde el miércoles 17 de abril de 2024 se produjeron apagones programados de casi seis horas.
Los cortes de luz que soporta el país desde inicios de abril, y que se agravaron en los últimos días, obligó a negocios y empresas -al menos a los que tienen capacidad de hacerlo- recurran a estos equipos para no interrumpir sus actividades diarias.
Pero no todos tienen esa posibilidad. Tiendas, restaurantes y pequeños locales comerciales registran cuantiosas pérdidas económicas por los apagones que se fueron extendiendo hasta llegar a las cinco horas y media del miércoles.
Ángel Lema es propietario de una tercena ubicada en el barrio Santa Clara, en el centro norte de Quito. Entre las 09:00 y las 11:00 dejó de vender unos USD 400, pues no pudo utilizar las balanzas ni las cortadoras de carne para cumplir con los pedidos de sus clientes.
"Es una situación muy crítica. Dejar de vender más de USD 500 diarios es un golpe durísimo", se queja. Además, explica que la falta de luz puede provocar que los alimentos se dañen. "Hay productos que no aguantan más de cinco horas sin estar congelados", dice.
A pocos metros de ahí, una lavadora de autos permanece vacía. Elvis Jerez, uno de sus trabajadores, relata que hasta las 12:00 no atendió a un solo cliente.
"No se puede hacer nada porque todos los equipos necesitan electricidad. He barrido los pisos tres veces". Agrega que en un día normal de trabajo "ya hubiéramos lavado unos 20 carros".
En otro sector de la ciudad, en la avenida República, las quejas por la decisión del Gobierno de incrementar las horas de los apagones se multiplican.
Andrés Calle trabaja en un bufete de abogados. Dice que los cortes de luz no solo generan problemas a las empresas. "Es una cadena que también incluye a los niños porque no pueden hacer deberes por los apagones".
La tienda en la que todos los días compra agua y dulces también sufre el impacto de los cortes de luz.
"Lo que más dañan se dañan son los helados. Tampoco podemos ofrecer bebidas frías y la gente no llega como en días normales", relata Andrés Estupiñan, su propietario.
Calcula que en un día sin luz pierde hasta USD 70 diarios. "Y al final del mes hay que conseguir USD 800 como sea para pagar el arriendo", dice preocupado entre el ruido de las bocinas de los vehículos atascados en la intersección de las avenidas Diego de Almagro y República.
Caos vehicular por cortes de luz en Quito
El caos vehicular es otra de las consecuencias de los apagones. Por segundo día consecutivo, los semáforos de Quito no funcionaron, ocasionando grandes filas de autos.
Los cerca de 2.000 agentes que pertenecen a la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) parecen insuficientes para agilizar la circulación de los 500.000 vehículos que conforman el parque automotor de la capital.
La situación empeora en intersecciones con alta carga vehicular, pues decenas de conductores quedan atrapados en su intento por llegar a sus destinos.
Un agente, que dirigía el tránsito en el norte de la ciudad y que pidió la reserva de su nombre, reconoció que es "muy complicado que el tráfico fluya cuando no hay semáforos". Dijo, además, que hay conductores que no acatan las órdenes, ocasionando mayor congestión.
La AMT insiste en que los ciudadanos conduzcan con precaución y planifique sus viajes, tomando en cuenta las dificultades que se presentan en la ciudad.
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