10% de agua potable de Quito se desperdicia por conexiones clandestinas y fugas
En Quito existen alrededor de 400 kilómetros de tuberías de agua potable que deben ser reemplazadas por daños o por haber cumplido su vida útil.
Técnicos de la Epmaps identifican una conexión clandestina en mayo de 2024.
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Los problemas de abastecimiento de agua potable que sufren decenas de barrios de Quito se profundizan por la gran cantidad de conexiones clandestinas y fugas que existen en toda la ciudad.
Cifras de la Empresa de Agua Potable (Epmaps) muestran que en los primeros cinco meses de 2024 se encontraron 8.036 fugas, un poco más que 7.978 detectadas en el mismo período de 2023.
Mientras que el número de conexiones clandestinas de agua potable y alcantarillado llegó a 1.434 entre enero y junio de este año, superando a las 1.274 que se identificaron en todo 2023.
Pamela León, jefa de Control de Consumos de la Epmaps, califica como "muy grave" a este problema.
Explica que las conexiones clandestinas y las fugas provocan un desperdicio del 10% del agua potable que produce la ciudad.
Eso también afecta a la provisión del servicio que reciben barrios que ya sufren por la falta de este recurso.
La gerenta de Operaciones de la entidad, María Fernanda Villavicencio, agrega que "estas ilegalidades, no ocurren solamente en los barrios marginales, sino también en los de alto poder adquisitivo".
Una moradora del sector financiero de Quito detalla que en el edificio en el que vivió hasta hace dos meses se encontró una conexión clandestina que funcionó, por al menos, dos años.
"Yo pagaba USD 15 mensuales de agua y cuando se cerró la conexión ilegal, el monto bajó a USD 5"
Villavicencio dice que la multa por realizar una conexión ilegal varía en función de la extensión y ancho de la tubería. Aunque detalla que el valor mínimo es de USD 290.
Con relación a las fugas, asegura que la entidad redujo el tiempo de respuesta de siete a dos días. Sin embargo, usuarios de redes sociales se quejan de que hay fugas que no son atendidas durante meses.
Tuberías viejas
Quito tiene alrededor de 17.000 kilómetros de redes de tuberías para el abastecimiento de agua potable. Un estudio de la Epmaps asegura que 400 kilómetros corresponden a "tuberías viejas o que cumplieron su vida útil".
Según el documento, esas tuberías serían reemplazadas hasta 2034 con una inversión que bordea los USD 10 millones.
"Tenemos que hacerlo poco a poco porque, por ejemplo, no podemos cerrar el Centro Histórico por las pérdidas económicas que se generarían", dice Villavicencio.
Y explica que uno de los problemas que enfrentará la Epmaps tiene que ver con el material con el que fueron fabricadas las tuberías que serán reemplazadas.
"El proceso requiere tiempo porque son de asbesto y cemento, y eso nos obliga a perforar las áreas en las que se encuentran para colocar tuberías de PVC", señala. La Epmaps asegura que sus redes dotan de agua potable al 98% de los habitantes de Quito.
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