Los afroecuatorianos, un voto históricamente relegado
Hay una importante población afroecuatoriana en el barrio Guasmo Sur de Guayaquil.
Carolina Mella /PRIMICIAS
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Las elecciones de 2021 tendrán la papeleta más larga en la historia democrática de Ecuador y, sin embargo, no hay un candidato que represente a la población afro.
Los afrodescendientes representan el 7,2% de la población ecuatoriana, según el censo que realizó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) en 2010, y son considerados como la segunda minoría, por debajo de los montubios (7,39%) y por encima de los indígenas (7,03%).
No hay un dato que recoja cuál ha sido su participación electoral, pero si sólo se toma en cuenta a la provincia de Esmeraldas, que es mayoritariamente afroecuatoriana. Sus habitantes representan el 3% del electorado nacional.
La población afro se ha caracterizado también por su migración a otras provincias, por ejemplo a Pichincha y Guayas.
En Guayaquil viven más de 255 mil afroecuatorianos, que representan el 11% de la población total de la ciudad.
La Isla de Trinitaria es uno de los sectores que concentra la mayor población afroecuatoriana en Guayaquil.
Jimmy Simisterra, un activista cultural que intenta unir a la comunidad a través de la danza folclórica, dice que “la falta de oportunidades laborales, la deserción en la educación y la falta de espacios donde podamos desarrollar nuestros talentos” son los problemas de la población afroecuatoriana de la Isla Trinitaria.
A esta lista, Simisterra le suma la discriminación. "En las escuelas, colegios y universidades, nunca se dicen las cosas buenas que han hecho los afroecuatorianos. Se habla de otros, de los indígenas, de los montubios, pero de los negros no. Ahí empieza el problema”, asegura.
¿Cómo votan los afroecuatorianos?
Si se hace una cartografía electoral, Esmeraldas siempre fue un bastión del Movimiento Popular Democrático (MPD) y además registró apoyos importantes al Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE).
El comunicador esmeraldeño Manuel Gonzáles, que en su oficio periodístico ha cubierto los últimos procesos electorales, mira dos deseos de la población: “Identidad, es decir, que quienes ganen las elecciones no los vean como un número o como los pobrecitos de Esmeraldas; quieren que se identifiquen con sus problemas”.
Y el segundo elemento es la representatividad. “Siempre anhelamos tener un representante negro en los poderes del Estado”, agrega.
Y ese representante negro histórico ha sido Jaime Hurtado, el primer congresista y candidato a la Presidencia negro en el país. Fue asesinado en 1999 y este crimen sigue impune.
Para el analista político César Ulloa, esa representatividad no se consigue porque “no hay una corriente ideológica política, como ocurre en el estado de Chicago, en Estados Unidos, que es la cuna de los líderes que defienden los derechos de la negritud.”
No hay un partido político que se identifique con los afroecuatorianos. Al recordar a Hurtado "tampoco se podría hablar de un proceso de reivindicación negra", explica Ulloa.
“Era un proceso de reivindicación de una ala del partido comunista marxista, representada en el MPD, no es que habían optado por una consigna como la que tienen Leonidas Iza, Jaime Vargas, o como la que en su momento tuvieron los líderes históricos de la Conaie”.
En la actualidad, de los 15 candidatos aprobados por el Consejo Nacional Electoral, ninguno es afroecuatoriano.
“Alianza País tuvo una estrategia de incluir en sus listas a candidatos negros que venían del fútbol. Ahí estuvieron Agustín Delgado, Ulises de la Cruz, Iván Hurtado e incluso hubo un ministro de Cultura, como Antonio Preciado”, recuerda Ulloa.
El día que nombraron a Preciado "fue prácticamente una fiesta en Esmeraldas", cuenta Gonzáles. "Aunque no hizo mucho por nosotros, pero el hecho de que haya sido un representante negro, ya era bastante”.
Y el electorado notó eso. En las últimas elecciones, Esmeraldas y Guayas dieron su voto al candidato de Alianza País, que fue Lenin Moreno.
Las alternativas de voto
La población afroecuatoriana ha sido relegada por décadas. Provincias como Esmeraldas han tenido históricamente una serie de demandas no satisfechas.
Viven precariamente, con poco acceso a servicios básicos y una de las tasas más altas de analfabetismo (9,2%).
Sin un representante negro en la papeleta, ¿por quién votarán?
“En estos casos entra el populismo, se deja a un lado la identidad y nos basta con que se ocupe de las necesidades básicas insatisfechas”, asegura Gonzáles.
En eso coincide Ulloa, quien cree que las poblaciones étnicamente excluidas “han sido compradas desde prácticas asistenciales, clientelares, ya que el populismo ha sido más efectivo en esos casos".
Poco o nada han hablado los candidatos de cómo llegar a poblaciones alejadas y marginales, donde los problemas son diferentes y aún más complejos.
Esmeraldas no sólo requiere de servicios básicos, su población vive en la penumbra y en el silencio de una frontera violenta, que tampoco permite su desarrollo económico.
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