Testigo protegido implica a Director de la Penitenciaría
El ciudadano australiano-israelí que sobrevivió al intento de asesinato, en su versión a la Fiscalía, asegura: "El director de la cárcel dijo que tenía un contrato sobre nuestras cabezas. Que los Bucaram, Abdalá y su hijo Jacobo, quieren nuestras cabezas".
Policías vigilan exteriores de la Penitenciaría de Guayaquil este 11 de agosto. Allí 14 presos han sido asesinados en los últimos días.
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El australiano-israelí Oren Sheinman, que sobrevivió a un atentado en su contra, acusa al Director de la Penitenciaría de Guayaquil, Héctor Reina Vivar, de estar complotado con la familia Bucaram.
También implica a varios guías de ser parte de un complot para matarlo, como lo hicieron con su compañero de celda, el también israelí, Shy Dahan.
Estas declaraciones las hizo ante un fiscal el sábado 8 de agosto, a las 21:20, en el Hospital Abel Gilbert Pontón, adonde fue trasladado. Desde el lunes 10 de julio, Oren Sheinman es testigo protegido de la Fiscalía, por las amenazas en su contra.
En su testimonio da más detalles: “Reina, el director de la cárcel, dijo que tenía un contrato sobre nuestras cabezas. Que los Bucaram, Abdalá y su hijo Jacobo, quieren nuestras cabezas”.
Eso consta en la transcripción de su declaración dada en inglés, su lengua nativa, y revisada íntegramente por PRIMICIAS. Un oficial de la Policía hizo de intérprete.
"Todo el tiempo he recibido amenazas, específicamente de Jacobo Bucaram", cuenta el extranjero, que estaba asilado en el pabellón Consular de la Penitenciaría.
Amenazados de muerte
Oren Sheiman y el israelí Shy Dahan, asesinado el sábado 8 de agosto con una pesa artesanal hecha de hierro y cemento, eran procesados por dos delitos: uso doloso de documento falso y enriquecimiento privado no justificado.
Shy Dahan inicialmente había sido identificado como Oren Tomer. Los extranjeros fueron detenidos en Santa Elena el 2 de junio de 2020.
Cuando los capturaron portaban falsas credenciales de la DEA de Estados Unidos y USD 300.000 en efectivo. Esa cantidad, revelaron, fue producto de una venta de insumos médicos (pruebas Covid-19) a Jacobo Bucaram Pulley, el prófugo hijo mayor del expresidente.
Según las investigaciones, aquella transacción entre los extranjeros y Bucaram Pulley se concretó en la casa de este último, al norte de Guayaquil, en la ciudadela Kennedy.
En su declaración, Sheiman añade:
“Los días 6 y 7 de agosto de 2020, hubo varias llamadas y mensajes de Jacobo Bucaram y Abdalá Bucaram. Dijeron que si hablamos y mostramos evidencias nos van a matar, al igual que a nuestra familia; no importa que vivan en otro mundo”.
WhatsApp de los Bucaram
El hoy testigo protegido asegura que días antes recibieron la visita de un abogado, enviado por el expresidente Abdalá Bucaram. "Él nos escribió un mensaje por WhatsApp, indicando que el abogado Walter Vallejo iría a visitarnos a las 11:00 del lunes 3 de agosto".
"Nosotros nunca pedimos ese abogado, a quien dejaron entrar para hablar con nosotros por autorización del director y el actual encargado de la cárcel".
Oren Sheinman revela, además, que el viernes 7 de agosto el prisionero-jefe del pabellón Consular, conocido como "Chames" Chávez, se le acercó: "Nos advirtió a Shy y a mí: 'Bucaram quiere hablar con ustedes; me dijo que no quiere problemas'. Yo le respondí que no tenía miedo a los Bucaram".
Pocas horas después, la madrugada del sábado 8 de agosto, ocurrió el atentado contra los extranjeros. Los guías de turno no actuaron de inmediato, según el parte policial. Por el hecho, la Fiscalía ha iniciado una indagación previa, para determinar responsabilidades.
Atentado mortal
El sábado 8 de agosto, antes del amanecer, ocurrió el atentado. En su declaración, el australiano-israelí cuenta:
"Estaba dormido. Mucha gente estaba en el lugar. Pusieron cosas en mi rostro: creí que iba a morir. Agarré a un hombre con la mano derecha, lo mandé hacía la pared, sentí otros golpes en la parte delantera y trasera de la cabeza, perdí la conciencia".
El detenido continúa: "No sé en cuánto tiempo me desperté. Allí vi a mi amigo en el piso. Tenía una pesa en la cara, intenté moverlo, pero él no se movió, me arrastré hacía afuera a pedir ayuda, ya que dormíamos en el piso. Un guía llegó y me pateó. Yo tenía sangre y agua en el rostro. Y me seguía pateando".
Pasaron más de tres horas antes que el interno recibiera atención médica. "Pedí ayuda y no me la dieron. Decían que necesitaban instrucciones del Director de la cárcel. No hubo doctores. No podía respirar, estaba vomitando. Llegaron a la enfermería 10 guías. Y el jefe de los guías de apellido Preciado, quien me dijo que esté callado o me iba a morir".
Romo garantiza seguridad
La custodia del extranjero está ahora en manos de la Policía. La Ministra de Gobierno, María Paula Romo, afirmó este martes 11 de agosto que es su responsabilidad cuidar la vida del testigo protegido de la Fiscalía. "Es lo que haremos. La seguridad dentro de la cárcel tiene otros responsables".
Desde el inicio de la crisis carcelaria, Romo siempre ha desmarcado a la Policía de culpas y las ha endilgado directamente al SNAI: el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad y a Adolescentes Infractores.
Pero aún fuera de la cárcel y con custodia policial permanente, el australiano-israelí reitera que las amenazas no cesan. Ya en el hospital, "otro guía se me acercó y me advirtió: 'si hablas, te matan'. Mi vida se da entre amenazas". También ese guía -a quien luego identificó en fotografías ante el fiscal- le exigió revelar el lugar donde guardaban los israelíes los celulares, para borrar toda evidencia del proceso y las llamadas recibidas.
Confesiones del expresidente
El expresidente Bucaram admitió este martes 11 de agosto que habló telefónicamente con los extranjeros. Unas llamadas por las que el Consejo de la Judicatura ha puesto una denuncia en contra del destituido exmandatario.
“Yo le digo tengo influencias, obviamente era una defensa técnica mía porque el chico (Shy Dahan) ya no confiaba. Él me pedía ayuda desesperada. Se quejaba de que solo le pedían que incrimine a los Bucaram. Estos extranjeros son estafadores internacionales, han estafado a medio Quito", reconoció Abdalá Bucaram Ortiz en un rueda de prensa dada en su vivienda, la misma donde se encontraron los insumos médicos: los mismos que compró el IESS y los mismos que vendieron los israelíes.
PRIMICIAS ha contactado desde el sábado a las autoridades de la Penitenciaría para tener su versión. Este martes 11 de agosto informaron que no se pronunciarán mientras dure la indagación de la Fiscalía por la muerte del israelí. Tampoco saben cuántos guías en total o funcionarios de la cárcel están implicados.
SNAI sin respuesta
Desde Quito respondió Edmundo Moncayo, director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI).
Moncayo asegura que el director de la Penitenciaría de Guayaquil tiene descanso médico desde el pasado 15 de julio. “Por un problema de cáncer, tuvo que ser operado en el Hospital Teodoro Maldonado Carbo (del IESS). En este momento está una persona que cumplía ese cargo manera accidental”.
El titular del SNAI no explica cómo se dan los delitos dentro de la cárcel, tampoco cómo los internos ingresan las armas. "Nos hace falta personal. Tratamos de mejorar el tema de infraestructura para que estas acciones ya no se den".
PRIMICIAS informó el pasado 6 de agosto que hay una carencia del 70% de guías penitenciarios en las 48 cárceles del país.
El director subrogante de la Penitenciaría de Guayaquil es Erick Vargas, quien tampoco ha querido hablar del tema. En este centro carcelario se han registrado 14 muertes violentas en las últimas dos semanas.
Todas estas irregularidades motivaron a que el presidente Moreno declare el Estado de Excepción en las 48 cárceles de Ecuador este martes 11 de agosto.
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