El Gobierno de Lasso, ante el dilema de reformar el sistema de inteligencia
Mientras estaba en campaña, el actual presidente Guillermo Lasso ofreció eliminar la Senain. Pero el ministro de Defensa, Fernando Donoso, dice que es imposible pensar en un país sin un sistema de inteligencia.
El presidente Guillermo Lasso junto al vicepresidente Alfredo Borrero, participaron en el Cambio de Mando de autoridades de la Casa Militar del Palacio de Gobierno, el 31 de mayo de 2021.
Presidencia de la República
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Durante la campaña electoral, el presidente Guillermo Lasso propuso la eliminación de todo vestigio de la Senain, es decir el actual Centro de Inteligencia Estratégica (CIES).
Pero en los primeros 15 días de Gobierno no se ha logrado ese objetivo. Más bien han existido acciones encontradas. Tras aceptar la renuncia de Juan De Howitt, el último secretario de Inteligencia, Lasso encargó esa entidad a Ralph Suástegui, secretario de la Presidencia.
Horas después cambió de opinión y le dio esa responsabilidad a Fernando Donoso, ministro de Defensa.
Donoso aseguró que el CIES o la exSenain fueron mal empleados. Ambas entidades se convirtieron en centros dedicados a la persecución, interceptación teléfonos y hasta los secuestros.
Pese a ello, Donoso aclaró que "el Estado jamás puede perder la capacidad de tener inteligencia o la obtención de información para elaborar los planes que se requieren. Nadie puede planificar sin inteligencia".
Por esta razón, el Ministro adelantó que conversará con el Presidente y así encontrar alternativas para reformar el sistema actual de inteligencia.
De la inteligencia uniformada a la civil
Desde 2009, durante el gobierno de Rafael Correa, el Sistema Nacional de Inteligencia (SNI) cambió. El ataque militar en Angostura, ocurrido en marzo de 2008, provocó un cisma en la estructura estatal de esta área y 13 años después no ha logrado recomponerse.
Sin aviso previo a las autoridades ecuatorianas, Colombia desarrolló una operación militar en la zona selvática de Sucumbíos cerca de la frontera norte. Varios guerrilleros fueron abatidos en el lugar.
Correa reclamó las fallas de inteligencia para detectar ese ataque del lado ecuatoriano. Y ese evento provocó una crisis política interna y un problema diplomático con Colombia.
Hasta ese momento, en el país funcionaba un sistema encabezado por la Dirección Nacional de Inteligencia. Esta entidad se conformaba por los sistemas de inteligencia del Ejército, la Fuerza Aérea, la Fuerza Naval y la Policía Nacional.
Luego el 8 de junio de 2009, Correa firmó el decreto ejecutivo 1768. Dispuso que el Sistema Nacional de Inteligencia (SNI) operaría con base en el Plan Nacional de Inteligencia que sería aprobado anualmente por el Presidente.
Y también se ordenó la reorganización de la Dirección Nacional, que de manera temporal actuó adscrita al Ministerio Coordinador de Seguridad.
Además a través de este mismo decreto 1768 se creó la Secretaría Nacional de Inteligencia (Senain), que gozaba de independencia administrativa y financiera. El titular de esa entidad tenía el rango de viceministro y era de designación directa del Presidente.
El primer secretario de inteligencia fue Francisco Jijón. Luego por esa entidad pasaron Homero Arellano, Luis Yépez, Raúl Patiño, Pablo Romero y Rommy Vallejo.
Senain, el centro de inteligencia política
Durante sus años de existencia, la Senain operó de manera reservada. Según los presupuestos del período 2012-2018, esa entidad manejó USD 310 millones.
Por temas de "seguridad nacional", el Gobierno anterior no informó en que se gastó ese dinero.
Por ejemplo, en 2017, según la rendición de cuentas de la Senain, el 84% de los más de USD 50 millones de la asignación presupuestaria se destinó a gastos especiales o reservados.
Esos gastos fueron a "actividades de inteligencia y contrainteligencia para la protección interna, el mantenimiento del orden público y la defensa nacional".
Las polémicas no tardaron en llegar y en 2015, las investigaciones periodísticas revelaron que la Senain contrató a la empresa italiana Hacking Team para realizar operaciones de espionaje político.
Los exlegisladores Andrés Páez y Lourdes Tibán denunciaron una presunta violación del derecho a la privacidad.
Tras la salida de Correa del poder, la justicia condenó a Pablo Romero, extitular de la Senain, por el secuestro del activista Fernando Balda en 2012 en Colombia. Por ese caso también está llamado a juicio el expresidente Correa.
Además, Romero tiene pendiente otro juicio por el llamado caso Caminito. En ese proceso, según un informe de la Contraloría, se juzga el uso inadecuado de los denominados gastos especiales.
La Fiscalía intenta demostrar que la Senain pagó a un grupo de hackers para obtener información de las Fuerzas Armadas, la Corte de Justicia y altos funcionarios de otras entidades.
De la Senain al CIES
Las dudas que generaron la gestión de la Senain y el rompimiento político entre los expresidentes Lenín Moreno y Rafael Correa hicieron que, en marzo de 2018, Moreno elimine la Senain.
En su lugar, Moreno creó el Centro de Inteligencia Estratégica (CIES). Jorge Costa, Mario Brito, Ricardo Luque y Juan De Howitt estuvieron al frente de esa entidad en el Gobierno anterior.
Pero el CIES no ha tenido resultados de éxito. Durante el gobierno de Moreno, el país vivió su peor crisis de seguridad fronteriza. Un cuartel policial en San Lorenzo recibió un ataque terrorista.
Además, cuatro marinos, tres periodistas y dos civiles fueron asesinados en medio de esa crisis fronteriza. Ninguno de los hechos fue anunciado o prevenido por la inteligencia nacional.
Tampoco el CIES reaccionó en las violentas manifestaciones de octubre de 2019 que terminaron con 11 fallecimientos.
Y las denuncias de espionaje político no pararon, pues otras revelaciones periodísticas revelaron un sistema para seguir los movimientos de políticos opositores al régimen de Moreno. Entre 2018 y 2020, el CIES manejó un presupuesto de USD 101,1 millones.
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