"Hemos pasado un momento un poco crítico", dice el embajador ruso, Vladimir Sprinchan
El embajador de Rusia habló sobre el cambio en las relaciones con Ecuador durante los gobiernos de Guillermo Lasso y Daniel Noboa. Y cómo las declaraciones presidenciales sobre la transferencia de equipo militar ruso a Estados Unidos molestaron al Kremlin.
El embajador de Rusia en Quito, Vladimir Sprinchan, en entrevista con PRIMICIAS, el 20 de febrero de 2024.
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El Gobierno tuvo que contradecir las declaraciones del presidente Daniel Noboa, que levantaron una controversia diplomática con Rusia, y la canciller Gabriela Sommerfeld fue la encargada de dar la cara y rectificar la posición del Ejecutivo.
Frente al anuncio del Mandatario de transferir 'chatarra' rusa a Estados Unidos, que pretendía a su vez suministrarla a Ucrania, Moscú reaccionó y advirtió a Quito de las consecuencias de violentar el acuerdo de cooperación técnico militar firmado en 2008.
Sin embargo, la tensión duró poco. Coincidentemente, después de la insistencia del Presidente ecuatoriano sobre sus intenciones, Rusia suspendió a cinco exportadoras de banano ecuatoriano.
Entonces llegaron las reuniones a puerta cerrada entre los representantes de ambos gobiernos en Quito. Rusia levantó el veto el 16 de febrero y el discurso de Ecuador cambió, ya no enviaría material bélico "a ningún país en conflicto armado internacional".
En esas citas participó el embajador ruso en Quito, Vladimir Sprinchan, quien lleva tres años en Ecuador y recuerda que la mayoría de ese tiempo estuvo marcado por la pandemia y las frías relaciones del gobierno de Guillermo Lasso con Rusia.
Una vez que cambió el Gobierno y se limaron las recientes asperezas, el embajador Sprinchan, concedió una entrevista a PRIMICIAS, para hablar sobre el estado de las relaciones bilaterales.
¿La tensión con Ecuador se dio por la posibilidad de que el Gobierno no cumpla con el acuerdo técnico militar de 2008?
Ese acuerdo fue hace 15 años y no toca todos los temas, solo los puntos generales coordinados por los dos gobiernos en la esfera técnico militar, en beneficio e interés de los dos países.
Por eso se presentaron, en ese entonces, los deseos de comprar y vender equipo bélico, tan necesario para Ecuador. Porque Rusia no compró a Ecuador, fue Ecuador quien compró a Rusia.
Ya los temas detallados se escriben en cada contrato, sobre unos productos concretos. Y en varios contratos, Rusia establece que no solo vende, pero ofrece también las oportunidades de reparar los equipos, de capacitar personal ecuatoriano.
Estas son condiciones obligatorias de los contratos, en líneas generales, para todo el mundo. Por ejemplo, esas mismas cláusulas se dieron en las negociaciones con Bolivia, en las que yo participé.
¿Qué pasa si los equipos militares rusos fueron adquiridos por Ecuador a un tercer país (Nicaragua)? ¿El acuerdo de 2008 rige también en ese caso?
No creo, porque de costumbre esas condiciones se escriben y concretan en el contrato entre los dos países. Si los equipos fueron comprados a través de Nicaragua, ese fue un compromiso entre Nicaragua y Ecuador. Pero con permiso, puede ser, de Rusia, como proveedor del equipamiento.
Sin embargo, fue hace 30 años, no estoy seguro de cómo fue antes. Hay que recordar también que mi país fue antes la Unión Soviética y después se cambiaron las leyes, no absolutamente diferentes, pero más adaptadas al momento.
Pero hay reglas que son para todos los tiempos: el armamento es un producto delicado y sensible y no se permite comprar y después vender a otro país. Se mantienen esos compromisos bilaterales.
Por eso llegaron las advertencias de Rusia.
Pero no hablamos de productos específicos, hablamos en general de la decisión que fue anunciada por el Gobierno de Ecuador (de transferir equipos militares rusos a Estados Unidos). Y eso preocupó y molestó a mi Gobierno y mis compatriotas.
Sería una pena que los helicópteros de producción rusa vayan a aparecer en un conflicto contra Rusia.
Pero la canciller Sommerfeld ya dijo en el Parlamento que Ecuador no enviará ningún tipo de producto bélico ruso a un tercer país que esté en una situación de conflicto armado. Y eso nos tranquiliza y nos da la confianza de que hemos pasado un momento un poco crítico en nuestras relaciones.
El mismo presidente Vladímir Putin dijo en diciembre que Ecuador es el tercer socio de Rusia en Latinoamérica, después de Brasil y México. Entonces no solamente el mercado ruso es importante para Ecuador, sino que para nosotros es importante su mercado.
Por eso podría ser una lástima perder esas posibilidades de conocer a un pueblo a través de su fruto dulce (banano).
¿Qué productos militares rusos son los que podían llegar a Estados Unidos?
Eso es un secreto de seguridad de Ecuador y es un producto que pertenece a las Fuerzas Armadas del Ecuador. Yo no tengo el derecho de presentarlo y en realidad no conozco, porque no se compraron en los últimos tres años, que soy embajador en Quito.
Ahora que Ecuador cambió su posición, ¿qué tan factible es que esos equipos sean reparados o reciban mantenimiento por parte de Rusia?
Yo preferiría que el acercamiento se realice por razones más amigables y positivas. Pero, en cualquier caso, tuvimos que reunirnos para pasar estos momentos.
Esos son temas viables y Rusia ofrece esa posibilidad, según los contratos y compromisos como proveedores, de reparar o volver operativos a los productos bélicos de nuestra producción, que son necesarios en esta situación de lucha contra el terrorismo y el crimen organizado.
Yo estoy en contacto con la Cancillería, pero tuve contacto con el Ministerio de Defensa y conozco que hay una posición positiva de negociar ese tema. Pero estamos en el inicio del proceso, necesitamos un intercambio de notas y expertos.
Mi tarea es ser el intermediario entre los especialistas de las partes interesadas.
De nuestra parte el oficio fue presentado, para ver cómo podemos poner a funcionar esos helicópteros.
¿Hubo una correlación entre la sanción a las exportadoras de banano y el anuncio del presidente Noboa sobre la transferencia de armamento?
Son dos temas diferentes, absolutamente. La plaga de la mosca jorobada apareció mucho tiempo antes que el anuncio de la exportación de producto bélico, fue en 2018, antes de la pandemia. Y lo discutimos como temas separados.
Pero la gente, los analistas y las redes sociales dicen que están conectados. Puede ser que se conectaron por el tiempo, coincidieron.
Si la plaga apareció antes, ¿por qué no se hizo nada al respecto?
Existe una Comisión Intergubernamental de Cooperación Económica y Comercial (Cicec), que acumula todas las ofertas y necesidades de ambas partes, y se venía reuniendo un año en Ecuador y un año en Rusia, para solucionar temas de interés mutuo.
Pero, lamentablemente, en los últimos tres años no se celebraron reuniones de esa comisión, por varias razones. En 2021, por la pandemia y en 2022 y 2023, por la posición política negativa hacia Rusia, por parte del gobierno de Guillermo Lasso.
Por eso cuando llegó la nueva Canciller, Rusia felicitó el nombramiento. Porque ella ocupa el cargo de copresidente de la Cicec y el presidente por parte de Rusia es el director del Servicio Fitosanitario (Rosseljoznadzor).
Y el tema del banano podía ser solucionado mucho antes, porque Rusia mandó señales de la aparición de la mosca jorobada. Yo no sé dónde fueron a parar esas cartas y notas en la Embajada de Ecuador en Moscú, que recibió una prohibición de hablar con los rusos. O si fue en Agrocalidad que tuvo que seguir la política de ese gobierno.
Pero por la política del gobierno de Guillermo Lasso no reaccionó Agrocalidad.
Ahora hablé con el ministro de Agricultura, Danilo Palacios, y comentó que no sabían de las advertencias. Por lo que le dije que debe investigar dónde desaparecieron esas cartas. Porque las señales y pedidos de Rusia, de hacer controles a las bananas, aparecieron desde mayo pasado hasta enero y no aparecen.
¿Pero por qué no llegó la sanción antes? ¿Por qué esperar hasta febrero?
Porque la Cicec no trabajó todo ese tiempo, porque por ahí se podía realizar un contacto directo desde el servicio fitosanitario de Rusia. Pero ninguno de los tres cancilleres del gobierno de Lasso contestaron a nuestras cartas.
Pero ¿por qué no implementar la sanción frente a ese silencio del anterior gobierno?
Porque Agrocalidad nunca contestó las cartas y en el gobierno del presidente Noboa, en noviembre, diciembre y enero tampoco apareció nadie. Por eso se envió la carta directo al Ministerio de Agricultura y hubo sorpresa de que el tema no se conociera.
La información apareció inicialmente aquí, no en Rusia, y esa alarma preocupó a los empresarios, exportadores y productores ecuatorianos.
Los límites solo aparecieron después de un primer contacto con Agrocalidad, antes, sin una respuesta o reacción era imposible.
Por eso hubo ya una conexión entre Agrocalidad y su contraparte rusa y se acordó que venga un grupo de expertos de Rusia a Ecuador para verificar las medidas tomadas. La fecha se va a conocer después, no estoy seguro que sea muy pronto.
Pero ya se levantaron todos los límites a la exportación de banano, con base en la palabra de confianza de Agrocalidad, que empezará ese trabajo.
La posición de apertura del presidente Noboa frente a Rusia fue determinante...
El presidente Noboa presentó una plena apertura y disponibilidad para desarrollar lazos con Rusia. No solo porque el negocio de su familia está muy conectado al mercado ruso, sino porque como persona de negocios entiende que la política cambia, pero la economía y el comercio tienen que seguir.
En su tiempo de asambleísta, el señor Noboa fue presidente de la comisión interparlamentaria de amistad entre Ecuador y Rusia. Viajó a Moscú y tuvo un compromiso de no perder los lazos con Rusia, con un socio tan importante.
Entonces, la relación ya no está congelada...
Eso ya se acabó y ahora estamos hablando con la canciller Sommerfeld, que va a ser nombrada como copresidenta de la Cicec y esto abre muchas oportunidades para Ecuador.
Por ejemplo, entre 2021 y 2022 se abrieron proyectos de gran importancia como la construcción de un sistema hídroeléctrico Toachi Pilatón, la primera fase está lista y está en proceso la segunda parte.
También fue el inicio de investigaciones y un preproyecto de la reconstrucción del ferrocarril ecuatoriano entre Quito y la Costa, el precio, tiempo de ejecución, construcción de locomotoras, vagones y de empresas de reparación de esos equipos.
Se presentó el trabajo de recuperación por la erosión del río Coca. Nuestra empresa Hydroprojects, muy conocida en el mundo, ofreció un proyecto para evitar la erosión, con un canal adicional que llevará una parte del lecho por un túnel y construir ahí una pequeña estación eléctrica.
Todo eso quedó congelado con el gobierno anterior.
¿Estos temas se retomaron con el gobierno actual?
Los presenté al presidente Noboa el 16 de febrero, frente a la canciller Gabriela Sommerfeld y el secretario Arturo Félix.
Además, el 5 de agosto de 2021, el presidente Putin llamó al presidente Lasso y le propuso una oferta de proyectos de inversión. Pero en octubre apareció el problema de Lasso con los Panama Papers y en 2022 apareció el conflicto con Ucrania. Y no hubo ninguna respuesta por parte del gobierno.
Pero todavía tengo esa hoja de ruta, aunque Rusia ahora tiene menos posibilidades para ofrecer. Si va a crecer el interés por parte del gobierno de Noboa, hay varias ofertas que analizar y buscar los proyectos necesarios para ambas partes.
¿Hay fecha para una nueva reunión de la Cicec?
No todavía. Esperamos en primer lugar el nombramiento de la Canciller como copresidenta de la Comisión y que se reúna con su par ruso, vía telemática, para que analicen las necesidades de las dos partes y preparen una reunión con anticipación.
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