Reino Unido amenazó con asalto a embajada de Ecuador para atrapar a Assange
La polémica irrupción policial en la Embajada de México en Quito, con la que se detuvo al exvicepresidente Jorge Glas, recuerda casos en los que delegaciones diplomáticas de Ecuador fueron las sitiadas.
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, compareció a un tribunal de Londres, horas después de ser arrestado en la embajada de Ecuador, el 11 de abril de 2019.
AFP
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En 2012, el Reino Unido amenazó con irrumpir y detener a Julian Assange al interior de la embajada de Ecuador en Londres. Mientras, en la dictadura de Fidel Castro el régimen cubano protagonizó dos incidentes en la embajada ecuatoriana en La Habana, en 1961 y 1981.
La controvertida incursión policial en la Embajada de México en Quito, para aprehender al asilado exvicepresidente Jorge Glas, recuerda ocasiones en las que fueron las embajadas de Ecuador las sitiadas.
Un caso reciente data del 15 de agosto de 2012. Ese día el Reino Unido le informó a la cancillería de Ecuador que su legislación le permitía arrestar a Julian Assange dentro de la embajada ecuatoriana en Londres.
El conflicto diplomático se inició dos meses antes, cuando el fundador de Wikileaks se refugió en la sede diplomática ecuatoriana. Solicitó asilo político al gobierno del expresidente Rafael Correa. Assange era requerido por Suecia para responder a presuntos delitos sexuales.
El argumento británico era similar al del Gobierno de Ecuador con el asilo concedido a Glas por México. Reino Unido aducía que Assange no era un perseguido político, sino que había cometido un delito común.
En la misma línea, Ecuador considera que “ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político”, según un comunicado de la presidencia de este viernes 5 de abril de 2024. “Jorge Glas ha sido condenado con sentencia ejecutoriada”.
No obstante, la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) rechazó este sábado “las acciones improcedentes que afectaron a la Embajada de México en Ecuador”. Y recordó la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas.
En un comunicado, la organización subrayó que en estos casos “son admisibles ambigüedades, sino la más plena coherencia con el Derecho Internacional”.
Disparos contra Embajada ecuatoriana en Cuba
A pesar del cerco policial a la embajada de Ecuador en Londres, la advertencia sobre un asalto policial a la delegación diplomática nunca se concretó.
El arresto de Assange se produjo tras siete años como inquilino en la delegación diplomática, el 11 de abril de 2019, cuando el gobierno del expresidente Lenín Moreno le retiró el asilo. Y el embajador de Ecuador autorizó a la policía a realizar el arresto al interior de la sede.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y la excandidata presidencial ecuatoriana, Luisa González, de la Revolución Ciudadana (RC) salieron este sábado a cuestionar el asalto a la embajada mexicana.
Ambos arguyeron que una incursión similar ni siquiera se había dado en Latinoamérica en dictaduras como la de Augusto Pinochet en Chile, cuando México recibió asilados en su embajada.
Pero el 11 de diciembre de 1961, cuando Carlos Julio Arosemena Monroy era presidente de Ecuador, disidentes cubanos ingresaron a la embajada de Ecuador en La Habana en un camión, buscando asilo. La guardia del Gobierno cubano en custodia de la Embajada les disparó.
El episodio se saldó con tres personas asesinadas y cuatro heridos. Y el gobierno de Castro acusó de contrarrevolucionarios, según reportes de prensa de la época.
Asalto a embajada tras secuestro
Mientras, el 13 de febrero de 1981, un grupo de catorce personas (once adultos y tres niños), asaltó la sede diplomática ecuatoriana en Cuba, en el Gobierno de Jaime Roldós Aguilera (1979-1981). Se trataba de la familia del militar disidente cubano Rómulo Delgado.
Ahí trabajaban tres diplomáticos y una secretaria cubana. Y los disidentes querían negociar la vida de los rehenes por su viaje a Estados Unidos. Así lo recoge el libro "La revolución malograda", de las periodistas Ana Karina López y Mónica Almeida.
Durante siete días, se les suspendió agua y electricidad de forma intermitentemente a los disidentes y a la delegación diplomática. También se les restringió las raciones de comida.
Cuando los disidentes se vieron sin salida, liberaron a los secuestrados con una promesa de futura ayuda de Ecuador. “Ya sin testigos extranjeros, las fuerzas de seguridad inundaron con gases la sede, ingresaron y los arrestaron”, reza un aparte del libro.
Mientras, Roldós Aguilera desmintió al régimen de Castro, que justificaba el asalto a la embajada con un supuesto aval ecuatoriano. “Ecuador no autorizó ni podía autorizar jamás que la sede de su Embajada haya sido objeto de tal acción”.
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