Quito recibe la marcha indígena con tres cercos de seguridad
El martes 23 de febrero de 2021, la marcha indígena por la transparencia en el proceso electoral arribará a Quito. Policías, militares y servidores municipales son los encargados del control.
Cerco de seguridad instalado en el Consejo Nacional Electoral el 11 de febrero de 2021.
Gonzalo Calvache / PRIMICIAS
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Luego de atravesar seis provincias, finalmente, la marcha del movimiento indígena arriba a la capital este martes 23 de febrero de 2021.
Aunque en todo su trayecto la marcha ha sido pacífica y los dirigentes han ofrecido mantener esa actitud, las autoridades locales y nacionales desplegarán un operativo que apunta a dos objetivos.
- Precautelar la seguridad ciudadana y evitar actos de violencia y vandalismo.
- Mantener el respeto a las medidas de bioseguridad dispuestas para evitar la propagación del Covid-19.
Los dirigentes indígenas estiman que a Quito llegarán, aproximadamente, unos 5.000 manifestantes. A las 09:00 se concentrarán en el sector de Cutuglahua, antes de ingresar a Quito.
En la capital, caminarán hasta la Villaflora. Luego, hasta el Parque del Arbolito, que será su sitio de concentración y campamento. Y, finalmente, pasado el mediodía irán hasta el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Contencioso Electoral (TCE).
Tres cercos de seguridad
Para el control, las autoridades han dispuesto un operativo de seguridad que se formará en tres cercos.
Policial y militar
El primer cerco está a cargo de las Fuerzas Armadas (FF. AA.). Los militares están apostados en las dependencias electorales y custodian de los paquetes que contienen actas, papeletas y demás documentos electorales.
El segundo cerco, en cambio, corresponde a la Policía. Rafaela Montoya, capitana y vocera de la Policía Nacional, informó que 23.800 policías están dispuestos para el control de todo lo relacionado con el proceso electoral.
De ellos, unos 6.000 colaborarán con el control de la marcha indígena. Además, los agentes de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO), conocidos como antimotines, están concentrados en lugares estratégicos y se movilizarán en caso de que se produzcan desmanes.
Aunque la marcha ha sido pacífica hasta el momento, Alain Luna, comandante de la Policía en Quito, dijo que inteligencia ha detectado convocatoria de grupos que tienen prácticas violentas y que buscarán infiltrarse.
Municipal
El tercer cerco estará a cargo de la Alcaldía de Quito. César Díaz, secretario de Seguridad, informó que unos 5.000 funcionarios municipales trabajarán con relación a la marcha indígena.
El primer trabajo será en los puntos de acceso a la ciudad. Habrá cinco controles (ver mapa en la sección anterior) que se dedicaran al control de ingreso vehicular.
Los funcionarios revisarán que los vehículos grandes, buses y camiones, que lleguen a la ciudad tengan todos los documentos y permisos en regla. Y que los carros livianos cumplan con la disposición 'Hoy no circula'. Los martes no pueden salir los vehículos cuya placa termina en 2, 3, 4 y 5.
Es decir, los indígenas solo podrán ingresar caminando a la ciudad.
Durante la marcha y en los puntos de concentración, en cambio, los manifestantes serán escoltados por agentes de la Policía Nacional, de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), la Agencia Metropolitana de Control y la Intendencia de Pichincha.
Estas dos últimas entidades se dedicarán al control de las medidas de bioseguridad. Díaz recordó que en la capital están prohibidas las concentraciones, por lo que no se ha emitido ningún permiso de uso de espacios públicos.
Gustavo Tenesaca, dirigente indígena que está coordinando la marcha, asegura que la protesta será indefinida. Y que la idea es acampar en el Parque del Arbolito.
Sin embargo, las autoridades municipales advirtieron que no se ha expedido permisos para esta actividad. Y que si se registran aglomeraciones, los manifestantes serán desalojados.
Una marcha con nuevos rostros
Casi un año y medio después de la última marcha indígena hacia Quito, los rostros que lideran la manifestación han cambiado.
En octubre de 2019, al frente de la manifestación estuvieron Jaime Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie); y Leonidas Iza, dirigente de las comunidades de Cotopaxi.
Ahora, estos dirigentes y sus organizaciones no han plegado a la protesta. Y la coordinación está a cargo de tres rostros nuevos en la dirigencia indígena:
- Gustavo Tenesaca, dirigente de educación de la Ecuarunari.
- Javier Aguavil, presidente de la Confederación de Pueblos de la Costa.
- Carlos Sucuzhañay, presidente de la Ecuarunari.
Además por tener objetivos electorales, la marcha la encabeza Yaku Pérez, candidato a la Presidencia por Pachakutik. Junto a él, como sus personas de confianza, están Cecilia Velasque, subcoordinadora de la organización; y Manuela Picq, pareja de Pérez.
Mientras que Marlon Santi, coordinador de Pachakutik, está al frente de la recopilación de actas con inconsistencias para presentar la impugnación de resultados ante el CNE.
El objetivo de la organización indígena es evidenciar el supuesto fraude electoral en contra de Pérez. Y revertir los resultados para que su candidato llegué a la segunda vuelta del 11 de abril de 2021.
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