Primeros sentenciados del correísmo buscan su libertad anticipadamente
Jorge Glas y Alecksey Mosquera (a los extremos) junto a Rafael Correa en la colocación de la primera piedra de Coca Codo Sinclair.
Presidencia de la República
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Corría marzo de 2014. Brasil destapaba uno de los más grandes escándalos de corrupción de su historia. El caso Lava Jato reveló como un grupo de empresas, incluyendo la constructora Odebrecht, se benefició de millonarios contratos con sobreprecios.
El 21 de diciembre de 2016, luego de alcanzar un acuerdo con la constructora brasileña, el Departamento de Justicia de Estados Unidos revelaba que la empresa no solo operó en su país, sino que pagó USD 788 millones en América Latina y África.
En el caso ecuatoriano, los documentos del país norteamericano revelaron que, entre 2007 y 2016, Odebrecht pagó USD 33,5 millones a funcionarios de gobierno, a manera de sobornos para beneficiarse de contratos.
Era el final del gobierno de Rafael Correa y él descalificaba a la empresa brasileña y a las investigaciones norteamericanas. Incluso, recordaba que en su momento había expulsado a Odebrecht del país.
Tarde, en relación con el resto de países de la región, Ecuador empezaba a investigar esa trama de corrupción.
El primero en ser detenido fue Alecksey Mosquera, exministro de Electricidad. En abril de 2017, él aceptó haber recibido USD 1 millón como soborno en relación al contrato de una hidroeléctrica. Fue sentenciado a cinco años por lavado de activos.
Una vez posesionado el gobierno de Lenín Moreno y con los primeros rasgos de la ruptura con el correísmo, las investigaciones del caso Odebrecht apuntaron al exvicepresidente Jorge Glas.
En octubre de 2017, el entonces Segundo Mandatario fue detenido y poco tiempo después destituido. En diciembre de ese año, Glas y siete personas más fueron sentenciados a seis años de cárcel por asociación ilícita.
El Tribunal de juzgamiento de ese caso recomendó a la Fiscalía empezar nuevas investigaciones por cohecho, concusión, tráfico de influencias, peculado, delincuencia organizada, testaferrismo y lavado de activos.
Esos nuevos procesos no han avanzado. Tampoco el país ha logrado recuperar el dinero. Pero, luego de un poco más de tres años, los principales investigados ya buscan su libertad anticipada.
¿Quiénes quieren salir?
Tres de los nueve involucrados en el caso Odebrecht, el primero por el que se juzgó a los políticos y cercanos al correísmo, han intentado salir anticipadamente.
Por el momento, solo uno lo ha conseguido.
- 1
Alecksey Mosquera
Compartir:
El viernes 31 de julio de 2020, el exministro de Energía del correísmo abandonó la Cárcel de Turi, en Azuay, donde cumplía su condena.
Un juez de la Unidad de Garantías Penitenciarias de Cuenca autorizó que Mosquera se acoja al régimen carcelario semiabierto y, mientras se cumple el tiempo total de su condena, porte un grillete electrónico.
Alecksey Mosquera solo cumplió tres años y tres meses de los cinco a los que fue sentenciado. - 2
Ricardo Rivera
Compartir:
Ricardo Rivera, tío del exvicepresidente Jorge Glas, fue uno de los ocho sentenciados a seis años de cárcel por asociación ilícita en el caso Odebrecht.
Cumple su condena en la Penitenciaría del Litoral. En julio de 2020 interpuso un habeas data en contra del Servicio de Rehabilitación Social (SNAI) para que se tramite su prelibertad.
El 13 de agosto de 2020 se realizó la audiencia y el juez negó su pedido. Sin embargo, el SNAI se comprometió a dar pasó al trámite que ha sido retardado por cuestiones de la pandemia.
Rivera lleva detenido tres años y un mes de los seis que debe cumplir.
- 3
Jorge Glas
Compartir:
Jorge Glas, uno de los líderes del correísmo, ya tiene un intento fallido para salir anticipadamente. A finales de mayo pidió la prelibertad pero le fue negada.
Esto porque ese beneficio es para quienes hayan sido arrestados antes de la vigencia del COIP (2014). Y él fue detenido en octubre de 2017.
Aunque Glas insiste en que califica para la prelibertad, el SNAI explicó que a él le correspondería la figura del cambio de régimen.
Para solicitarlo deberá esperar al 15 de mayo de 2021. Por ahora, solo ha cumplido dos años y nueve meses de su sentencia de seis años.
Prelibertad o cambio de régimen
El sistema penal ecuatoriano ofrece dos tipos de beneficio para obtener libertad anticipada. La prelibertad para quienes fueron encarcelados antes de 2014. Y el cambio de régimen para quienes fueron arrestados posterior a ese año.
Cambio de régimen
Según el Código Orgánico Integral Penal (COIP), el sistema de rehabilitación social ecuatoriano ofrece tres tipos de régimen.
- Cerrado: es el período de cumplimiento de la pena dentro de una cárcel.
- Semiabierto: es el período en que los sentenciados siguen cumpliendo su pena pero fuera de la cárcel, con un dispositivo de vigilancia electrónica, para ello deben haber cumplido el 60% de su pena.
- Abierto: es el último período del cumplimiento de la pena. Se hace fuera de la cárcel, con supervisión del organismo carcelario. Para obtener este beneficio una persona requiere haber cumplido el 80% de su condena.
Prelibertad
La prelibertad es la fase en la que los sentenciados continúan su condena fuera de la cárcel. Esta figura existía en el anterior Código Penal, derogado en 2014, y fue reemplazada por los cambios de régimen.
En 2018, se aprobó el Instructivo para la aplicación de la Prelibertad para las personas que fueron sentenciadas con ese Código derogado.
Pueden acogerse a este beneficio quienes, además de haber sido juzgados con esa norma, cumplan tres requisitos:
- Hallarse en un centro o pabellón de mínima seguridad.
- Haber cumplido las dos quintas partes de la pena impuesta.
- Haber obtenido un informe favorable de un equipo técnico.
También le puede interesar:
Oficinas clandestinas: otra 'seña particular' del correísmo
Pasó en el caso Sobornos 2012 - 2016 y sucede lo mismo en el Caso Secom I. Dos oficinas clandestinas funcionaron de forma paralela a la Presidencia.
La corrupción, un 'negocio familiar' en el correísmo
Las investigaciones por actos de corrupción, en cinco casos, apuntan a exfuncionarios, sus esposas, hijos, tíos, primos y hasta una suegra.
Compartir: