Militantes de partidos y movimientos, sin peso en definición de candidatos
La gran mayoría de procesos de democracia interna para las elecciones de 2023 han sido proclamaciones y definiciones de las directivas. Hasta este viernes, se deben desarrollado 761 primarias de movimientos y partidos.
Las organizaciones políticas realizaron sus procesos de democracia interna hasta el 5 de agosto de 2022.
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Las organizaciones políticas que deseen participar en las elecciones de 2023 tiene plazo hasta este viernes para realizar sus procesos de democracia interna o primarias. En estos, deben escoger a sus candidatos de una forma participativa, para luego inscribirlos y que aparezcan en las papeletas electorales.
Hasta el 3 de agosto de 2022, el Consejo Nacional Electoral (CNE) había recibido 761 pedidos para acompañamiento a primarias. Y hasta esa fecha, se habían realizado apenas 286, es decir, apenas el 38%.
El resto estaban en agenda para este jueves y viernes, los dos últimos días del plazo.
Sin embargo, las experiencias de este 2022 han dejado muchas críticas y poca participación de las bases de los partidos y movimientos.
Esta es la primera ocasión en que las organizaciones políticas tienen que realizar sus primarias de forma pública. La reforma al Código de la Democracia obligó a que partidos y movimientos desarrollen estos procesos en un lapso de 15 días, antes de la inscripción de candidaturas.
El objetivo de la reforma era evitar que las definiciones de candidaturas se den en la puerta del CNE, minutos antes de la inscripción de los postulantes. Además, que los procesos de selección de candidatos sean más participativos e incluyan a las bases.
Los problemas de las primarias
Las primarias realizadas este año han demostrado que la participación real de las bases es mínima, pues la mayoría de partidos y movimientos han optado por procesos que no incluyen a la militancia, sino solamente a los directivos.
Según el Código de la Democracia, las organizaciones políticas pueden escoger sus candidatos por tres mecanismos:
- Primarias abiertas, en las que pueden participar todos los ecuatorianos y votar por los precandidatos seleccionados por la organización.
- Primarias cerradas, en las que pueden votar todos los adherentes o afiliados al partido.
- Elecciones representativas a través de órganos internos, conforme lo disponga la normativa interna.
Aunque el CNE no ha desglosado la información, la presidenta del CNE, Diana Atamaint, aseguró hace varios días que la mayoría de organizaciones optaron por elecciones representativas. Esto hace que el proceso sea más fácil en cuanto a logística, pero menos participativo.
Y las redes sociales de partidos y movimientos dan cuenta de esto. En las fotografías de sus procesos de selección de candidatos se puede evidenciar la participación de directivos provinciales y algunos militantes en proclamaciones, pero en casi ninguna se ve una congregación masiva.
La mayoría optó por escoger a sus candidatos ente pocos representantes, para luego proclamarlos o oficializarlos en eventos más grandes. Para la fecha de la oficialización, el nombre ya había sido presentado públicamente.
Los cuadros escogidos para las candidaturas también evidencian esta realidad. En gran parte de casos, los partidos y movimientos están optando por postular a gente que no proviene de sus bases sino que, de una u otra forma, ya tiene un perfil conocido: famosos, políticos de larga data, cuadros que están actualmente en cargos públicos o excandidatos.
Las candidaturas para la Alcaldía de Quito son la muestra: solo uno de los 10 postulantes hasta ahora anunciados es militante de su organización política, Pabel Muñoz de UNES. Los otros nueve no tienen experiencia política o antes militaban en otras organizaciones por las que se lanzaron.
Los nombres aún pueden cambiar
Un tercer problema de las primarias dentro de las organizaciones políticas ya se evidenció en 2021: los nombres escogidos en la democracia interna no siempre son los que terminan siendo inscritos.
Si un precandidato decide que ya no quiere postularse, puede retirarse. Y si un candidato, ya en la etapa de inscripciones, no cumple con los requisitos, el partido puede reemplazarlo con otro nombre.
Esto hace que, entonces, los procesos de democracia interna muchas veces no tengan un efecto real.
Además, está el tema de las coaliciones. Hasta el domingo 7 de agosto, las organizaciones pueden inscribir sus alianzas para las elecciones de 2023. Y en estas alianzas, algunos movimientos y partidos pueden dar de baja sus candidaturas y mas bien sumarse a los candidatos de otras fuerzas políticas.
De momento, hay 143 alianzas inscritas, que serán validadas en los próximos días.
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