El presidente Noboa endurece el discurso y se apalanca en los uniformados
Después de dos jornadas violentas en el país y la declaratoria del conflicto armado interno, el presidente Daniel Noboa apostó por la experiencia y fuerza de los militares para retomar el control y la confianza ciudadana.
Entrevista del presidente Daniel Noboa, en Radio Canela. Quito, 10 de enero de 2024
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El gobierno del presidente Daniel Noboa enfrenta su primera crisis de seguridad, en un escenario que se ha caracterizado por el incremento de la violencia desde febrero de 2021. El epicentro son nuevamente las cárceles y los efectos han aterrorizado a todo el país.
Explosiones, vehículos incendiados, ataques armados, secuestros y amotinamientos, son algunos de los actos terroristas que se han registrado desde la madrugada del 9 de enero en, al menos, una decena de provincias.
Estas acciones forman parte de la reacción del crimen organizado a las medidas tomadas y anunciadas por el Gobierno, principalmente sobre el sistema penitenciario. Sin embargo, la respuesta del Ejecutivo no fue la usual.
El presidente Noboa ha mostrado una actitud más directa y firme frente a los ataques criminales. La declaratoria del conflicto armado interno, la clasificación de 22 bandas como agrupaciones terroristas y el específico uso del programa de recompensas son una muestra de ello.
Por primera vez en la historia reciente del país, las autoridades y el Primer Mandatario hablan frontalmente de "guerra" contra el crimen organizado y ponen 'nombre y apellido' al terrorismo. Y los principales voceros del Gobierno pasaron a ser los uniformados, las autoridades civiles quedaron en un segundo plano.
Inicialmente, después de un breve mensaje en redes sociales, el presidente Noboa dejó la vocería oficial en manos del secretario de Comunicación, Roberto Izurieta. Pero el esperado mensaje nocturno a la Nación lo dio el comandante de las Fuerzas Armadas, Jaime Vela.
El secretario Izurieta se dedicó a justificar las acciones del Gobierno y el comandante Vela explicó que los actos violentos son la muestra de que las decisiones gubernamentales están afectando a las bandas criminales.
Vela fue además el encargado de aclarar que los 22 grupos denominados como terroristas son ahora objetivos militares y que el Estado no va a retroceder ni a negociar, afirmando que los uniformados incluso darán la vida en defensa del futuro y presente del país.
Una nueva figura presidencial
Mientras tanto, el Primer Mandatario prefirió dejar de lado la comunicación protocolar y tradicional de los jefes de Estado. Este 10 de enero, después de mucha expectativa, Noboa se presentó ante la ciudadanía a través de los micrófonos de Radio Canela, en Quito.
La popular estación dirigida por el cantante y exalcalde de Quito, Jorge Yunda, fue el escenario donde Daniel Noboa se describió como el Presidente con "huevos de avestruz" y anunció que se acabaron los momentos de "gobiernos tibios".
Ahí aceptó que el país está en guerra, en un conflicto armado no internacional, y aclaró que no cederá ni negociará con los terroristas. Defendió el opaco y criticado Plan Fénix de seguridad y afirmó que la ola de violencia es una respuesta a esa estrategia gubernamental.
Según el Jefe de Estado, su plan de seguridad resultó exitoso, aunque apenas está empezando. Por lo que afirmó que ahora los grupos políticos "se quieren trepar a la camioneta". Pero insistió, como es usual, en que no revelará próximas acciones para no alertar a los terroristas.
El Mandatario también aprovechó la tarima para advertir a los jueces, fiscales, policías y militares que colaboren con estas organizaciones delincuenciales que serán considerados también como terroristas. Lo que los convertiría por ende en objetivos militares, por asistir a terroristas.
Desde que Noboa tomó la decisión de militarizar la seguridad interna, ha demostrado su confianza en los uniformados. Incluso retó a los líderes de las bandas criminales a que salgan a las calles y se enfrenten con las Fuerzas Armadas.
El Mandatario, de pocas palabras, dejó en claro que su gobierno tendrá 'mano dura' con la delincuencia y sus cómplices. Habló de "la cacería" de objetivos de alto valor, que no frenará la construcción de las nuevas cárceles y que no cederá a las demandas criminales.
Así mismo, adelantó que no se doblegará ante la presión por el secuestro de más de 130 agentes penitenciarios. El presidente Noboa fue claro en señalar que los militares se encargarán de esas operaciones, porque "estamos en un estado de guerra".
Con su renovada actitud y reacciones frente a los acontecimientos, Noboa no solo se anotó puntos con la población, que aplaudía la llegada de los militares en distintos puntos del país. Según sus propias cifras, el 95% respalda el estado de excepción.
Si no también se aseguró la cooperación internacional de Estados Unidos, Rusia, Ucrania, Francia, Israel, Argentina, Colombia, Perú y otras naciones y organismos. Y logró que las otras fuerzas políticas le ofrezcan apoyo y empiecen a hablar de unidad nacional.
Al final de la tarde, fueron nuevamente las Fuerzas Armadas y la Policía los encargados de revelar los resultados de los primeros operativos en el país durante el miércoles 10 de enero: 329 presuntos terroristas detenidos y cinco abatidos.
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