Patricio Pazmiño: Queremos que estos últimos seis meses sean de paz y tranquilidad
El ministro de Gobierno, Patricio Pazmiño en Guayaquil, el 30 de noviembre de 2020.
Ministerio de Gobierno, Flickr
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Con la censura y destitución de María Paula Romo, el gobierno del presidente Lenín Moreno perdió a su principal operadora política. El Ministerio de Gobierno quedó así en manos de quien era el viceministro de Seguridad, hasta el 24 de noviembre, el general Patricio Pazmiño.
El nuevo ministro de Gobierno conversó vía telefónica con PRIMICIAS para analizar los crecientes índices de inseguridad en el país y el escenario político que le espera al Ejecutivo en los últimos seis meses de administración.
¿Cuál es su lectura sobre la situación de inseguridad nacional?
Desde el Viceministerio de Seguridad veníamos realizando acciones, junto con la ministra María Paula Romo, y haremos una continuación y fortalecimiento del camino que ya habíamos trazado.
Podemos estar bien, podemos estar mal. Mucho depende de si nos comparamos con la región, ahí deberíamos decir que no estamos mal. Pero si hacemos un análisis hacia adentro del país, reconocemos que hay problemas de seguridad y que deben seguirse gestionando y buscando solución.
Los problemas de seguridad no son nuevos, no son fáciles. Son complejos.
¿Qué se puede hacer entonces?
En la dinámica que se presentan estos fenómenos siempre hay picos en determinados momentos. Y lo que estamos proponiendo, con el establecimiento de los comités de seguridad, que no son nuevos, es hacer un tratamiento del tema con una visión integral y de corresponsabilidad.
Los problemas de seguridad no terminan ni comienzan con la eficiencia o ineficiencia de la Policía.
El tema de seguridad debe ser visto y tratado desde el Estado, no del gobierno. Y esto implica continuidad, que debe atacarse las causas profundas que lo provocan y buscar soluciones a corto y largo plazo, que superen a las autoridades y los periodos políticos que vive el país.
Si los comités de seguridad ya existían, con las mismas autoridades, ¿cuál será la diferencia ahora?
Los comités ya han venido funcionando. Antes de que se tengan que suspender, por la pandemia, tuvimos 12 comités como estos. Pero hay estrategias y acciones que tienen que ser, periódicamente, revitalizadas. Porque el tema de las ciudades es bastante dinámico.
Por eso, ahora, el tema es mantener que cada uno haga su parte: la Policía hace la parte que le corresponde, la Fiscalía, la Función Judicial, las Fuerzas Armadas, los municipios, etcétera. Para todos contribuir.
¿Eso quiere decir que no estaban haciendo lo que le corresponde a cada uno?
No estoy diciendo eso. Siempre en seguridad hay que retomar las cosas, hay que evaluar, hay que relanzar, hay que ser siempre impulsadores, motivadores. Ya que por otros eventos que se presentan, como la pandemia, un 'octubre', a veces las prioridades de todos se redirigen a otro lado.
Entonces, una vez que esos otros escenarios, cambian, terminan o se mejoran, siempre tenemos que volver a la esencia de estos comités.
¿Cuáles serán esas mejoras?
Básicamente dos dimensiones. Primero, compartir mejor la data para el análisis.
Esto funciona como cuando uno se enferma y va al médico; para que le puedan tratar tienen que saber cuáles son las causas para aplicar el mejor medicamento. Compartir los datos para que todas las instituciones podamos aplicar las mejoras necesarias, estrategias y acciones.
Segundo, la violencia se mide desde dos variables: criminal y social. La criminal es la que nos preocupa a todos y lo que haremos es fortalecer las capacidades de la Policía Nacional y, al mismo tiempo, trabajar con inteligencia anticriminal como instrumento de la investigación, para desarticular las organizaciones criminales.
¿Hay una idea de cuántas organizaciones criminales o bandas operan en el país?
No sé quién pueda dar una cifra así, porque existen demasiadas variables. Es un mapa muy extenso como para que se pueda contestar con una cifra de 10, 15, 20, 50.
Nuestro eje investigativo y de inteligencia trabaja dentro de esa estrategia: identificar, localizar, desarticular, judicializar y sancionar estructuras criminales.
Muchas de esas bandas operan desde las cárceles, ¿qué hacer con ese problema, que ha desencadenado emergencias carcelarias?
El sistema penitenciario del país no es una institución dependiente del Ministerio de Gobierno. Es una institución aparte, por un principio de derechos. Pero, ante la debilidad que tiene el sistema carcelario, la policía subsidia con personal y con algunos procesos para ayudar al sistema.
El Estado tiene que revisar esa institucionalidad penitenciaria y darle mayor fortaleza para que se solucionen esos problemas.
Y en este periodo que estamos terminando, creo, que ha jugado un papel la crisis económica que se viene arrastrando y que, tal vez, no ha permitido dar los recursos suficientes para solucionar algunos problemas que están pendientes ahí.
¿Qué tanto pesa el narcotráfico en este pico de inseguridad que estamos viviendo?
Muchísimo. Este año se capturaron más de 113 toneladas de drogas, casi llegamos a la captura de 6.000 armas de fuego y un número incluso superior de armas blancas, más de 30.000 detenidos. La demanda de servicios de la Policía ha sido de más de 2,5 millones de llamadas.
Pero muchas de ellas, que interfieren con el patrullaje, fueron cosas por las que no se debía llamar a la Policía. Y la institución, además, ha tenido que activarse como personal de primera fila durante la pandemia.
Esta serie de factores demuestra como es de complejo el escenario y cómo se van presentando los problemas de seguridad en el país y cómo los estamos atendiendo como Policía.
¿Tiene la Policía el presupuesto para cumplir con sus competencias? Ya que municipios, como el de Guayaquil, han aportado de sus recursos para apoyar a la institución.
Creo que hay una mala interpretación de lo que ha dicho la señora alcaldesa Cynthia Viteri. Si bien es cierto, los municipios no tienen competencias en seguridad ciudadana, tienen competencia en establecer y apoyar a la política pública de seguridad en cada localidad y contribuir a que esa política se ejecute.
Todos los municipios cobran una tasa de seguridad que se utiliza para fortalecer las capacidades de todas las instituciones de seguridad en territorio.
En lo que los municipios no tienen competencia es en el combate operativo y técnico del delito. Pero los gobiernos autónomos descentralizados son una parte importantísima de estos comités, donde el gobierno nacional presupuesta todos los años lo que se necesita para la Policía.
La cooperación internacional juega un papel importante en esta área, especialmente con Estados Unidos.
En cualquier política de seguridad la cooperación internacional es fundamental y tiene que ser la más amplia posible. Ecuador y la Policía tienen operación con Europol, Interpol, Ameripol y es parte de organismos multilaterales que operan a través de la Organización de Estados Americanos y de Naciones Unidas.
En lo bilateral tenemos relación con España, Francia, Alemania, Colombia, Perú y Estados Unidos. Y con este último hemos potenciado la relación que estaba quedada, porque se había dejado de lado, porque se había estigmatizado.
El gobierno americano, como con los otros gobiernos, nos brinda asesoría, capacitación y en mucho de los casos apoyo logístico dependiendo de los conveniso y acuerdos que se ha firmado con ese gobierno.
En el tema político, ¿qué papel jugará el Ministerio de Gobierno en estos últimos seis meses de gestión?
El Ministerio de Gobierno tiene dos ejes: el de Seguridad y el de Gobernabilidad. Tenemos estructura y capacidades humanas para los dos.
La política marcada por el señor presidente Lenín Moreno para estos últimos meses es el diálogo, tender puentes de comunicación con todos los actores y minimizar la presencia de problemas, que de presentarse no escalen.
Es decir, estamos buscando unos seis últimos meses de paz y tranquilidad. Siendo el principal objetivo que el proceso electoral se produzca en un marco de seguridad y transparencia.
En ese sentido conversaremos, quien habla o quien sea delegado del Ejecutivo, para que estos objetivos se cumplan.
¿Quién se hará cargo de la relación con la Función Legislativa y el cabildeo para las reformas legales pendientes?
En los casos que corresponda, lo voy a hacer yo, y en los que se busque otro actor desde el Ejecutivo, lo hará. Y eso lo designa el presidente Moreno.
Sigue siendo el Ministerio de Gobierno el que va a promover el diálogo y construir estos puentes.
En el caso de los fondos del Isspol, ¿cómo avanza la investigación? ¿Contrataron ya la firma que hará la auditoría externa?
Continuaremos lo que inició la ministra María Paula Romo.
Hay tres ejes: continuar fortaleciendo el gobierno corporativo del Instituto, para minimizar la posibilidad de que se vuelvan a producir estas cosas; investigación, para dar con los responsables y que respondan ante la justicia; y la recuperación de los capitales.
Pero todavía no hemos contratado la auditoría externa. Lo que sí hemos hecho es contratar profesionales aquí. Lo otro va a tardar un poco más, porque hay que hacerlo bajo normas claras que luego no puedan ser observadas.
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