Empiezan negociaciones en Asamblea por las leyes tributaria y laboral
La elección de una nueva segunda vicepresidenta en el Legislativo abrió los diálogos entre Creo y la Izquierda Democrática. Los proyectos de ley que envía esta semana Lasso pasarán nuevamente por el filtro del CAL.
El Pleno de la Asamblea Nacional, en sesión de 7 de octubre de 2021.
AN
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La decisión del presidente Guillermo Lasso de dividir en tres proyectos su 'megaley' de Creación de Oportunidades, y de enviar dos de ellos a la Asamblea esta semana con el carácter de urgentes, renueva las negociaciones entre bancadas.
Diálogos entre partidos que ocurren, paralelamente, a la búsqueda de votos para elegir a quien ocupará la segunda vicepresidencia de la Asamblea, en reemplazo de la destituida Bella Jiménez.
La sesión para escoger a la nueva vicepresidenta sería el jueves 21 de octubre de 2021. La Izquierda Democrática ha presentado oficialmente la candidatura de Yeseña Guamaní.
De momento, solo se ha confirmado el respaldo de la oficialista BAN (Creo y aliados) para su elección.
UNES, que representa al correísmo, también busca ese espacio. Ronny Aleaga, miembro de esa bancada, aseguró que es su derecho, por pertenecer al bloque legislativo más grande. Pero aún no ha recibido ningún apoyo formal.
Pachakutik, de momento, se ha mantenido al margen y no aspira a ese cargo. Pero sus votos (25) serán cruciales para esta designación.
Mientras que para la designación de quien ocupe la vicepresidencia de la Asamblea hará falta una mayoría absoluta, es decir, 70 votos.
Esto significa, por ejemplo, que si Pachakutik decide apoyar a UNES, sería suficiente para la elección.
Mientras que si UNES no apoya a la Izquierda Democrática, esta última necesitará no solo de Creo y Pachakutik, sino también del PSC o de las minorías para conseguir la designación de Guamaní.
Muñequeo en el CAL
El Ejecutivo ha adelantado que, bajo el marco del actual estado de excepción vigente, enviará dos proyectos con la etiqueta de económico urgente y al mismo tiempo.
Se trata de las reformas tributaria y laboral, anunciadas por el Presidente Guillermo Lasso y que deberán ser presentadas a la Asamblea esta semana.
Al igual que sucedió con la llamada 'megaley', que incluía a estas dos reformas y otras enmiendas, el primer filtro será el Consejo de Administración Legislativa (CAL).
En el CAL, el voto de quien obtenga la segunda vicepresidencia será clave, pues el organismo está conformado por siete vocales y se necesitan mínimo cuatro votos para que un proyecto de ley entre a ser debatido en la Asamblea.
Creo tiene dos asientos en el CAL. Si la Izquierda Democrática negocia con el oficialismo su apoyo a las propuestas, y si obtiene la segunda vicepresidencia, quedaría con dos votos.
Un escenario que aseguraría a las reformas del Ejecutivo las cuatro voluntades para la calificación en el CAL.
Segundo obstáculo
El camino no es fácil. Al igual que sucedió con la 'megaley', la Unidad de Técnica Legislativa deberá hacer un análisis de las propuestas.
Y, dado que sería la primera vez que un Presidente envié dos proyectos económicos urgentes al mismo tiempo, el análisis será amplio y deberá cubrir una serie de vacíos.
Por ejemplo, la Constitución no habla de las condiciones que el estado de excepción debe cumplir para que se puedan tramitar los dos proyectos a la vez y con urgencia.
No dice si la excepción debe regir en todo el territorio nacional o si debe estar relacionada con la materia de las propuestas de ley que se presentan bajo su amparo.
Tampoco ha sucedido antes que una reforma laboral sea considerada como urgente en materia económica. Generalmente, las propuestas calificadas así han sido las reformas tributarias.
La Ley de Justicia Laboral, por ejemplo, presentada por el expresidente Rafael Correa en 2014, tuvo un trámite ordinario.
Los plazos apremian
Si ambas leyes llegan como económico urgentes tendrán un trámite de máximo 30 días dentro de la Asamblea.
Este corto tiempo es especialmente importante para la reforma tributaria, que debe entrar en vigencia antes del fin de año para que sus medidas puedan ser aplicadas a partir de 2022.
Los 30 días se cuentan desde la entrega del proyecto a la Asamblea. Es decir, que si Lasso las envía esta semana, deberán estar aprobadas -o archivadas- por el Pleno hasta mediados de noviembre. Generalmente el trámite legislativo tarda las cuatro semanas.
En caso de aprobación, las leyes serían remitidas al Ejecutivo para su veto. El Presidente tiene un mes más (hasta mediados de diciembre) para hacer sus observaciones, pero debería cumplir este paso en menos tiempo por la premura que impone la reforma tributaria.
La Asamblea tiene hasta un mes más para tramitar el veto. Es decir, que si Lasso se demora con su veto 30 días, la aprobación final de la reforma tributaria quedaría hasta mediados de enero de 2022, lo que ya no permitiría su entrada en vigencia ese mismo año.
Si no entra a regir la reforma tributaria en 2022 quedarían comprometidas las metas fiscales que Ecuador acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la última renegociación del acuerdo de crédito entre las dos partes.
Esto también complicaría el cumplimiento de los hitos del Plan de Gobierno de Guillermo Lasso.
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El presidente, Guillermo Lasso, anunció que el Gobierno enviará dos reformas económicas con el carácter de urgente en materia económica.
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