El mito de las agrupaciones nacionales rumbo a las presidenciales de 2021
Una mujer vota en el Colegio 24 de Mayo, Quito, durante las elecciones seccionales del 14 de mayo de 2019 en Ecuador.
CNE
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Los resultados de las seccionales de marzo de 2019 dibujaron el escenario político: en Ecuador ninguna agrupación puede reclamar el título de ser una fuerza de “carácter nacional”. Con esa certeza partidos y movimientos políticos ya empiezan a trabajar con miras a las presidenciales de 2021.
Para la elección de alcaldes, prefectos y juntas parroquiales que se posesionan hoy ninguna de las 23 organizaciones políticas, calificadas como “nacionales” en el registro del Consejo Nacional Electoral (CNE) logró presentar candidatos sin alianzas en más del 50% de los cantones.
280 partidos y movimientos, nacionales y locales, fueron reconocidos para participar en los pasados comicios y presentaron más de 80.000 candidatos para todos los cargos. Solo para alcaldes se postularon 1.875: un promedio de 8,5 aspirantes por cantón.
En la competencia por las prefecturas, la organización que cubrió más territorio fue Adelante Ecuatoriano Adelante, el partido del excandidato presidencial Álvaro Noboa, que tuvo postulantes en 15 provincias pero no ganó en ninguna.
El PSC toma la delantera
Debido a esa dispersión, el análisis solo de los ganadores en cada circunscripción es insuficiente. PRIMICIAS contabilizó los votos obtenidos por las agrupaciones políticas de manera individual en alcaldías y prefecturas. No se sumaron las alianzas, porque estos votos no pueden ser adjudicados a una sola fuerza (la más grande) ni adjudicados de forma equitativa; las alianzas pueden obtener la mayoría de votos por solo una de las organizaciones que la integran.
Es la organización que más candidatos presentó para alcaldías: 70 individualmente y 24 en alianza con Madera de Guerrero, la escisión local del mismo partido. Aún así, esos 94 candidatos no llegan ni a la mitad de los 221 cantones del país.
La votación ubica al PSC, liderada por Jaime Nebot (que hoy se despide de la alcaldía de Guayaquil) como la primera fuerza política: recibió 1,28 millones de votos, que representan el 14% de los votos válidos en el país. La mayor parte, sin embargo, vienen de Guayas, el bastión socialcristiano en el que obtuvieron 14 de 25 alcaldías. En el resto de la Costa y Sierra su presencia es menor y en la Amazonía, casi nula.
Correa lleva los votos para FCS
Fuerza Compromiso Social (FCS), el movimiento correísta que se presentó de la mano de Iván Espinel -exministro del actual Gobierno y procesado por corrupción-, presentó de manera individual 50 candidatos a alcalde. Aunque ninguno de ellos resultó elegido, obtuvieron importantes segundos lugares, cuya alta votación los ubica como la segunda fuerza política.
518.755 votos recibieron los candidatos de esta tendencia, principalmente en los cantones de Pichincha. En Quito, su candidata Luisa Maldonado, obtuvo el segundo lugar.
A FCS le fue mejor en las prefecturas: Paola Pabón resultó electa en Pichincha y Leonardo Orlando, en Manabí. Su campaña, sin embargo, estuvo anclada a la figura del expresidente Rafael Correa, que vive en Bélgica y tiene al menos 16 procesos abiertos en la Fiscalía General por presunta corrupción.
Las demás "fuerzas" miran desde lejos
El partido oficialista se desinfló. Alianza PAIS, ahora liderado por Lenin Moreno, tuvo 79 candidatos sin alianzas para las alcaldías. El movimiento no presentó opciones para importantes capitales provinciales, como Quito y Cuenca, por lo que la votación que recibieron corresponde a cantones con menor población. De esta manera, aunque propuso más candidatos, obtuvo apenas 267.559 votos.
Agrupaciones como Creo, Suma, Pachakutik o la ID no obtuvieron una cantidad votos para alcanzar a los socialicristianos ni a los correístas.
Los partidos “tradicionales” -o sus nuevas versiones-, de su lado, no logran recuperarse. Sociedad Patriótica, Adelante Ecuatoriano Adelante, Fuerza Ecuador y Unidad Popular se jugaron su futuro en estas elecciones y están en riesgo de desaparecer. La mínima votación que consiguieron y que no hayan ganado en casi ningún cantón podría causar su eliminación del registro electoral.
Las organizaciones políticas que despegan
Unión Ecuatoriana y Democracia Sí, que participan por segunda y primera ocasión en unas elecciones, tuvieron resultados positivos en las seccionales.
La primera, del exfiscal general Washington Pesántez, sumó una importante votación gracias a su candidato a la Alcaldía de Quito, Jorge Yunda. Los apoyos a este partido (sin contar sus alianzas) le dieron presencia también en las provincias de Cotopaxi y Chimborazo.
Democracia Sí, liderada Gustavo Larrea, aliado del presidente Moreno, ocupó un importante espacio entre los votantes de Esmeraldas, Guayas, Azuay, Cañar y Chimborazo, entre otras.
El panorama para 2021
El escenario para las presidenciales del 2021 se va delineando con los resultados de estas seccionales. Hay dos fuerzas políticas dominantes, mientras, el resto de organizaciones políticas, con mucho menor apoyo, deben decidir si corren solas o en alianza.
Aún con dos partidos fuertes, ninguna organización política que lleva el título de “nacional” llega a todos los rincones del país: su presencia es nula en cantones pequeños o poco poblados. En la región Amazónica, sobre todo, es reemplazada por movimientos locales o, al menos, alianzas con estos.
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