El Ministerio de Gobierno 'aterriza' en manos policiales
El presidente Lenín Moreno y el entonces viceministro del Interior, Patricio Pazmiño, en una visita al Cuartel Model en Guayaquil, el 29 de agosto de 2019.
Ministerio de Gobierno
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El general inspector Patricio Pazmiño es el primer oficial retirado de la Policía Nacional en liderar el Ministerio de Gobierno. Es el cuarto funcionario designado para el puesto por el presidente Lenín Moreno, a seis meses de terminar su periodo.
Sin embargo, no es el primer uniformado retirado en ocupar el cargo en este Gobierno. Cuando el Ministerio aún funcionaba como Interior, el oficial retirado de la Armada, César Navas estuvo dirigiendo el despacho durante los primeros 11 meses de gobierno.
Después pasó por ahí Mauro Toscanini, empresario y académico, durante apenas cuatro meses. Y tras su renuncia el despacho lo ocupó María Paula Romo, quien llegó a convertirse en la principal operadora política del Gobierno.
Bajo la administración de Romo fue que el Ejecutivo transformó el Ministerio del Interior nuevamente en Ministerio de Gobierno, al fusionarlo con la Secretaría de Política. Es así que sus funciones volvieron a ser la gobernabilidad y la seguridad ciudadana.
Sin embargo, tras 26 meses de gestión, con un paro nacional, la agudización de la crisis migratoria, el incremento de la inseguridad y recientemente la pandemia y sus consecuencias, Romo cayó del poder en el cuarto juicio político que le plantearon en la Asamblea Nacional.
Una rápida decisión Ejecutiva
El presidente Moreno no quiso encargar el despacho que se encarga de la política, como ha hecho con los demás ministerios. Por ejemplo, Ambiente y Cultura llevan encargados cinco y dos meses, respectivamente.
Por lo que apenas el Legislativo aprobó la censura y destitución de su "valiosa, valiente y comprometida" ministra, el Mandatario le agradeció en cadena nacional y anunció su reemplazo: el general Pazmiño Castillo.
El oficial en servicio pasivo tiene una larga trayectoria en la rama de antinarcóticos, que lo llevó a ser el director nacional en la materia. También fue director nacional de la Policía Judicial, comandante de la Zona 8 de Quito, director general de Operaciones, Jefe de Estado Mayor y Comandante General de la Policía.
En su trayectoria policial, Pazmiño incluso fue condecorado con la 'Gran Cruz del Orden y Seguridad Nacional' por el mérito profesional, en 2014, por el entonces ministro del Interior, José Serrano.
El mismo Pazmiño tampoco demoró en replicar a la designación. 80 minutos después del anuncio de su nuevo cargo, el funcionario anunció en su cuenta de Twitter que continuará con el fortalecimiento de la Policía Nacional y que trabajará por la seguridad y la paz.
El comandante general de la Policía, Patricio Carrillo, también mostró su satisfacción con el nombramiento, al que calificó de histórico por darle una naturaleza policial a la entidad civil.
Según el presidente Moreno, Pazmiño ha estado cerca de las decisiones importantes que se han tomado. Y ratificó que su tarea se enfocará en los temas de seguridad, "que tanto preocupan a todos y que lamentablemente se verán agravados por la crisis social y económica".
Sin embargo, esta ya era su tarea como viceministro del Interior o de Seguridad, cargo que ocupó desde el 19 de febrero de 2019 y en el cual ofreció fortalecer la seguridad ciudadana.
¿Y la política dentro del Ministerio de Gobierno?
Además del cambio radical en el despacho del Ministerio, el viceministro de Gobernabilidad, Chrystiam Cevallos, también es relativamente nuevo, ya que reemplazó a Felipe Abril, funcionario de confianza de Romo, hace seis semanas.
Por lo que no queda claro cuál será el manejo político del Ministerio de Gobierno a partir de ahora. Y la tarea, que en manos de la exministra resultó compleja, todavía es necesaria para el Ejecutivo.
El gobierno de Moreno tiene demasiados compromisos que cumplir. Especialmente si quiere pasar las reformas legales esperadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), en los seis meses que le restan de gestión. Y el más urgente es un proyecto anticorrupción este mismo año.
Asimismo, los problemas que la administración de Romo tuvo que enfrentar siguen ahí: el descontento social, los conflictos sociales por problemas locales (como la minería), la inseguridad en la frontera norte, la regularización de venezonalos, los crecientes índices de delincuencia, la emergencia carcelaria, el bloqueo legislativo, la polémica estafa al Instituto de Seguridad Social de la Policía (Isspol), la corrupción generalizada.
Y, aunque el presidente Moreno dijo que no dejarán de lado los temas de corrupción tras la salida de Romo, no hay señales de quién llevará la batuta en los temas que no se limitan a la seguridad ciudadana: si el mismo Pazmiño o alguien más.
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