México aún no decide la suerte de su huésped: Jorge Glas
La canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, informó que hasta el pasado sábado la oficina diplomática de México en Ecuador no decidía sobre el asilo a Jorge Glas.
Exteriores de la Embajada de México en Quito, donde reside Jorge Glas en calidad de huésped, enero de 2024.
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Jorge Glas se ha convertido en un huésped casi permanente de la Embajada de México en Quito, donde reside desde diciembre de 2023, luego de una orden de la Fiscalía, con fines de investigación en el llamado Caso Reconstrucción de Manabí.
En medio de la investigación fiscal, Glas se refugió el 17 de diciembre del año pasado en la embajada mexicana, país al que pidió asilo, y el cual aún no ha sido concedido.
Sobre esto, la canciller de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, mencionó en una rueda de prensa este 24 de enero, que conoce que México aún no decide el futuro del exvicepresidente correísta.
"Con la embajadora de México (Raquel Serur), tuvimos una conferencia el día sábado y dijo que su país todavía no ha tomado una decisión de otorgar o no el asilo a su huésped", señaló Sommerfeld.
Agregó que Glas sigue en el país, en la sede diplomática mexicana, y donde se mantiene un resguardo y control policial en los exteriores.
El pasado 5 de enero de 2024, la justicia ecuatoriana ordenó la prisión preventiva del exvicepresidente Jorge Glas, en medio de una investigación en su contra por un presunto peculado.
La entidad señaló en un comunicado que su titular, Diana Salazar, solicitó a un juez de la suprema Corte Nacional de Justicia que "dicte prisión preventiva" para Glas, lo cual "fue aceptado".
Glas y otros dos exfuncionarios del gobierno del expresidente socialista Rafael Correa (2007-2017) son enjuiciados por un supuesto peculado en obras públicas contratadas luego de un devastador terremoto en 2016.
El exvicepresidente (2013-2017) lideró un comité para la reconstrucción de zonas afectadas por el sismo en Manabí, para lo cual el gobierno recaudó unos USD 1.614 millones de aportes obligatorios de los salarios de todos los empleados y el alza temporal del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Se trata de un proceso distinto para Glas, puesto que en diciembre de 2017 ya fue condenado a seis años de cárcel por la trama de corrupción en el caso Sobornos. En 2022 obtuvo su libertad condicional.
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