La 'mesa chica' del presidente Moreno quedó aún más chica
El presidente Lenín Moreno durante el Gabinete Ampliado en Salinas, el 17 de julio de 2020.
Presidencia
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Los puestos en la 'mesa chica' -a la que solo se sientan los funcionarios de absoluta confianza del primer mandatario- nunca han sido fijos, pero durante la pandemia de covid-19 esa parte selecta del gabinete también tuvo bajas.
Solo durante el estado de excepción, el Ejecutivo tuvo 16 bajas y la última fue, justamente, uno de los integrantes de esta instancia: Iván Granda, exministro de Inclusión Social.
Y de la mesa inicial, que llegó con el presidente Lenín Moreno al poder el 24 de mayo de 2017, solo quedan dos figuras: Andrés Michelena, ahora ministro de Telecomunicaciones, y Johana Pesántez, quien desde ese día ha sido la Secretaria Jurídica de Carondelet y la única que no ha cambiado de cargo.
La última 'mesa chica', que tuvo cierta estabilidad, estuvo conformada por los principales consejeros y gente de confianza del Mandatario:
- El exvicepresidente Otto Sonenholzner
- El exministro de Energía, José Agusto
- La ministra de Gobierno, María Paula Romo
- El exministro de Finanzas, Richard Martínez
- El exsecretario ministro de Inclusión, Iván Granda
- El ministro de Telecomunicación, Andrés Michelena
- El secretario General de Gabinete, Juan Sebastián Roldán
- La secretaria Jurídica de la Presidencia, Johana Pesántez
- Y el exconsejero presidencial, Santiago Cuesta
Los miembros del movimiento Ruptura, ahora rebautizado como Construye, Romo y Roldán fueron las últimas incorporaciones fijas a esta instancia y han demostrado ser piezas clave del Ejecutivo. Los demás se fueron quedando en el camino.
La última baja importante fue la del exministro de Finanzas, Richard Martínez, quien cedió su puesto en la mesa a Mauricio Pozo.
El antes y el después de la 'mesa chica'
La mayoría de bajas en la mesa privada de Moreno se han dado por polémicas de diversa índole. Basta con recordar la salida de su primer secretario General, Eduardo Mangas o de su consejero y amigo personal, Santiago Cuesta.
Ahora, a siete meses de que Moreno deje el poder y con un juicio político que busca la cabeza de su principal operadora política, María Paula Romo, aquel cónclave podría reducirse aún más.
Las últimas incorporaciones a la mesa -como la vicepresidenta, el ministro de Energía o la secretaria de comunicación-, si bien ocupan cargos importantes en el gabinete no tienen el peso político que ayude al Ejecutivo en su gestión de lo que le queda de periodo.
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