Cuatro fuerzas deberán buscar acuerdos para lograr mayoría en la Asamblea
Ninguno de los candidatos que pasó a segunda vuelta tiene una mayoría consolidada en la nueva Asamblea. Las bancadas deberán negociar para alcanzar los 70 votos necesarios para nombrar sus autoridades.
El espacio de las autoridades de la Asamblea en el Legislativo. Imagen referencial.
AN
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La nueva Asamblea Nacional tendrá cuatro fuerzas políticas con bancadas, pero ninguna alcanzó los 71 votos para tener mayoría. Por esta razón, se verán forzadas a hacer negociaciones para su primera decisión: nombrar las autoridades legislativas.
La sesión inaugural de la Asamblea será a finales de octubre, pero no tiene fecha definida.
Según el calendario electoral, la entrega de credenciales para los asambleístas será el 26 de octubre de 2023. Al día siguiente, los legisladores ya podrán posesionarse, aunque se podrán tardar un par de días más.
Normalmente, la sesión inaugural de la Asamblea es el 14 de mayo. Pero por ser estas unas elecciones extraordinarias, los mismos legisladores deberán decidir cuándo comienzan a trabajar.
Lo más importante será la definición de las autoridades de la nueva Asamblea, que se deberá decidir en la sesión inaugural.
Dichas negociaciones comenzarán probablemente antes de que los legisladores se posesionen, pero después del 15 de octubre, fecha de la segunda vuelta electoral. Es decir, los asambleístas tendrán unos 10 días entre la segunda vuelta y su posesión para llegar a acuerdos sobre quién dirigirá la Asamblea los 18 meses que esté en funciones.
Las decisiones de la sesión inaugural
La sesión inaugural estará presidida por las cabezas de las tres listas nacionales más votadas: Pierina Correa (Revolución Ciudadana), Patricio Carrillo (Construye) y Valentina Centeno (ADN).
En dicha sesión, los tres asambleístas estarán en funciones sólo hasta que se decidan quiénes serán el nuevo presidente y dos vicepresidentes del Legislativo.
Para decidir esto, se necesitan al menos 70 votos de los asambleístas. Puede ser mocionado para la Presidencia y las Vicepresidencias cualquier legislador de cualquier organización política.
Ninguna de las fuerzas políticas que llegará a la Asamblea tiene, por sí sola, los 70 votos. Por lo tanto, deberán llegar a acuerdos. Y el escenario dependerá mucho del resultado de la segunda vuelta presidencial.
Si Luisa González, Revolución Ciudadana, llega ganar el balotaje, al correísmo le faltan 18 asambleístas para lograr mayoría y quedarse con el control de la Asamblea.
Si gana Daniel Noboa, de la alianza ADN, en cambio, el panorama es más difícil, pues llega con una bancada (ADN) de apenas 12, por lo que le faltan 58 apoyos para controlar la presidencia del Legislativo. Este escenario sería más cercano al que enfrentó Guillermo Lasso.
Un tercer escenario sería que Construye o el Partido Social Cristiano logren completar los 70 votos para ellos conseguir el control de la Asamblea, dejando fuera al correísmo o a la bancada ADN. Los apoyos de estas dos bancadas serán cruciales para definir el futuro de la Asamblea.
El panorama para Lasso
El presidente Guillermo Lasso deberá convivir con la nueva Asamblea entre la fecha de su posesión, a finales de octubre, y la posesión del nuevo gobierno, a inicios de diciembre. Es decir, el Presidente tendrá un mes y medio para enviar nuevos proyectos de ley.
Lasso podría aprovechar para enviar a este Legislativo nuevos proyectos de ley que tiene pendientes, sobre todo aquellos que fueron negados por la Corte Constitucional: la Ley de Zonas Francas, la de Créditos Educativos y la Ley de Quiebras.
Además, el Ejecutivo tiene pendientes la reforma laboral y la reforma sobre el IESS, que se han anunciado como posibles temas económicos urgentes o que el Presidente podría enviar a la nueva Asamblea.
Del lado de la Asamblea, tanto el correísmo como ADN han anunciado su intención de revisar la reforma tributaria, el único decreto ley que la Corte Constitucional aprobó. Los legisladores tienen la potestad de modificarla o derogarla.
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