Lula promete un crecimiento económico impulsado por el Estado
La victoria presidencial de Lula representa un regreso de la izquierda en Brasil, y el renacimiento del líder populista encarcelado durante 19 meses por condenas de soborno.
Luiz Inácio Lula da Silva vuelve a la presidencia de Brasil. 30 de octubre de 2022
EFE
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Brasil llegó a una segunda vuelta presidencial más dividido que nunca. Y la polarización en el país se ahondará aún más, avizoran analistas políticos, luego de la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva.
El expresidente brasileño (entre 2003 y 2010) logró regresar al Palacio de Planalto por tercera vez, gracias a más del 50,8% de apoyo electoral. Derrotó con una apretada ventaja al actual mandatario Jair Bolsonaro, quien obtuvo el 49,1% de votos.
Lula votó temprano en una escuela de São Bernardo do Campo, en Sao Paulo, donde llegó con su compañero de fórmula Geraldo Alckmin, y otros miembros de su equipo.
Su victoria representa un sorprendente regreso del líder izquierdista, que fue encarcelado durante 19 meses por condenas de soborno. Pero también marca el ejemplo más significativo del giro a la izquierda de América Latina.
El presidente electo ha prometido volver al crecimiento económico impulsado por el Estado y a las políticas sociales de sus anteriores mandatos.
Según Lula, en su gobierno logró sacar a millones de personas de la pobreza durante el auge de las materias primas.
También ha asegurado que combatirá la destrucción de la selva amazónica, que se encuentra en su punto más alto de 15 años. Y dijo que convertirá a Brasil en un líder en las conversaciones mundiales sobre el clima.
Minutos antes de que el Tribunal Electoral oficialice la victoria, Lula colocó un mensaje en su cuenta de Twitter con la palabra "Democracia".
Un político popular
Luiz Inácio Lula da Silva nació en la pobreza hace 77 años y lideró huelgas sindicales contra el Gobierno militar de Brasil. Luego fundó el Partido de los Trabajadores en la década de 1980.
Su campaña se centró en pedir a los votantes que defiendan la democracia de Brasil del "neofascismo" de Bolsonaro.
Y en sus intervenciones previo a la segunda vuelta dijo que el actual Mandatario brasileño no tenía condiciones psíquicas para gobernar.
"Un ciudadano de esos, descontrolado, no tiene condiciones psíquicas de gobernar" un país del tamaño de Brasil, señaló.
Lula, a quien el expresidente estadounidense Barack Obama llamó alguna vez "el político más popular de la Tierra", pasaba hasta 23 horas al día aislado en una celda en 2019.
Estaba condenado a 20 años en prisión por aceptar sobornos, dentro de la trama de corrupción conocida como "Lava Jato", y que involucra a la constructora Odebrecht.
Pero el año pasado, el Supremo Tribunal Federal de Brasil dictaminó que el juez que procesó los casos contra Lula no fue imparcial.
Esta primera victoria en los juzgados abrió la puerta para la candidatura oficial de Lula, un extrabajador metalúrgico y con una educación que llegó al quinto grado.
Por más de un año se mantuvo como favorito en las encuestas, aunque recientemente enfrentó la remontada electoral de Bolsonaro.
Hoy, el exlíder sindical regresa al centro de la palestra pública. Dice que está listo para retomar el poder de la nación más grande América Latina, con 217 millones de habitantes, y para llevarla de nuevo por la senda izquierdista.
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