Lasso posterga la reestructuración de la cúpula de la Policía
El Presidente anunció la baja de dos generales y dio un plazo al comandante para la captura del principal sospechoso del femicidio de Belén Bernal. Ninguna de esas dos medidas se ha hecho efectiva y la anunciada reestructuración policial no se concreta.
El presidente Guillermo Lasso y su esposa reciben el saludo protocolar de los oficiales de la cúpula policial, el 26 de septiembre de 2022, en la Escuela Superior de Policía.
Flickr / Presidencia de la República
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Tras el hallazgo del cuerpo de María Belén Bernal, asesinada en la Escuela Superior de Policía (ESP), el presidente Guillermo Lasso anunció una reestructuración en la cúpula policial. Este cambio, supuestamente, inició con la destitución de dos generales.
El Presidente dio plazo de una semana a Fausto Salinas, comandante General de la Policía, para que capture al teniente Germán Cáceres, esposo de la víctima e instructor de la Escuela Superior de Policía.
Todo eso, mientras pedía al mando policial y a casi 300 oficiales su baja firmada por adelantado. Tras una evaluación, el Presidente decidiría quiénes continuarían en la Policía.
Han pasado 10 días desde esos anuncios y ninguno se ha cumplido.
La mañana del lunes 3 de octubre de 2022, el ministro del Interior, Juan Zapata, dijo en una entrevista televisiva que en las siguientes horas el Presidente haría un anuncio sobre el futuro de Salinas.
Horas más tarde, el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, confirmó que el Comandante General de Policía se mantendrá en el cargo por el momento, ya que "no queremos afectar los procesos que están en marcha".
En horas de la noche, el presidente Lasso dijo que "sí, hay plazos que se deben cumplir, si no aplicaremos las decisiones disciplinarias que la circunstancia exige".
La Policía sigue buscando al teniente Cáceres, aunque ya sin plazos de por medio. "Esperamos que la captura, sea vivo", dijo el presidente.
Ponce y Goyes continúan
Otro de los anuncios de la depuración policial, que no se cumplieron, fueron las destituciones de los generales Freddy Goyes y Giovanni Ponce.
El anuncio lo hizo el Presidente el 23 de septiembre, a través de su cuenta de Twitter y en cadena nacional.
Sin embargo, el 3 de octubre, durante una reunión del Alto Mando policial, se vio que Ponce y Goyes todavía forman parte de la institución y que siguen al frente de las direcciones de Seguridad Ciudadana y de Policía Judicial (PJ), respectivamente.
Otro miembro de la Cúpula Policial confirmó a PRIMICIAS que Ponce y Goyes continúan en la entidad, pues "el presidente Lasso comprendió que no se puede acabar con la carrera de dos oficiales, por lo que dicen las redes sociales".
Lasso explicó que "hay procedimientos que deben cumplirse y hay que respetarlos. Pero, la decisión que hemos tomado se va a cumplir con aquellos que hayan cometido faltas. Tampoco podemos actuar afectando la vida profesional de generales de la Policía".
Antes de ser nombrado en la PJ, Goyes fue director de Educación de la Policía y -ocupando ese cargo- habría cometido varias omisiones en el establecimiento de protocolos y normas de seguridad al interior de la Escuela Superior de Policía.
Por ejemplo, según una norma interna, María Belén Bernal no debió ingresar a la dependencia policial la madrugada del 11 de septiembre de 2022, pese a tener la autorización de su esposo, que era instructor allí.
Ponce, en cambio, fue señalado por dar autorización para que Cáceres saliera de la Escuela, el sábado de 10 de septiembre de 2022, pese a que estaba de turno.
El oficial dio su visto bueno para que Cáceres dejara la institución y asistiera a un partido de fútbol de un equipo de policías.
Ponce no ordenó un seguimiento para verificar que, luego de la actividad deportiva, Cáceres regresara a la Escuela de Policía.
En su lugar, el teniente se fue a una fiesta de la que volvió en estado de embriaguez. Eso ocurrió poco antes del femicidio de María Belén Bernal.
Pocos generales en la Policía
La estabilidad de la Policía Nacional es la razón que, según Zapata y Jiménez, ha hecho que el presidente Lasso postergue la reestructuración.
Además, al interior de la Policía Nacional, hay poca disponibilidad de generales que puedan ocupar los cargos que quedarían vacantes si toda, o parte de la cúpula, sale de la institución.
En la Policía hay 19 generales en servicio activo y el Alto Mando tiene 19 puestos. Pero, para que el siguiente grupo de oficiales ascienda a ese rango hay que esperar hasta 2025.
Las normas internas de la Policía establecen que para que un coronel, siguiente en la línea de sucesión, ascienda a general, debe tener cinco años con ese rango. En este momento solo hay coroneles con dos años de antigüedad.
Otro aspecto que complica una renovación total de la cúpula es el nombramiento de un nuevo Comandante General. La designación es de facultad exclusiva del presidente Guillermo Lasso y se escoge entre ternas.
El Presidente recibe los perfiles de los tres generales de mayor antigüedad y elige al nuevo Comandante.
Pero si el Presidente escoge al menos antiguo de la terna, los otros dos generales deben salir de la Policía Nacional. Lo que reduciría más la planilla de generales disponibles para asumir las direcciones de la institución.
Al interior de la Policía no se descarta, que si el presidente Lasso confirma la salida de los generales, las direcciones deban ser asumidas por coroneles.
Si Lasso decide la salida de Salinas, la línea de sucesión es la siguiente:
- Amelio iñíguez, subcomandante General.
- Mauro Vargas, inspector General.
- Giovanni Ponce, director de Seguridad Ciudadana.
- Fausto Olivo, director de Investigación.
- Alaín Luna, director de Logística.
Los tres últimos en la línea de sucesión están en el centro de la polémica por el caso María Belén Bernal. Se investigan posibles omisiones que hayan facilitado el crimen de la abogada de 34 años de edad.
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