Los argumentos pesaron poco en el inicio del juicio político
El primer juicio político presidencial, desde 1979, arrancó en la Asamblea Nacional. Sin informe jurídico, los acusadores optaron por relegar la acusación de peculado y concentrarse en las fallas de la gestión de Guillermo Lasso.
Viviana Veloz (Unes), Guillermo Lasso presidente de la República, Esteban Torres (PSC).
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El presidente Guillermo Lasso llegó a la Asamblea Nacional, para comparecer en su enjuiciamiento político, con un objetivo evidente: diferenciar entre los legisladores que encabezaban la acusación y los demás.
El Mandatario llegó a enfrentar enérgicamente a la correísta Viviana Veloz y al socialcristiano Esteban Torres. A los demás, llamó a la conciencia, a rectificar, a deponer las diferencias políticas, a trabajar por la ciudadanía y a no cometer una ilegalidad en nombre de lo político.
Su exposición parecía un último intento de limar asperezas con el Legislativo; pese a que, en la reciente renovación de autoridades, la oposición se consolidó y mantuvo el control de la Asamblea.
La comparecencia del presidente Lasso constó de más guardaespaldas y acompañantes que minutos de exposición. En el hemiciclo estuvieorn la mayoría de sus ministros y secretarios, también lo acompañaron su esposa María de Lourdes Alcívar y dos de sus cinco hijos.
El Presidente disponía de tres horas para ejercer su defensa y una adicional de derecho a la réplica. Pero apenas utilizó 50 minutos de la primera parte y prefirió no replicar.
Lasso dividió su discurso en tres partes: la respuesta a los acusadores, una lista de los que considera aciertos de su administración y un tramo más conciliador, donde hizo un llamado a respetar las leyes y la institucionalidad.
El Mandatario no entró en detalles específicos, pero con firmeza recordó que el juicio político se lleva a cabo sin un informe jurídico que sostenga las acusaciones, como lo requiere la ley.
Enumeró que su administración no firmó contratos ni adendas entre la Flota Petrolera Ecuatoriana (Flopec) y Amazonas Tanker Pool (ATP), que no hay recomendaciones de la Contraloría para terminar el acuerdo con ATP y que no hubo indicios de responsabilidad penal en el caso.
Efectivamente, los contratos cuestionados de Flopec, por los que la Corte Constitucional (CC) calificó de "mínimamente verosímil" la posibilidad de un supuesto peculado por omisión, se firmaron durante el gobierno de Lenín Moreno.
La polémica tercera adenda, que cambió las condiciones del contrato original, también fue firmada en diciembre de 2020. Sin embargo, en esta administración sí se firmó un documento adicional, en octubre de 2022, que no se llegó a ejecutar y tampoco es el que dio origen al juicio.
Y, como dijo el Mandatario, la Contraloría no recomendó que se termine el polémico contrato ni estableció responsabilidades penales al respecto. Es decir, no se determinó un supuesto peculado en el caso.
Es por ello que, aunque los acusadores insistan, los argumentos del juicio cambiaron durante las comparecencias ante la Comisión de Fiscalización.
La sesión y las acusaciones
“La pelea es peleando”, ese fue el mantra que escogió la oficialista bancada Ecuador para apoyar al presidente Guillermo Lasso, en la Asamblea Nacional.
La oposición mantuvo la acusación de un supuesto peculado, por el perjudicial contrato que la empresa pública Flopec firmó en 2018 y modificó en 2020, pero que, al final, sí representó utilidades a la empresa pública.
Este es el primer enjuiciamiento político de un Presidente, desde 1979. Y la sesión tuvo de todo, menos un informe jurídico que sustente la acusación. Por eso el juicio se inició por una resolución plenaria.
El correismo anunció su arribo al hemiciclo con gritos. Al ritmo de “Ecuador, Ecuador, Ecuador”, entraron hasta el fondo del salón para tomarse una foto, en formación de coro colegial.
Mientras que el oficialismo se limitó a poner banderas tricolores y mensajes en sus curules: juicio ilegal y viva la democracia.
La sesión 872 del Legislativo empezó con 109 de 137 asambleístas, una seguridad abrumadora, manifestantes en los exteriores y media hora de retraso.
Después de que se leyera la resolución que aprobó el pleno y único documento con el que arrancó el juicio político, inició la acusación de Viviana Veloz, de Unión por la Esperanza (UNES).
Durante 1 hora con 21 minutos, la legisladora correísta hizo un resumen de las acusaciones originales para el juicio, pero que se desvanecieron durante las comparecencias en la Comisión de Fiscalización.
Revivió los nombres de Hernán Luque, Rubén Cherres y Danilo Carrera, pese a que no se determinó ninguna conexión entre ellos y el cuestionado contrato.
Por eso, se dedicó a enumerar lo que consideraba fallas de la gestión presidencial. Según la asambleísta Veloz, la calificación de admisibilidad de la Corte Constitucional avala los argumentos aceptados para censurar y destituir al Presidente.
Reiteradamente, la acusadora recriminó al presidente Lasso por no haber solucionado los problemas de los indígenas, afros, montubios, agricultores, hasta los acusó de los femicidios. Pero no por el supuesto peculado.
Su intervención estuvo acompañada de videos con conversaciones inentendibles, la banda sonora de la famosa trilogía de 'El Padrino' y ayudas visuales, como documentos gigantes.
Finalmente, Veloz hizo la moción para censurar y destituir al presidente Lasso. Agregó que esta no sería una pena suficiente, sino que "hace falta que la Justicia lo envíe a la cárcel".
Aclaró que se trata de un juicio político y no penal, por lo que no deben probar el peculado, sino la responsabilidad política de Lasso sobre el mal manejo de los recursos de Flopec.
Después de esos 80 minutos, en los que la mayoría de legisladores se dedicaron a conversar entre ellos, leer documentos o revisar celulares, Veloz terminó su discurso.
Pocos se enteraron de lo que Veloz argumentó, pero, en medio de gritos y aplausos, sus compañeros de bancada se acercaron para abrazarla y felicitarla.
El siguiente en tomar la palabra, por 35 minutos, fue el segundo acusador, que prácticamente no participó del proceso previo en la Comisión de Fiscalización, el asambleísta Esteban Torres, del Partido Social Cristiano (PSC).
En un enérgico discurso, el legislador dijo que no se puede dejar por fuera las falencias de la administración del Ejecutivo.
Aunque la causal del juicio es el supuesto peculado en un contrato específico, Torres aprovechó la tarima para insistir en que era el momento de hablar de la demora en entrega de cédulas y pasaportes, la falta de patrulleros y chalecos antibalas para la Policía y de las cifras de desempleo.
Dijo que no se debe limitar el juicio del presidente Lasso al argumento calificado por al Corte Constitucional, sobre el cual insistió en varias ocasiones que fue declarado “verosímil”.
Miles viajaron para apoyar a Lasso
El juicio político de Guillermo Lasso se vivió en el hemiciclo de la Asamblea, pero también en las calles aledañas. Desde las 05:00, decenas de buses con simpatizantes del Presidente y del Gobierno llegaron a la capital desde diferentes provincias del país.
Su presencia fue voluntaria y espontanea, dijeron quienes hacían las veces de coordinadores. Aunque la mayoría era de servidores públicos de distintas entidades del Ejecutivo.
Darío Herrera, ministro de Transporte, dijo que si bien son funcionarios, no fueron obligados, sino que fue una demostración voluntaria de apoyo. Incluso, aseguró que este día será descontado a cada trabajador con cargo a sus vacaciones.
La aglomeración de personas dio paso, además, al comercio informal. Se vendieron banderas, gorras, cornetas, comida y bebidas.
La multitud de gente, con camisetas blancas, de la selección ecuatoriana o con distintivos de sus provincias, se repartió entre el Parque El Arbolito, la calle Juan Montalvo, en los exteriores de la Contraloría General y de la Asamblea, y la avenida Gran Colombia, frente al Hospital Eugenio Espejo.
En cada sitio se ubicaron pantallas gigantes y sistemas de amplificación de sonido. A través de estos aparatos se reprodujo la intervención de Lasso en el Pleno de la Asamblea.
Pero, durante el resto de la mañana y parte de la tarde, en cambio, se reprodujo música. En los parlantes sonaron canciones alusivas a la Selección de Fútbol de Ecuador y temas interpretados por Juan Fernando Velasco, exministro de Lenín Moreno.
Incluso, hubo tiempo para repetir varias veces el popular 'A mi lindo Ecuador', tema interpretado por Pueblo Nuevo, uno de los grupos musicales de cabecera del correísmo.
El sol y el cansancio del viaje hizo que los simpatizantes del Gobierno se redujeran en número tras la llegada de Lasso a la Asamblea. Muchos se ocultaron del sol en el Parque El Arbolito, mientras degustaban las gaseosas y los sánduches que sus coordinadores les entregaban.
Pocos se quedaron hasta que Lasso terminó de dar de discurso. Y con la salida del Presidente del Palacio Legislativo, todos se fueron y se empezaron a desmontar las pantallas y los parlantes. Ya nadie se quedó para la segunda jornada del juicio, que se reinstaló a las 15:00.
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