Corrupción hospitalaria: "Insumos médicos sin permiso ponen en riesgo la vida de los pacientes"
Cristina Murgueitio, directora de la Asociación de Distribuidores de Dispositivos Médicos, asegura que los proveedores que tienen sus papeles en regla compiten en desigualdad en contra redes de corrupción.
Cristina Murgueitio, directora ejecutiva de Asedim.
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El problema del desabastecimiento de medicamentos y dispositivos persiste en la red pública de salud. Mientras tanto, las empresas que se encargan de la provisión de estos insumos, piden controles para poder participar en igualdad de condiciones en los procesos de contratación pública.
La Asociación de Distribuidores e Importadores de Productos Médicos (Asedim) ha detectado varios problemas en la compra de insumos médicos, tras constantes monitoreos a los procesos en el Sistema de Compras Públicas. Entre ellos, que una gran parte de los proveedores que venden al sector público ni siquiera tiene permiso de funcionamiento, uno de los requisitos legales para hacerlo.
En diálogo con PRIMICIAS, Cristina Murgueitio, directora ejecutiva de Asedim, dijo que los proveedores agrupados, que cumplen con la normativa, sienten que juegan en condiciones de desigualdad. Por ello, propone que el Sercop revise al menos los requisitos antes de permitir que cualquier empresa participe en los procesos de compra de insumos médicos para los hospitales.
¿Por qué sigue el desabastecimiento en los hospitales públicos? ¿Hay una explicación?
La explicación es que, mientras existe caos, se puede seguir robando. El desabastecimiento no se debe a falta de recursos, se debe a una mala administración por parte de las entidades públicas en cómo deben llevar esa planificación.
Si tienes un control sobre tu producción hospitalaria diaria, semanal, mensual, puedes saber si atendiste, por ejemplo, 200 apendicitis en un mes, y saber qué paquete de insumos y medicamentos necesito para esas 200 apendicitis. Entonces, proyecto 200 por los 12 meses.
Pero eso no existe. No existe esa evaluación del servicio de salud para planificar adecuadamente. Y una prueba de ello es que la data que te da el Ministerio de Salud Pública es por atenciones. Entonces nos dicen que el año pasado tuvimos 50 millones de atenciones. La pregunta es: ¿qué te dice eso? ¿Atenciones de qué? ¿Cuántas son reiterativas?
De esos 50 millones, ¿cuántos ciudadanos se atendieron durante ese año? Porque la data macro te puede decir que una persona fue 365 veces al Ministerio, lo cual es falso. Hay gente que nunca va, ni al IESS.
Por lo tanto, no puedes planificar adecuadamente. Y ahí tienes un problema serio: no estás comprando planificadamente y estás comprando mediante ínfimas cuantías, que es la excepción. O implica que los pacientes tengan que salir a comprar, aunque estos productos no pueden venderse directamente al consumidor; tienen que venderse directamente a los hospitales.
En Asedim hacen análisis de los procesos de compras de insumos médicos. ¿Qué han logrado identificar?
Desde 2016 empezamos a hacer un levantamiento de información y nuestro primer hallazgo fue que el 50% de los proveedores que fueron adjudicados en procesos de dispositivos médicos no cumplían con la ley.
Para comercializar dispositivos médicos tienes que tener un permiso de funcionamiento otorgado por Arcsa y cumplir con una buena práctica de almacenamiento o de manufactura.
Nosotros detectamos este problema y el Sercop no está verificando las incapacidades o inhabilidades que tienen los proveedores cuando solicitan el RUP (registro único de proveedores del Estado). La última data que tenemos del es que se adjudicaron a proveedores que no cumplían con la ley en un total de USD 145 millones.
Como levantamos estas alertas, han empezado a disminuirse los casos y los proveedores ya obtienen permisos de funcionamiento. Ahí Arcsa juega un papel importantísimo, porque tiene que verificar que cumplan con la ley, que realmente sean establecimientos y que no sean empresas que se crean para lavar activos, participar y entregar cualquier cosa.
¿El Sercop es quien debería verificar estos permisos?
Sí, pero también el Ministerio de Salud Pública y Arcsa. Nosotros hemos insistido a las autoridades en la necesidad del trabajo articulado en los controles, y ahí tenemos un serio problema porque el Ministerio le pide al Sercop que haga el control y ellos le dicen que no, que sus unidades son las que tienen que controlar.
Nosotros hemos discrepado con las autoridades del Sercop pasadas, y no hemos logrado tener una reunión profunda sobre este tema con la directora actual.
Hemos enviado al Presidente de la República, a la Comisión de Régimen Económico y a la Comisión de Salud de la Asamblea la identificación de estos USA 145 millones, que no es un monto menor.
Además en algunos procesos hay que hacer un seguimiento de qué producto se entregó, porque existe la posibilidad de que sea producto objeto de contrabando o producto falsificado. Hemos tenido el caso de tirillas de uroanálisis falsas entregadas en unidades médicas y nadie hizo nada.
¿Qué efectos puede tener sobre la gente tener insumos vendidos por proveedores sin permisos?
Los efectos son gravísimos. El hecho de que tú tengas un proveedor sin permisos es que tú puedes recibir producto que llega sin ningún control. La trazabilidad y las buenas prácticas de almacenamiento y transporte son indispensables para que el producto funcione.
Los proveedores formales tienen un seguimiento desde que sale de casa matriz hasta el momento en que llega a Ecuador, se desaduaniza y va una bodega que cumple con estándares internacionales.
Y ahí tenemos un grave problema. Las bodegas hospitalarias en este país no cumplen estándares internacionales. Entonces, por supuesto, se pueden dañar, pueden dar resultados positivos o negativos falsos o erróneos. Puede que en el momento en que estás en un quirófano, no funcione de forma correcta.
¿Qué pasa si tú recibes producto falsificado u objeto de contrabando? Estás poniendo en riesgo la vida de los pacientes. Solamente en este caso de las tirillas de uroanálisis, estas te dan la posibilidad de confirmar cuántas enfermedades tiene un paciente. Y si utilizaste tirillas falsas, quiere decir que hay pacientes que recibieron un falso diagnóstico y que su vida puede estar comprometida y que nadie se ha hecho nada al respecto.
¿La falta de permisos se ha detectado sólo en las ínfimas cuantías o también en las subastas inversas que se usa para la compra de insumos médicos?
En todos. Por eso necesitamos hacer un análisis de la calidad del gasto ya. Hemos solicitado al Sercop que nos dé información sobre qué análisis se ha realizado en relación a la calidad de los productos que está comprando el Estado y no hemos tenido respuestas.
En PRIMICIAS hemos detectado un buen número de procesos de compra de insumos médicos por montos muy altos que se hacen sin anticipo o en el que el proveedor renuncia al anticipo. ¿Esto es normal? ¿Un proveedor puede importar equipos sin anticipo?
Hay muchos que se arriesgan. Hemos insistido, sobre todo desde la época de pandemia, en la necesidad de los anticipos, pero las instituciones no te dan.
En dispositivos médicos, no tienes el stock acumulado o disponible siempre. Tú no puedes tener 15 tomógrafos almacenados. No puedes. La lógica en dispositivos generalmente es que te adjudican el proceso y tú procedes a importar.
Entonces ahí sí te generan alertas.
La falta de un anticipo también puede afectar la libre competencia, porque podrán participar sólo las empresas que tienen recursos para comenzar un proceso de importación con sus propios recursos... ¿Están jugando en desventaja?
Por supuesto, la falta de control por parte del Estado ha generado competencia desleal y en este momento están ganando procesos los que no cumplen con la ley. El Estado no está haciendo los controles necesarios y está poniendo en desventaja a los que sí cumplen con la ley, a los que cumplen estándares, a los que están preocupados por entregar producto de calidad de innovación.
Y además tienes un historial de falta pago por parte del Estado, que implica costos al proveedor. ¿Por qué detienes pagos? Estamos en una crisis en este momento, claro, pero hay opciones de pagos alternativos.
Hay opciones como compensación de deuda, el que me permitan utilizar ese CUR que me deben para pagar impuestos. Estamos solicitando que se puede hacer lo mismo con aranceles.
Pero aún si no tuviéramos esta crisis específica. ¿Por qué había hospitales que pagan a proveedores nuevos, pero siguen teniendo rezagados procesos por pagar cuando estuvieron planificados y cuando cumplen con todos los parámetros para que se pague? Y la respuesta es corrupción.
¿Cuál debería ser el papel del Sercop?
Yo creo que no están haciendo los controles adecuados y tampoco existe el conocimiento suficiente para la aplicación de la ley.
El régimen especial no es malo. Tiene que ser regulado. Pero si yo tengo que comprar repuestos de una marca en específica, puedo hacerlo a través de régimen especial. ¿Por qué tengo que hacer un proceso de subasta? Y las unidades médicas lo hacen, que es absurdo porque es un desperdicio de tiempo. Ahí existe una falta de conocimiento de la normativa.
Un problema grande es del temor hacia la Contraloría. Pero si es que los funcionarios argumentan técnicamente cada una de sus actuaciones, no deberían tener temor a la Contraloría.
Y ahí hay que hay que ver el trasfondo, ¿cómo estamos creando fichas técnicas? ¿Cómo estamos haciendo la evaluación de tecnología? No hay un procedimiento. Es el que más contactos tiene, y es una franja gris de corrupción.
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