La inseguridad, un problema urgente que hereda el gobierno de Guillermo Lasso
La delincuencia organizada es uno de los factores transversales de la inseguridad en Ecuador y la frontera con Colombia es uno de los puntos clave.
Operaciones rivereñas de seguridad en el sector de Limones, cantón San Lorenzo, el 19 de abril de 2021.
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Delincuencia organizada, control de la frontera norte, crisis carcelaria, migración irregular, contrabando, narcotráfico. Estos son algunos de los problemas de inseguridad que deberá enfrentar el presidente electo, Guillermo Lasso, desde el 24 de mayo.
Son problemas latentes del país, con los que ha lidiado el gobierno de Lenín Moreno y que no ha podido resolver y algunos hasta se han agudizado, exacerbados también por la pandemia de Covid-19 y la crisis económica.
Sin embargo, el futuro mandatario quiere adelantarse. Para ello viajó a Bogotá para tratar asuntos comerciales y de seguridad nacional con el presidente Iván Duque, en la Casa de Nariño.
La cita sirvió para que ambas autoridades pongan sobre la mesa las preocupaciones de cada administración y los problemas bilaterales que enfrentan. Los dos principales ejes mencionados fueron:
- El ingreso inmediato de Ecuador como miembro pleno de la Alianza del Pacífico.
- La cooperación en seguridad contra "el crimen internacional, el narcotráfico y el terrorismo".
Sin embargo, Lasso no es el primero en afianzar esas relaciones desde antes de posesionarse. Moreno hizo lo mismo en 2017 al visitar a Juan Manuel Santos, entonces mandatario colombiano.
Y Rafael Correa inició los gabinetes bilaterales con el vecino país en 2012. El primero fue en Tulcán y la declaración presidencial final tenía 10 ejes en materia de seguridad, para la lucha contra los pasos informales, narcotráfico, contrabando, trata de personas.
Este 20 de abril de 2021, en la Casa de Nariño, en Bogotá, tanto el presidente electo ecuatoriano y el mandatario colombiano repitieron algunas de esas promesas y compromisos.
Los puntos críticos
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Narcotráfico, crimen organizado y frontera norte
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Hay 17 grupos que se mueven del lado colombiano y tratan de infiltrarse en el país por los 600 kilómetros de frontera a lo largo de las provincias de Sucumbíos, Carchi y Esmeraldas. Desde Carchi y Esmeraldas, a través del puerto colombiano de Tumaco, estos grupos buscan introducir al país droga para movilizarla a los puertos de la Costa ecuatoriana, para luego enviarla a Centro y Norteamérica y hacia Europa. Mientras que desde Sucumbíos, se presume, se está utilizando el corredor amazónico para llevar estas sustancias hacia Brasil. En 2020, se decomisaron 128.432 kilos de droga. Esa cifra fue 61,49% más alta que la de 2019 y es la más alta de la historia. Pero, según la tendencia, ese récord se volverá a romper en 2021. Entre enero y febrero de 2021, la Policía Nacional decomisó 22.629 kilos de narcóticos. Esta cantidad es 35,36% mayor a la decomisada en el mismo período de 2020.
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Inseguridad interna
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En cuanto a los niveles de inseguridad y violencia interna, Ecuador cerró 2020 con las peores cifras de los últimos seis años. Estos indicadores se miden, principalmente, con la tasa de muertes violentas por cada 100.000 habitantes. Luego de años de una tendencia a la baja, desde 2019, Ecuador empezó a subir nuevamente su cifra de homicidios intencionales. Y en 2020, tras el confinamiento por el Covid-19, la tasa bordeó los siete puntos. Además, el incremento de la inseguridad e, incluso, de los casos de sicariato hizo que el Gobierno instale comités de seguridad en todas las provincias. Por ejemplo, solo en Manta, en cuatro días se produjeron cinco atentados tipo sicariato y el ministro de Gobierno se movilizó a la zona.
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Crisis carcelaria
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La masacre de 79 presos, ocurrida el 23 de febrero de 2021, es solo una de las señales más crudas del grave problema que atraviesa el sistema carcelario ecuatoriano. La violencia al interior de los pabellones, generada por la guerra de bandas criminales, está fuera de control. De allí que en 2019 y 2020, las cárceles ya vivieron tiempos de crisis. Esto sin contar con la falta de presupuesto, el hacinamiento, la falta de guías penitenciarios suficientes, la infraestructura deteriorada. Por lo que el sistema entero necesita de rehabilitación.
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