El Hospital de Bahía se construye sobre un terreno ajeno
El vicepresidente Otto Sonneholzner recorrió el 4 de junio de 2020 la construcción del Hospital de Bahía.
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En un terreno de 3,8 hectáreas en Bahía de Caráquez, provincia de Manabí, se alzan ya las primeras columnas de lo que será el hospital de esa ciudad. Es la concreción de un ofrecimiento que se le hizo a la población de Bahía desde 2016, cuando un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter azotó a Manabí y arrasó con esa ciudad.
El hospital, sin embargo, se construye sobre un terreno que no está a nombre del Estado. Las 3,8 hectáreas son parte de un lote más grande, de 20 hectáreas, que pertenece a dos empresas que aún tienen deudas con la banca cerrada tras la crisis de 1999.
Los representantes de las empresas son 'deudores de buena fe', como se llama a las personas que tienen deudas con las instituciones financieras que quebraron y que no pudieron pagarlas.
Por esa razón, el terreno tiene embargos, litigios, acreedores y problemas que se arrastran desde hace años. Pero aún así fue seleccionado para levantar el nuevo Hospital Miguel Hilario Alcívar de Bahía, que reemplazará al que quedó en escombros después del terremoto.
Un terreno con problemas
Ricardo Ruperti es el apoderado de sus sobrinas, las accionistas de Mar Grande y Silalin. Estas dos empresas son, en papeles, las dueñas del terreno.
Las empresas mantenían deudas con instituciones financieras que quebraron en el feriado bancario. Parte de esas obligaciones pasó al Banco Central del Ecuador. Pero tras más de 20 años, no logran saldarlas.
El lío legal del terreno es largo. Ruperti señala que se ha reunido con innumerables funcionarios públicos para plantearles su caso y ver la posibilidad de pagar esas deudas con el terreno.
Según Ruperti, la deuda asciende a USD 140.000 y el terreno tiene un valor comercial de USD 2 millones. Por eso, esperaba que el Banco Central rematara el inmueble, cobrara su parte y le entregara el resto del dinero.
La negociación no se concretó. La Superintendencia de Compañías liquidó las empresas, pero no sus bienes. Entonces, a 2020, aunque ambas firmas ya no existen, el terreno aún aparece a su nombre.
En medio de este embrollo, aparece Inmobiliar y, en 2017, declara de utilidad pública las 20 hectáreas del terreno, con miras en la construcción del Hospital de Bahía.
Problemas de dinero
Inmobiliar es la institución pública que se encarga de la administración de los bienes del Estado. Por esta razón, es la entidad que declaró la utilidad pública del terreno de Bahía.
Lo hizo a petición del Servicio de Contratación de Obras (Secob), que se encargaría de la construcción del hospital por delegación del Ministerio de Salud.
La declaración de utilidad pública es un paso previo a la expropiación. De hecho, la ley ecuatoriana contempla que el Estado puede reclamar cualquier bien inmueble en aras del interés social, siempre y cuando pague al propietario el valor del bien.
Ronald Baidal, coordinador de Asesoría Jurídica de Inmobiliar, señala que la declaratoria está fundamentada e inscrita en el Registro de la Propiedad del cantón Sucre, del que Bahía es la capital.
La ley establece que, una vez que se declara la propiedad como de utilidad pública, es necesario notificar al propietario y negociar el precio a pagar. Y aquí es donde los problemas comenzaron.
Ruperti explica que se declararon de utilidad pública las 20 hectáreas y le ofrecieron USD 200.000 -un valor de USD 1 por metro cuadrado-. Pero luego cambiaron la declaratoria, y le ofrecieron los mismos USD 200.000 por las 3,8 hectáreas que necesitan para el hospital.
Ruperti dice que no aceptó ese valor. Por tanto, correspondía iniciar un proceso legal.
El Código de Procedimiento Civil establecía los pasos, uno por uno, para el juicio de expropiación. Pero ese cuerpo legal fue derogado en 2017 por la Asamblea. ¿Cómo proceder entonces?
Inmobiliar planteó aún así un juicio de expropiación, que fue inadmitido. Así que comenzó un juicio por consignación, en 2018, y depositó los USD 200.000 en un juzgado.
La situación actual del terreno
El juicio de consignación está en proceso desde 2018. Está planteado contra Mar Grande y Silalim, empresas ya inexistentes. Pero no tiene resolución hasta ahora.
Ruperti señala que ha hablado con abogados y que esa demanda, por ser planteada contra empresas canceladas, no puede prosperar. Además, considera que el juicio de consignación no es la vía para la expropiación de las 3,8 hectáreas del terreno. Está seguro de que los jueces van a darle la razón.
Baidal espera, en cambio, que el juicio llegue a una resolución y puedan tener la propiedad del terreno.
Pero acepta que puede haber un problema más adelante para el Estado, pues cabe la posibilidad de que la sentencia no sea en ese sentido.
Y aunque tienen la declaratoria de utilidad pública, que les permite legalmente ocupar el terreno, el hospital ya se está construyendo sobre una propiedad que no está oficialmente a nombre del Estado.
La duda que surge entonces es por qué se escogió este terreno, si las autoridades sabían los problemas que tenía. Al respecto, no hay una respuesta, porque los trámites comenzaron en la anterior administración de Inmobiliar.
Pero el proyecto sigue en marcha. El 4 de junio de 2020, el vicepresidente Otto Sonnenholzner constató el avance de las obras de construcción del Hospital de Bahía.
“Es una obra que, a pesar de la pandemia, retomará su ritmo. Según lo planificado, será entregada en diciembre, aunque podría existir un retraso de aproximadamente dos meses debido a la emergencia”, comentó el Vicepresidente.
Inmobiliar, además, está en proceso de desaparición. Sus bienes y litigios pasarán en menos de tres meses al Ministerio de Transporte y Obras Públicas, que también heredará las funciones del Secob, el ente encargado de la construcción del hospital.
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