Ecuador repite el guión y ofrece sede en Quito para el nuevo bloque regional
Encuentro de Presidentes de América del Sur 2019, en Chile, el 22 de marzo. Ahí acordaron el nacimiento del bloque PROSUR.
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Ecuador no termina de salir de Unasur y sigue sin definir el destino del edificio que se construyó para el organismo en la Mitad del Mundo, pero el Gobierno ya ofreció "dotar de una oficina de Secretaría en Quito en el momento adecuado" al nuevo bloque político regional: Prosur.
Los cancilleres de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay y Perú firmaron, el 25 de septiembre, en Nueva York la Declaración que permitirá el nacimiento del Foro para el Progreso y la Integración de América del Sur (Prosur).
Este grupo está conformado por los países que iniciaron el proceso de denuncia y salida de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
El cisma político en la región hizo que la mayoría de países decidieran abandonar este organismo -que se creó bajo el auspicio del llamado Socialismo del Siglo XXI- y que desde enero de 2017 no tiene Secretario General, por falta de acuerdos.
En el caso de Ecuador, la Asamblea Nacional aprobó el retiro de Ecuador, el 10 de septiembre.
El nuevo mapa político regional queda dividido en dos:
Así, ocho gobiernos decidieron que Prosur empezará a trabajar en 2020. Para eso debe estar listo el Plan de Trabajo Sectorial. Con la Declaratoria, los cancilleres aprobaron también el lanzamiento del sitio web y de la Plataforma Virtual del bloque.
¿Qué es Prosur?
Según los lineamientos de funcionamiento, el Foro es un mecanismo de coordinación, cooperación e integración regional. Los países miembro decidieron reiterar la invitación a Bolivia, Uruguay y Surinam para que se unan a la iniciativa.
Los requisitos para ser parte del bloque son:
- La vigencia del Estado de Derecho, de la democracia representativa, las elecciones libres y de el orden constitucional.
- La separación de los poderes del Estado y la sujeción de la Fuerza Pública a la autoridad civil legalmente constituida.
- La promoción, protección, respeto y garantía de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
- El respeto a la soberanía e integridad territorial de los Estados, así como al derecho internacional.
- El voto unánime de todos los países miembro.
Es por eso que Venezuela no fue tomado en cuenta ni ha sido invitado. Los Gobiernos de este nuevo bloque consideran que no cumple con las condiciones.
Las áreas prioritarias de trabajo serán: infraestructura, energía, salud, defensa, seguridad y combate al crimen y gestión de riesgos.
La Presidencia Pro Tempore será ejercida sucesivamente por cada uno de los países participantes. El primero en ostentar el cargo es Chile. Y, cada año, ese país deberá organizar la Cumbre de presidentes, coordinar las reuniones de cancilleres, mantener la documentación y supervisar la plataforma digital.
Además, a diferencia de Unasur, ese organismo estableció que en las reuniones de presidentes o cancilleres las decisiones se podrán tomar por mayoría absoluta, no por unanimidad. También se redujo el tiempo para abandonar el bloque: serán 60 días después de la notificación, no seis meses.
En estos lineamientos iniciales no se establece una cuota económica de los países miembro, tampoco se menciona con qué fondos funcionará la institución. Pero sí se hace énfasis en que, cada año, el país que ocupe la presidencia estará encargado de todos los detalles, reuniones y documentos.
Asimismo, los cancilleres acordaron que la mayor parte de la interacción entre los Estados y grupos de trabajo se realice de manera virtual a través de la plataforma del organismo, cuyo mantenimiento dependerá también del país que ocupe la presidencia.
El Gobierno ofrece a Quito como sede
En medio de la insistencia de trabajar virtualmente, el Gobierno del presidente Lenín Moreno ofreció una oficina en Quito para el organismo. Esto pese a que la experiencia previa con Unasur resultó poco grata.
El gobierno de Rafael Correa levantó un millonario edificio para la Secretaría General de la Unasur, en la Mitad del Mundo. Ahora mismo está empezando a vaciarse y deberá volver a manos del Estado ecuatoriano.
Pero, el oficialismo y el correísmo ya advierten un desacuerdo sobre el destino dle inmueble. El primer mandatario ofreció que ahí será la nueva universidad indígena. La prefecta de Pichincha y exministra de Moreno, Paola Pabón, exigió a la Cancillería el retorno de los predios. La escritura de donación tiene una cláusula que estipula que, en caso de no usarse para el funcionamiento de Unasur, la propiedad debe regresar al gobierno provincial.
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La prefecta Paola Pabón, de las filas del correísmo, pidió una cita al canciller José Valencia para analizar la situación del complejo. Los nueve lotes, dice, deberán regresar al gobierno provincial una vez que Ecuador culmine su desvinculación del bloque regional.
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El proceso de denuncia del tratado de Unasur, que permitirá a Ecuador abandonar la organización, avanza lentamente. El edificio que el gobierno donó a la institución será reversado al Estado. Mientras, la Corte Constitucional declaró la constitucionalidad de la denuncia del tratado.
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