Gobierno toma distancia frente a sospechas de pacto con el correísmo
Una de las condiciones del correísmo para lograr un pacto con el Gobierno en mayo de 2021 era revisar la situación legal de sus presos, en especial la de Jorge Glas, quien se benefició de un habeas corpus.
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El presidente de la República, Guillermo Lasso, no sabe de pactos o acuerdos políticos con el correísmo. Y lo sustenta cuestionando: "¿Qué ha recibido el Gobierno a cambio?", "¿de qué pacto hablamos?"
El Partido Social Cristiano (PSC) le responde en un comunicado que gracias a la abstención de la bancada correísta de Unión por la Esperanza (UNES) en la votación del Proyecto de Ley para el Desarrollo Económico y Sostenibilidad Fiscal, el Gobierno logró aprobar la reforma tributaria por el ministerio de la ley en noviembre de 2021.
E insiste en que cinco meses después, la justicia de Ecuador concedió un habeas corpus a una de las figuras más importantes del correísmo, sentenciada por corrupción: el exvicepresidente Jorge Glas.
Un asunto que Lasso capotea con el discurso de la independencia de poderes.
"Criticábamos a Correa cuando intervenía en la justicia y ahora a Lasso por no intervenir en la justicia".
Presidente Guillermo Lasso.
Precisamente estos temas fueron el génesis de un pacto fallido para la gobernabilidad entre Lasso y los líderes PSC, Jaime Nebot, y de la Revolución Ciudadana, Rafael Correa.
No fue una, sino dos reuniones las que tuvo el presidente Lasso con Nebot y Correa, en mayo de 2021, cuando la aventura política estaba por comenzar.
Esto se logró gracias a la amistad entre los hombres de confianza de Correa, Camilo Samán, y de Nebot, Henry Kronfle.
El primer encuentro tuvo lugar a inicios de mayo en la casa de Lasso, en Samborondón (Guayas), a donde el Presidente llevó en su avión privado a los legisladores correístas Fausto Jarrín y Pabel Muñoz, para hacer un primer acercamiento.
Los dos asambleístas le daban detalles a Correa vía telefónica desde la cocina de la casa, recuerda una fuente que estuvo presente en aquella reunión.
La segunda fue la mañana del 6 de mayo en el domicilio de Kronfle, donde estuvieron Lasso, Nebot y Correa, este último vía telefónica desde Bélgica.
El presidente Lasso llegó media hora después, cuando intentaban un acuerdo para la primera vicepresidencia de la Asamblea, tras pactar la presidencia para Kronfle.
Correa pedía el cargo para su hermana Pierina, pero el PSC y Creo no lo apoyaban. Así que se decidieron por Paola Cabezas y por Virgilio Saquicela para la segunda vicepresidencia.
El acuerdo incluía además el reparto de las comisiones legislativas. La de Garantías Constitucionales para UNES, la de Desarrollo Económico para el PSC y la de Régimen Económico para Creo.
Pero UNES quería también una comisión de la verdad que analice la situación jurídica de los miembros del correísmo detenidos por corrupción, en especial el caso del exvicepresidente Jorge Glas, sentenciado por asociación ilícita y cohecho.
Ya en abril de 2021, el entonces legislador oficialista Francisco Jiménez, hoy ministro de Gobierno, advertía que estaban "valorando" posibles indultos a figuras del correísmo, aunque después se retractó y pidió disculpas públicas por lo dicho.
Los acuerdos estaban listos para la sesión inaugural de la Asamblea. La última vez que Nebot habló con Lasso telefónicamente fue a las 07:45 del 14 de mayo, pero a las 10:00 el oficialismo abandonó el pacto y se alió con Pachakutik e Izquierda Democrática.
Así, Guadalupe Llori llegó a la Presidencia del Legislativo.
Esto enfureció al líder socialcristiano, quien rechazó la traición y dijo que nunca más hablaría con personas que no honraban su palabra.
Lasso contraatacó y sostuvo que Nebot, Correa y el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, conformaban un "triunvirato de la conspiración", cuyo único fin era desestabilizar al Gobierno.
La tensión política llegó al punto de que Lasso decidió gobernar sin la Asamblea, que había concedido la amnistía para 268 personas, varias de ellas implicadas en el paro de octubre de 2019.
Y lo hizo con los votos de UNES, Pachakutik y una parte de los independientes, de la bancada oficialista BAN y de la Izquierda Democrática.
Luego vino el fracaso del proyecto de Ley de Inversiones del Ejecutivo, que paradójicamente tuvo el respaldo socialcristiano.
A la salida de Glas de la cárcel de Latacunga, ahora se suma el recurso de revisión planteado por Alexis Mera, otro alfil del correísmo sentenciado a ocho años de prisión por el caso Sobornos, que ya fue aceptado por la Corte Nacional de Justicia.
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