El Ejecutivo se debate entre el diálogo y la línea dura
Este 7 de octubre, el Palacio de Carondelet continuaba fuertemente resguardado por policías y militares.
Wilmer Torres / Primicias
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El presidente Lenín Moreno y sus ministros llaman al diálogo y a la paz en el país; sin embargo, desde distintos sectores sociales y políticos, llega un mensaje de que las condiciones ya no se prestan para hacerlo.
Las medidas económicas anunciadas por el gobierno, el 1 de octubre, fueron el detonante para una serie de manifestaciones encabezadas por organizaciones indígenas y sindicalistas.
El ofrecimiento de dialogar ha sido uno de los más reiterados de Moreno. Y, en estos 28 meses de gobierno, el Ejecutivo ha iniciado conversaciones con numerosos sectores.
Al inicio, esta estrategia fue bienvenida y la lideró el mismo presidente Moreno.
Después lo sucedió el vicepresidente Otto Sonnenholzner, que encabezó el diálogo nacional.
Pero, desde su lanzamiento en mayo, los resultados de este diálogo nacional han sido poco tangibles y, precisamente, por ello, varios sectores han decidido apartarse.
Moreno más mediático
En los últimos cincos días, el presidente Moreno ha tenido más presencia mediática que en los dos años previos de su gobierno.
Lo que inició como un paro de transportistas el 3 de octubre, se extendió como protesta de otros sectores, como grupos indígenas, estudiantes y servidores públicos.
Desde el inicio del paro, la Secretaría de Comunicación ha emitido alrededor de 15 cadenas, ruedas de prensa y anuncios. Así como otros 10 comunicados escritos.
En medio del caos y las protestas, el Ejecutivo ha intentado contrarrestar una enorme campaña de desinformación. Pero en algunos momentos los mensajes de las autoridades tampoco han quedado del todo claros.
El jueves pasado, varios ministros y el mismo vicepresidente dijeron ante los medios, tras el anuncio de la paralización del transporte, que tenían abiertas las puertas del diálogo con los dirigentes del sector.
Sin embargo, la medida fue levantada por los dirigentes solo tras el arresto de uno de sus compañeros, Jorge Calderón.
(Las medidas económicas) están completamente en firme, no existe posibilidad de cambiar principalmente aquellas relacionadas con un subsidio perverso.
Lenín Moreno, Presidente de la República
Lo mismo sucedió este fin de semana.
Mientras el Gobierno intentaba devolver la normalidad a las calles y carreteras del país, el movimiento indígena y los sindicalistas anunciaron que ellos también saldrían a las calles y que no detendrán el paro, pese al retiro de los transportistas.
Fue así que, el domingo en un corto mensaje por cadena nacional, el presidente mostró su disposición a dialogar con este colectivo, aunque los indígenas rechazaron el ofrecimiento y aseguraron que la protesta sería a nivel nacional y por tiempo indefinido.
El objetivo de las organizaciones indígenas es que el Gobierno deponga las medidas económicas.
Estoy decidido a dialogar con ustedes hermanos indígenas, con quienes compartimos muchas causas.
Lenín Moreno, Presidente de la República
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Jaime Vargas, respondió que "mientras mi pueblo no llegue a la ciudad de Quito están cerrados todos los canales de diálogo".
Y agregó que no pararán las manifestaciones hasta que las medidas sean derogadas.
Es responsabilidad única y exclusiva de los líderes indígenas, que no tienen control sobre la situación, lo que está sucediendo y lo que puede llegar a suceder.
Juan Sebastián Roldán, secretario particular de la Presidencia
Las manifestaciones en todo el país han sido protagonizadas por distintos actores.
Entre constantes llamados al diálogo, el Ejecutivo cuida el Palacio de Carondelet y ha levantado una barrera de seguridad en sus alrededores.
Ante las denuncias de uso excesivo de la fuerza y de violaciones del debido proceso en las detenciones de manifestantes, realizadas por las ONG Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (Cedhu) y la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh), el gobierno optó por difundir una cadena de televisión.
En esta cadena apuntó sus mensajes para destacar la falta de respeto a la autoridad y las agresiones en contra de las fuerzas del orden y la propiedad pública y privada por parte de los manifestantes.
El ministro Oswaldo Jarrín marcó el tono en la cadena de una hora que emitió el Gobierno. "Lo que viene ocurriendo en el país es un irrespeto a la autoridad y a la ley y a quienes las representan como Policía y Fuerzas Armadas".
Las Fuerzas Armadas son cautelosas, seguirán siendo, pero no hay que provocarlas, tienen derecho a la autodefensa.
Oswaldo Jarrín, ministro de Defensa.
El ministro Jarrín dejó en claro que los uniformados tienen el derecho a la defensa, como cualquier otro ciudadano: "no se provoque a la fuerza pública, no le desafíen, no hay que agredir a los militares".
Jarrín insistió en que las FFAA saben defenderse porque tienen experiencia de combate y de guerra, "no pueden ser ultrajadas, tienen honor, tienen dignidad y se harán respetar".
Tenemos el diálogo abierto y tenemos previstas nuevas conversaciones los próximos días.
María Paula Romo, ministra de Gobierno
Otro de los puntos polémicos de la última intervención del Ministro de Defensa fue sobre los vehículos militares que patrullan el Centro Histórico y custodian Carondelet.
Mientras en cadena nacional, el funcionario insistía en que no había vehículos militares blindados, las redes sociales se inundaban de imágenes que mostraban lo contrario.
Ayer en la tarde estaba previsto que el presidente Moreno ofreciera nuevas declaraciones a las 16:00, desde Carondelet. Sin embargo, el acto fue cancelado y las medidas de seguridad se incrementaron.
Periodistas y personal administrativo fueron evacuados de Carondelet, como parte de las medidas de seguridad.
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