El Gobierno creará la nueva reserva marina hasta finales de este año
El plan de manejo para la nueva reserva estará listo el próximo año, según el ministro de Ambiente, Gustavo Manrique. Esto incluirá un mayor presupuesto para el Parque Nacional Galápagos.
Paola Buitrón, del Parque Nacional Galápagos, explica el funcionamiento del sistema de vigilancia, el 17 de noviembre de 2020.
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El objetivo del gobierno del presidente Guillermo Lasso es crear legalmente la nueva reserva marina en Galápagos en la última quincena de diciembre de 2021, para concretar así el compromiso firmado en la COP26.
Así lo contó en un conversatorio el ministro de Ambiente, Gustavo Manrique. El funcionario explicó que con ese marco legal empezarán a trabajar y emitir las nuevas regulaciones que regirán en el área, que estará dividida en dos partes, una libre de pesca y una de no palangre.
Esto implicará resoluciones ministeriales y, principalmente, el Plan de manejo de la reserva, que es clave para su mantenimiento y vigilancia. Para ello Ambiente tendrá reuniones con Cancillería y los ministerios de Producción y Defensa. El objetivo es que ese proceos no tome más de tres meses.
Eso implicará, además, que el Parque Nacional Galápagos (PNG) requerirá de un mayor presupuesto para la tarea. En noviembre de 2020 Danny Rueda, director del PNG, ya afirmó que si la reserva crece: "vamos a necesitar más recursos, humanos, tecnológicos y financieros".
Manrique confía en que "esos ajustes estarán listos pronto", después de la firma del decreto ejecutivo y que la declaratoria de la nueva reserva movilizará muchos recursos, dependiendo de los acuerdos a los que se llegue y que podrían ir.
Inicialmente, se calcula un monto entre los USD 12 y 18 millones anuales.
La primera reserva marina creada en 1986 no contó con un plan de manejo hasta seis años después. Solo entonces hubo una zonificación en siete áreas, enfocadas principalmente a regular el manejo de la pesca industrial y artesanal.
Sin contar con la nueva extensión, solo en el transcurso de 2020, un año irregular por la pandemia de Covid-19, el PNG junto con la Armada Nacional realizaron un total de 859 operativos de control a embarcaciones, 608 inspecciones a embarcaciones de turismo y otras 656 a barcos de pesca en la Reserva Marina.
Esto resultó en 104 novedades y 12 retenciones (de artes de pesca no permitidos), recorriendo un total de 46.505 millas náuticas en patrullajes marinos. Además, el centro de monitoreo registró el ingreso de ocho naves extranjeras no autorizadas, tres barcos de pesca en la Reserva Marina, 14 recorridos de barcos.
La gran conclusión del último informe anual del PNG es que el presupuesto operativo asignado a la Dirección del Parque, por el cobro de los valores de ingreso de turistas, es insuficiente para atender sus actividades y programas, "lo cual se ve reflejado en el accionar de la institucional ante los riesgos y amenazas a los que se enfrenta".
Problemas que no cambian
Más allá del insuficiente presupuesto que tiene el Parque para realizar sus actividades, especialmente de control y vigilancia, hay otros temas que continuarán rondando la realidad del Archipiélago y el Estado.
El primero es la pesca internacional a gran escala que -aunque no puede ingresar a la zona económica exclusiva (ZEE) insular- se estaciona todos los años en el límite sur en la temporada de calamar gigante.
Aunque es públicamente sabido que la población de distintas especies protegidas, especialmente de tiburón, se reducen también en esa misma época.
Por lo que el anuncio de una reserva marina conjunta hacia el noreste de Galápagos, entre Ecuador, Colombia, Panamá y Costa Rica, no modifica esa situación.
Aunque el ministro Manrique afirma que esas embarcaciones no entran en la ZEE desde el cambio de Gobierno.
El funcionario agrega que ese esfuerzo contará con el apoyo de otros países para la vigilancia ante la pesca no declarada y no reglamentada. Además, ofreció que la próxima semana se harán anuncios sobre la cooperación económica para conservación.
Otro tema pendiente es el intento de Ecuador de incrementar la plataforma submarina, un esfuerzo conjunto con Costa Rica, ante la Convemar. Pero que no impactará en ninguna manera a la columna de agua sobre esa posible extensión territorial.
El ministro Manrique señaló que la nueva reserva está directamente relacionada también con esta intención. Hasta el cierre de esta edición, el Ministerio de Ambiente no remitió la información al respecto.
Este objetivo también tiene problemas presupuestarios, ya que el buque Orión con el que cuenta la Armada no tiene las características necesarias para continuar con los estudios oceanográficos, por lo que Defensa necesita adquirir uno nuevo, el buque Centauro, para el que tampoco hay presupuesto disponible.
Nota de la redacción: el 6 de noviembre de 2021, al día siguiente de las declaraciones del Ministro de Ambiente, esa cartera de Estado aclaró, a través de un comunicado, que "la creación de la nueva reserva marina es independiente a la ampliación de su plataforma submarina".
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