Gobiernos amigos del correísmo 'complican' a la justicia ecuatoriana
Las simpatías y pesos políticos en la región, juegan en contra de Ecuador. Esta vez, Argentina pone a prueba la relación bilateral con el escape de María de los Ángeles Duarte.
El 28 de septiembre de 2011, la ministra de Transporte, María de los Ángeles Duarte, y el presidente Rafael Correa, en un evento en Ibarra.
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Aunque el presidente Guillermo Lasso ha apostado, desde el inicio de su gestión, por una diplomacia pragmática, alejada de las ideologías partidistas, sus pares de otros países parecen no llevar la misma línea en las relaciones bilaterales.
La fuga de la exministra de Transporte del correísmo, María de los Ángeles Duarte, tomó por sorpresa a las autoridades ecuatorianas.
Y esto abrió una nueva etapa en la relación con Buenos Aires. El presidente Lasso llamó a consultas al embajador Xavier Monge y declaró como persona no grata al embajador argentino, Gabriel Fuks.
La cercanía de los mandatarios argentinos, Alberto y Cristina Fernández, con los líderes del correísmo parece haber inclinado la balanza a favor de esa tendencia. En su sede diplomática en Quito nadie sabe qué pasó con Duarte, pero tampoco hay una colaboración fluida para averiguarlo.
Ahora, la relación con Argentina dependerá de la respuesta de su gobierno y cómo tomen las cosas en la Casa Rosada. Ya que también puede haber una retaliación política y que se baje el nivel de la diplomacia.
En su travesía, la exministra utilizó otros países amigos del correísmo, Colombia y Venezuela. Y, como prófuga de la justicia, llegó hasta Caracas, donde fue recibida por el embajador argentino Oscar Laborde.
'Refugios' para correístas
- Venezuela
El presidente Lasso está frente a un escenario regional que no le resulta del todo favorable. Además, con la recomposición de las fuerzas políticas en Latinoamérica, el único que ha ganado aliados ha sido Nicolás Maduro.
Ese es el único gobierno con el que Ecuador no ha intentado fortalecer su relación bilateral, que se mantiene con un consulado, sin diplomáticos de alto nivel. Además, de que Caracas asila a los hermanos Fernando y Vinicio Alvarado, también procesados por la justicia.
- México
Pero en el tablero también están los desencuentros con gobiernos como México y Colombia, también gobernados por políticos de la misma tendencia política.
En el caso de México, las negociaciones comerciales le costaron la entrada a la Alianza del Pacífico. En medio de una relación también tirante por temas de seguridad y migración, ya que pese a la cooperación bilateral entre ambos gobiernos, los ecuatorianos perdieron el beneficio de ingresar a territorio mexicano sin necesidad de una visa.
Además, el presidente Andrés López tiene en su país a varios exiliados correístas, como Ricardo Patiño, Gabriela Rivadeneira y Soledad Buendía.
Tanto México como Venezuela han servido de sede para los encuentros de todos los exfuncionarios correístas prófugos y exiliados.
- Colombia
Ahora, con la llegada de Gustavo Petro a la Casa de Nariño, en Colombia, el presidente Lasso volvió a sentarse a la mesa para mantener la relación bilateral en buen estado, pese a sus distancias ideológicas.
Aunque no ha habido roces aún, las políticas de seguridad y de lucha contra el narcotráfico en el vecino país del norte, las consecuencias empiezan a sentirse en Ecuador. Sin embargo, ambos gobiernos cooperan en un plan común de seguridad fronteriza.
Pero Petro también mantiene sus vínculos correístas en firme y tuvo como asesor de campaña a Vinicio Alvarado.
El caso de Duarte
La diplomacia argentina intenta posicionar la idea de que a ellos también les tomó por sorpresa la 'ausencia' de Duarte, pese a la poca colaboración y las distintas versiones que ofrecen.
El presidente Alberto Fernández había concedido asilo a la exfuncionaria sentenciada a ocho años de prisión por el caso sobornos. Así, terminó alojada en la Embajada en Quito, desde agosto de 2020.
Ante la negativa de Ecuador de otorgarle un salvoconducto, por no considerarla perseguida política, sino sentenciada por delitos comunes, Argentina, incluso, intentó pedir medidas cautelares a favor de la exministra.
Ahora, desde Caracas, Duarte espera conseguir documentos que le permitan trasladarse en el corto plazo hasta Buenos Aires, en calidad de asilada política.
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