Gobierno y Conaie 'tantearon el terreno' en el primer día de paro nacional
La convocatoria a una movilización nacional en contra del presidente Guillermo Lasso tuvo una acogida limitada. El presidente de la Conaie fue detenido en horas de la madrugada.
El 13 de junio de 2022 hubo manifestaciones contra el gobierno en distintas partes del país.
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Nota actualizada a las 08:00, del 14 de junio de 2022.
Las versiones y visiones de la primera jornada del paro nacional varían dependiendo del bando. Para el gobierno, la convocatoria fue "sustancialmente inferior" a lo previsto. Para la Conaie fue mayor de lo que el Ejecutivo quiere admitir.
Según el balance de ambos sectores, el éxito o fracaso del paro nacional se verá en la evolución de las manifestaciones. Es decir, si se multiplican y mantienen con los días o si se desvanecen.
El recuerdo de las protestas de octubre de 2019 fue la vara de medición y gran parte del discurso oficial se centró en condenar un posible vandalismo. El mismo presidente Guillermo Lasso advirtió con anticipación que aplicarían las leyes con todo el rigor posible.
Pero eso no sucedió. Al menos no durante los cierres de vías. Las consecuencias legales llegarán después, así lo explicó el ministro del Interior, Patricio Carrillo.
En palabras del funcionario, la idea era evitar que califiquen de represivo al gobierno. Por lo que la estrategia de las autoridades es recoger evidencia y documentar los presuntos delitos penales, para después dejar los procesos de judicialización en manos de la Fiscalía, con 41 investigaciones previas abiertas.
Además, el Ejecutivo concentró la responsabilidad de las paralizaciones y afectaciones económicas de la jornada en la figura de la Conaie y su presidente Leonidas Iza, a quien tildan de violento, conspirador y desestabilizador. Pero, de todas formas, lo llamaron nuevamente al diálogo.
“Todo el mundo sabe dónde está el Palacio” de Carondelet, dijo el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, alrededor de las 12:30, quien afirmó que recibirán a los dirigentes sociales cuando toquen a su puerta.
Esto pese a las reuniones previas que no arrojaron ningún resultado. Y a que, esta vez, la Conaie se les adelantó y entregó nuevamente su lista de propuestas y exigencias en la Presidencia a las 11:22, aunque sus alrededores estaban acordonados para evitar un posible ingreso de manifestantes.
El panorama cambió en horas de la madrugada del 14 de junio. Leonidas Iza, presidente de la Conaie, fue detenido por “presunta comisión de delitos” durante las movilizaciones.
No es solo la Conaie
Aunque la decisión inicial de protestar en contra del presidente Lasso fue de la Conaie, otros grupos, que habían preferido mantenerse en las mesas de diálogo gubernamentales, también se sumaron a la convocatoria.
La Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), el Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador (Feine) y la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas (Fenoc), hicieron un anuncio conjunto desde la sede de la Conaie en Quito.
Las bases y dirigentes de estas agrupaciones estuvieron presentes en varios puntos de movilización en el país. Leonidas Iza se mantuvo en su provincia, Cotopaxi, desde donde dio reportes y respondió a los mensajes del Ejecutivo.
Ahí aclaró que la movilización indígena no tenía previsto llegar a Quito. Que se trata de una movilización nacional, en cada territorio y de carácter indefinido. El dirigente indígena llamó constantemente a las autoridades a escuchar sus 10 demandas, a evitar la represión y a moderar su discurso.
Los dirigentes de las distintas agrupaciones que plegaron al paro coinciden en sus demandas y críticas contra las acciones e inacciones del presidente Guillermo Lasso, especialmente, en temas económicos.
Pero las comunidades indígenas y campesinas que cerraron algunas vías del país no fueron las únicas en protestar. A ellas se sumaron otros sectores en diferentes rincones de 17 provincias, con 69 manifestaciones, según el movimiento indígena.
Hubo reportes de protestas protagonizadas por bananeros, miembros del Seguro Social Campesino, profesionales de la salud, maestros, estudiantes de colegios y universidades, agrupaciones de mujeres, agricultores, arroceros, sindicatos y sectores populares. Cada uno sumando sus propias consignas.
Y las centrales sindicales agrupadas en el Frente Popular anunciaron también su respaldo al paro y sus propias convocatorias para movilizarse el jueves 16 y jueves 23 de junio.
La versión del gobierno
El gobierno informó que las manifestaciones aumentaron durante el día, con 60 eventos, pero sin una adhesión mayoritaria de ciudadanos. Que el paro se concentró en Pichincha, Cotopaxi y Pastaza. Y hablaron de 'fake news' sobre la toma de bloques petroleros.
"Ha incrementado la violencia de estos grupos(...), realizaron secuestro de policías en Saraguro", contó el ministro del Interior, así como intimidaciones y ataques de infraestructura en florícolas y brocoleras en Cotopaxi.
"No ha habido la famosa represión que siempre están reclamando" y la Policía utilizó "menos de una docena" de gases, afirmó el ministro del Interior, que reiteró que tampoco había ningún detenido por cierre de vías.
Pero la ministra de Educación, María Brown, confirmó la detención en la tarde de seis estudiantes en el centro de la capital.
La evaluación del gobierno al final de la tarde señaló que solo en Imbabura había vías cerradas y que hubo incidentes aislados en las dos marchas que hubo en Quito. Según Carrillo, se trataba de grupos que no adherían a las demandas del movimiento indígena.
Pero el ministro de Transporte, Marcelo Cabrera, agregó que había problemas en una de las vías de Azuay. Aunque los mismos reportes de las centrales del ECU 911 señalaban al final de la tarde el cierre de vías también en Cañar, Tungurahua, Pastaza y Cotopaxi.
Ante las demandas planteadas por los sectores sociales, el ministro de Gobierno dijo que tienen las respuestas y acciones para cada una y que siguen avanzando para cubrir las necesidades de otros sectores.
Además, las autoridades prefirieron enfocarse en las expresiones ciudadanas de rechazo a un paro nacional y en las agrupaciones que decidieron no unirse a la convocatoria.
Incluso, durante todo el día, los canales informativos del Ejecutivo no dieron espacio a la información sobre las manifestaciones, sino únicamente a sus mensajes de reactivación económica.
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