El Gobierno tiene 90 días para tratar los asuntos pendientes que deja el paro
El fin del paro nacional, que duró 18 días, abre la puerta a una nueva ronda de diálogos entre el movimiento indígena y el Gobierno. Lasso se comprometió a hacer del campo y de la ruralidad una prioridad nacional.
Indígenas se manifiestan en el exterior de la sede de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, este 30 de junio de 2022, tras la firma del acuerdo entre el movimiento indígena y el Gobierno.
José Jácome - EFE
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La firma de un acta entre los dirigentes del movimiento indígena y el Gobierno puso fin al paro nacional, que el 30 de junio alcanzó los 18 días. Sin embargo, una serie de temas, peticiones y reclamos quedaron pendientes.
Además de los que salieron a flote en las horas y minutos previos a la firma.
El acta de 10 puntos, elaborada por la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, que hizo de mediadora en el diálogo, tuvo problemas para llegar a su firma.
Tras la primera lectura de su borrador, los representantes de la Conaie, la Feine y la Fenocin pidieron incluir otros puntos en el documento, a pesar de que el texto ya había sido acordado previamente.
La mayoría de esos nuevos pedidos quedaron fuera del acta, pero la Iglesia Católica, ofreció que -a través de las universidades Salesiana y Católica- se encargará de vigilar por su cumplimiento.
Leonidas Iza, presidente de la Conaie, advirtió que, si los diálogos sobre estos temas no continúan y no se concretan los compromisos, en 90 días volverán a Quito.
Compromiso por el campo
En una cadena nacional, el presidente Guillermo Lasso hizo un llamado a curar heridas y superar la división entre ecuatorianos, luego del paro nacional de 18 días.
Tras destacar el papel de la Iglesia como actor conciliador, Lasso también exhortó al país a unirse para trabajar por los más vulnerables y transformar la paz en progreso.
El Jefe de Estado se comprometió a hacer del campo y de la ruralidad una prioridad nacional y se solidarizó con las familias de los fallecidos en las protestas.
Los temas pendientes
Durante los minutos previos a la firma del acta entre el Gobierno y el movimiento indígena, el presidente de la Fenocin, Gary Espinoza, y Marlon Vargas, presidente de la Confeniae, plantearon puntos que, aunque sí estuvieron en discusión, fueron excluidos del documento.
Espinoza solicitó una mayor rebaja en los precios del diésel y las gasolinas Extra y Ecopaís, además de la moratoria de créditos de hasta USD 10.000 en la banca pública y privada.
Sobre el punto de los combustibles, el acuerdo es seguir conversando. Según Iza, insistirán en los USD 0,40, pues no consideran suficientes los USD 0,15. Sin embargo, el acuerdo incluyó la necesidad de trabajar en un sistema de focalización del subsidio.
Mientras que, sobre los créditos, el pedido es que el presidente no vete la Ley derogatoria a la Ley Humanitaria, aprobada por la Asamblea el 16 de junio de 2022. Esta incluye varios artículos sobre la reprogramación de deudas.
Vargas, en cambio, pidió no criminalizar a los manifestantes ni a los dirigentes, no solo por el paro de este 2022, sino también por el de 2019. Además, solicitó que se cree una Comisión de la Verdad que investigue las muertes de estos días de protestas.
Además, pidió reformas a un artículo de la Ley de la Circunscripción Especial Amazónica, para reorganizar la asignación de recursos provenientes de la extracción petrolera. Este punto sí fue incluido en el acta, con compromiso de que el Ejecutivo envíe la propuesta.
La última marcha
Luego del anuncio del Gobierno y de la Conaie de que participarían en el diálogo la noche anterior, la dirigencia indígena ratificó su convocatoria para una marcha masiva hacia Quito para el jueves 30 de junio.
Según la dirigencia del Movimiento Indígena Campesino de Cotopaxi (MICC), los comuneros de esa provincia llegarían desde la madrugada a la capital. Sin embargo, en los accesos sur de la capital no se registró presencia de manifestantes.
Hubo tráfico vehicular normal. Los primeros cierres viales aparecieron en la Panamericana Sur, a la altura del cantón Mejía. Los manifestantes apostados en esa zona aseguraron que en la madrugada no había pasado ningún camión.
Mientras tanto, en las redes sociales de la Conaie se convocaba a una marcha pacífica desde el Ágora de la Casa de la Cultura. Los manifestantes empezaron a llegar a este sector desde las 09:15.
A ese lugar arribaron los indígenas que desde la semana anterior descansaron en las instalaciones de las universidades Politécnica Salesiana y Central. La marcha la lideraron las mujeres provenientes de comunidades de la provincia de Bolívar.
Cientos de manifestantes caminaron a través de las calles del centro norte de Quito. Pasaron por la Basílica del Voto Nacional, por la Universidad Central -donde se sumaron manifestantes universitarios y de la UNE- y, finalmente, llegaron a los exteriores de la Conferencia Episcopal, donde se daba el diálogo.
La espera tuvo altos y bajos. Hubo música, baile y hasta un partido de un fútbol. Pero, cuando se conoció que había un acuerdo que implicaba una reducción de solo USD 0,05 en el precio de los combustibles hubo desazón.
Los manifestantes exigían los USD 0,40 que la Conaie planteó inicialmente. Poco a poco, y tras la reunión de los dirigentes que aceptaron el acuerdo con ciertos cambios, los manifestantes también lo aceptaron.
Todos caminaron nuevamente al Ágora de la Casa de la Cultura. En ese lugar, Iza pronunció su último discurso y pidió los manifestantes que regresen a sus territorios.
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