Jorge Glas busca la unificación de penas para acercarse a la prelibertad
La defensa del exvicepresidente Jorge Glas solicitó el cómputo de las dos penas que existen en su contra. Ya ha cumplido el 49% de la condena.
El vicepresidente Jorge Glas comparece ante la Comisión de Fiscalización de la Asamblea, el 21 de junio de 2017.
AN
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El escrito ingresó a la Corte Nacional de Justicia (CNJ) el 16 de agosto de 2021. El exvicepresidente Jorge Glas, a través de su defensa, solicitó la unificación de las penas que existen en su contra.
El político tiene dos condenas:
- Seis años de cárcel por asociación ilícita en el caso Odebrecht.
- Ocho años de cárcel por cohecho en el caso Sobornos.
Tres días después, el Tribunal Penal de la CNJ, que está a cargo del caso Sobornos, negó el pedido de unificación de penas de Glas. La decisión se basó en una falta de competencia.
Los magistrados explicaron que las cuestiones relacionadas con la ejecución de penas y medidas cautelares corresponden al Organismo Técnico encargado del Sistema de Rehabilitación Social, es decir, al SNAI.
Y recordaron que este tipo de trámite se debe hacer y solicitar a los jueces de garantías penitenciarias.
PRIMICIAS consultó a abogados y políticos cercanos a Glas sobre el estado actual de ese trámite, pero no obtuvo una respuesta.
Hasta hace unos meses, la defensa de Glas la ejerció Harrison Salcedo, abogado que fue asesinado en abril de 2021. Su estudio jurídico no continuó representando al exvicepresidente.
Christian Romero, otro de los abogados que representó a Glas, dijo que todavía no ha definido si seguirá trabajando con el exfuncionario. Y el abogado Carlos Alvear aseguró que solo está a cargo de los temas humanitarios.
Acumulación o absorción
Si bien, por sí sola, la figura de la unificación de penas no significa una reducción de sentencia, es parte de un camino más rápido hacia la obtención de beneficios penitenciarios.
En los casos Odebrecht y Sobornos, el exvicepresidente Jorge Glas fue sentenciado con base en el Código Penal que fue derogado en 2014.
En esta normativa, cuando una persona tiene más de una pena, actúa el principio de absorción. Es decir, la condena más larga absorbe a la más corta. En este caso, Glas solo debería cumplir los ocho años del caso Sobornos.
Desde 2014, con la aprobación del Código Orgánico Integral Penal (COIP), en cambio, las penas se acumulan hasta 40 años. Ya no se absorben.
Justamente, a través de la unificación de penas, la defensa de Glas busca que se compute la pena total y que quede en firme la aplicación del principio de absorción.
En caso de que se aprobara el cálculo con base en el Código derogado, Glas solo debería completar el 40% de los ocho años de pena para poder acceder a una prelibertad y abandonar la Cárcel de Latacunga.
Glas lleva 1.421 días detenido, lo que representa el 49% de una pena de ocho años. Es decir, Glas ya estaría habilitado para solicitar el régimen de liberación anticipada.
El tiempo juega
Además de la decisión jurisdiccional de la unificación de penas, el tiempo también juega un papel protagónico en el caso de Glas.
El exvicepresidente también tiene en su contra una pena de ocho años más por peculado que fue resultado del denominado caso Singue.
Esta sentencia es de primera instancia. Todavía tiene que atravesar la apelación y la casación antes de que quede en firme y se pueda computar en una unificación de penas.
El hecho de que esa sentencia quede en firme, no solo que cambiaría la pena total que debe cumplir Glas, sino también los porcentajes y tiempos necesarios para solicitar la prelibertad.
El caso Singue está pendiente de la asignación de una fecha para la audiencia de apelación.
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