Odebrecht: Jorge Glas y Ricardo Rivera, únicos sentenciados que siguen presos
Cuatro años después de que la sentencia quedara en firme, la mayoría de los culpables del caso Odebrecht en Ecuador están libres.
Jorge Glas, escoltado por policías durante su juicio por asociación ilícita, en 2017.
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El 13 de diciembre de 2017, un Tribunal de la Corte Nacional de Justicia sentenció a ocho personas por el caso Odebrecht en Ecuador. Fueron condenados por asociación ilícita.
Cinco fueron condenados a seis años de cárcel: en esta lista resaltan el exvicepresidente Jorge Glas y su tío Ricardo Rivera. Otros tres, en cambio, recibieron beneficios por cooperación eficaz y obtuvieron una sentenciada modificada de 14 meses.
El caso fue el capítulo ecuatoriano del escándalo de corrupción que envolvió a la constructora brasileña Odebrecht y empezó en 2014.
Luego de que la empresa alcanzó un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, se reveló que Odebrecht no solo operó en su país, sino que pagó USD 788 millones en sobornos en América Latina y África.
En el caso ecuatoriano, los documentos del país norteamericano revelaron que, entre 2007 y 2016, Odebrecht pagó USD 33,5 millones a funcionarios de gobierno, a manera de sobornos, para beneficiarse de contratos.
Un poco más de cuatro años después de la sentencia, solo dos de los ocho sentenciados siguen detenidos. Los demás se acogieron a beneficios procesales o penitenciarios, y uno falleció.
Seis de ocho ya no están presos
Además de Glas y Rivera, la misma sentencia de seis años la recibieron Carlos Villamarín, exfuncionario de Senagua; Edgar Arias, empresario privado; y Ramiro Carrillo, exgerente de Transporte de Petroecuador.
Cada caso es diferente, pero actualmente ninguno está detenido.
El 5 de febrero de 2021, Villamarín obtuvo la prelibertad luego de haber completado el 60% de la pena a la que fue sentenciado:
Arias, quien también fue sentenciado a siete años más de cárcel por el caso Diacelec, estuvo detenido hasta el 23 de abril de 2020 en la Cárcel de Ambato. Sin embargo, el empresario falleció luego de dar positivo a Covid-19.
Y el caso más complicado es el de Carrillo. El 30 de agosto de 2021, el exfuncionario interpuso ante la justicia un recurso para solicitar su prelibertad. La audiencia para sustanciar ese pedido se citó para el 19 de noviembre de 2021.
Pero, el juez que está a cargo de caso ha pedido a la Corte Nacional que certifique si Carrillo está detenido y cumpliendo la pena, ya que se presume que se mantiene con medidas cautelares y dispositivo de vigilancia electrónica, pese a que la sentencia ya está ejecutada.
Aunque la Corte no ha respondido esa certificación, otras actuaciones confirman que Carrillo está libre. Recién el 29 de octubre de 2021, el Tribunal a cargo del caso Odebrecht giró una orden de encarcelamiento en contra de Carrillo, ya que todavía no ha comenzado a cumplir su pena.
Gustavo Massuh, José Terán y Kepler Verduga, quienes fueron sentenciados a 14 meses de cárcel luego de colaborar con la Fiscalía, también ya están libres. Los dos primeros cumplieron de manera íntegra su pena. Y Verduga se acogió a la prelibertad.
Glas y Rivera buscan la libertad
Con el antecedente de sus compañeros de sentencia, el exvicepresidente Glas y su tío también buscan beneficios y salir anticipadamente de prisión.
Ambos ya sobrepasaron el 60% de la pena de seis años por el caso Odebrecht. Es decir, ya pueden acogerse a la prelibertad, figura considerada en el Código Penal anterior, o al régimen semiabierto, que es su equivalente en el COIP actual.
Sin embargo, Glas recibió otra sentencia de ocho años por el caso Sobornos 2012-2018, en 2020.
La defensa jurídica de Glas solicitó a una unidad judicial de Cotopaxi la unificación de penas. Todavía no hay fecha para la audiencia.
Como en ambos casos el exfuncionario fue sentenciado con base en el Código Penal derogado en 2014, sus abogados esperan que se haga efectiva la figura de absorción de penas que estaba vigente en esa época.
En ese caso, la pena más grande (la de ocho años por Sobornos) absorbería a la otra y solo debería cumplir ese tiempo. Si la justicia da paso a esa unificación, Glas ya tendría el 51% de la pena cumplida.
Y podría acogerse a la prelibertad, que en el Código Penal anterior solo requería del 40% del cumplimiento de la sentencia.
Pero, en el caso de Glas el tiempo también juega. En su contra hay otra sentencia de primera sentencia de ocho años por el caso Singue. Si su prelibertad no se consigue antes de que la tercera condena sea definitiva, su caso cambiaría. Faltas las fases de apelación y casación.
En el caso de Rivera, en cambio, ya tiene el 74% de la pena cumplida y solicitó el régimen semiabierto. La audiencia fue en agosto pasado. Aníbal Quinde, abogado de Rivera, dijo que están a la espera del veredicto.
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