La política de relaciones Exteriores, un giro a la derecha
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Cuatro ministros de Relaciones Exteriores más tarde, la política internacional del presidente Lenín Moreno avanza por la orilla opuesta a la inicial. Una evidencia clave es que, en mayo de 2017, Ecuador era sede de la Unasur, ahora la oficina ya no existe y el país es un aspirante a ingresar al bloque comercial de la Alianza del Pacífico.
Propuestas del plan de gobierno
El plan de trabajo con el que llegó Lenín Moreno al poder ofrecía mantener la ruta ‘Sur-Sur’ en las relaciones exteriores, luchar contra el imperialismo y el neocolonialismo, luchar por las causas conjuntas de la izquierda ‘progresista’. Entre sus principales propuestas estaban:
¿Cómo recibió el área?
El presidente Moreno recibió un frente internacional con dos carteras de Estado, Relaciones Exteriores y Comercio Exterior, y un instituto, Proecuador.
Además, Ecuador era estado miembro de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unasur, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Comunidad Andina (CAN). Así como mantenía cercanía con el grupo de los BRICS y el movimiento de países no alineados (MNOAL).
En el ámbito comercial, el gobierno de Moreno recibió el recién firmado acuerdo comercial con la Unión Europea.
En la siguiente galería puede observar cuáles eran algunas de las posturas del Estado, en ese entonces, frente a los organismos y procesos multilaterales y regionales:
En mayo de 2017, Ecuador contaba con 102 sedes diplomáticas y el personal de la Cancillería, dentro y fuera del país, alcanzaba los 1.807 funcionarios.
Top de acciones gubernamentales
- Salida del ALBA.
- Salida de la Unasur y retiro de la sede de la Secretaría General.
- Reapertura de la Academia Diplomática y retorno a la carrera profesional.
- Expulsión de la Embajada en Londres de Julian Assange.
- Ingreso al Grupo de Lima.
- Expedición del visado temporal para venezolanos y su registro.
- Firma de la primera fase de un acuerdo comercial con Estados Unidos.
- Negociaciones para entrar a la Alianza del Pacífico.
‘La catástrofe’
El caso de Julian Assange llegó a su clímax y volvió a poner a Ecuador en el centro del escenario internacional el 11 de abril de 2019. Tras 2.486 días de refugio y posterior asilo, el hacker australiano fue detenido por la policía británica en la puerta de la Embajada ecuatoriana en Londres.
Moreno dijo, en ese entonces, que el gobierno del Reino Unido se había comprometido por escrito a no extraditarlo a Estados Unidos. Sin embargo, esto debía ser tratado por la justicia de ese país, que finalmente decidió negar esa acción en primera instancia.
Solo en los dos años que Moreno estuvo en el poder con Assange en la Embajada, el australiano había convertido a la sede diplomática en centro de espionaje, Wikileaks saboteó la campaña presidencial de Hillary Clinton y el mismo Assange impulsó el proceso separatista catalán.
Desde relatores de la ONU, hasta presidentes de gobiernos cercanos a la ideología e intereses del hacker rechazaron la decisión de Ecuador y advirtieron de una violación de sus derechos humanos.
Además, el caso deja aún la duda sobre su estatus legal: ¿Assange dejó de ser un ciudadano ecuatoriano? El australiano fue naturalizado, en un proceso expedito y con irregularidades. Por eso, el mismo día del retiro de su asilo político, el entonces canciller José Valencia informó que los efectos de la resolución quedaron anulados.
Lo que hereda al nuevo gobierno
La próxima administración contará con una sola entidad de Relaciones Exteriores en el Ejecutivo, ya que el Comex y Proecuador pasaron al Ministerio de Producción.
La Cancillería, tras la depuración del Servicio Exterior, la reapertura de la Academia Diplomática y las medidas de austeridad, cuenta ahora con 1.375 funcionarios dentro y fuera del país y 87 representaciones en el Exterior.
Además, en las relaciones multilaterales, el nuevo gobierno deberá decidir si continuar con las negociaciones comerciales con Estados Unidos, que están más avanzadas que en ningún periodo previo.
Y en el escenario regional, Ecuador ahora tiene prácticamente solo su membresía de la Comunidad Andina (CAN), que ha perdido relevancia. Con los demás organismos regionales como Celac, Alba y Unasur, abandonados el nuevo presidente deberá decidir si mantener el impulso de Prosur, que no ha terminado de concretarse, y si avanzar o no hacia un ingreso pleno a la Alianza del Pacífico.
Ya, casa adentro, queda el proceso de regularización y atención de los migrantes venezolanos. Si bien más de 74.000 pidieron la visa temporal de dos años, al país han ingresado más de 400.000 y el Proceso de Quito, para tratar la crisis migratoria, deberá continuar.
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