Se complica escenario político de Lasso y las 'demandas sociales' crecen
El Ejecutivo no logra limar asperezas y alcanzar consensos con dos actores clave: la Asamblea Nacional y el movimiento indígena. Sin contar los otros frentes que aún tiene abiertos.
El presidente Lasso durante una concentración por la paz, en Carondelet, el 12 de octubre de 2021.
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El sendero político que ha tomado el Ejecutivo lo enfrenta directamente con dos actores que pueden complicar el escenario para la administración del presidente Guillermo Lasso, si así se lo plantean: el Legislativo y la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie).
Lo que empezó con llamados al diálogo y al encuentro, en menos de cinco meses avanza ahora entre indirectas y presiones políticas en ambos frentes.
El último episodio tuvo lugar el martes 12 de octubre. El presidente Guillermo Lasso participó de una concentración por la paz, que buscaba contrarrestar el parlamento popular convocado por el movimiento indígena en la Casa de la Cultura a la misma hora.
El parlamento popular, celebrado en la Casa de la Cultura que fue el epicentro de las manifestaciones de octubre de 2019, contó con la participación de las organizaciones que apoyaron ese paro nacional.
Una semana antes el gobierno y la Conaie se sentaron a la misma mesa buscando apertura para dialogar, pero los resultados del encuentro no fueron los esperados.
Según las declaraciones de la ministra de Gobierno, Alexandra Vela, el Ejecutivo esperaba que el movimiento indígena remitiera la lista de sus delegados para las mesas técnicas temáticas de los diálogos.
Pero el Presidente Lasso adelantó las advertencias y, sin mencionarlos directamente, los acusó de violentos. Y dijo que su administración no permitiría desmanes.
Prácticamente a la misma hora, desde la Casa de la Cultura, el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, respondía que ellos no han roto ni cerrado el diálogo. Pero agregó que, si el gobierno no da prioridad a los temas que plantearon en la reunión y no muestra resultados, no acudirán a las mesas técnicas.
En el escenario político está también el intenso debate sobre la posición del Ejecutivo frente a la Asamblea Nacional, tras el rechazo del proyecto de ley para la Creación de Oportunidades conocido como 'megaley' y que incluye reformas clave para el gobierno.
La indecisión es evidente, ya que no hay un camino claro para empujar las reformas.
La ministra Vela dijo que el gobierno busca alternativas para la aprobación del proyecto de ley. Las opciones serían: modificarlo, presentarlo por partes o hacerlo regir por la figura conocida como 'ministerio de la ley'.
Esta última opción desató un debate legislativo y jurídico sobre la posibilidad de que prime esa salida y que, al final del camino, la decisión quede en manos de la Corte Constitucional.
Y, ante las críticas del presidente Lasso, la misma titular del Legislativo, Guadalupe Llori le pidió que corrigiera el proyecto y lo volviera a enviar a la Asamblea.
Pese a los guiños y a las buenas relaciones entre Lasso y Llori, la presidenta de la Asamblea le solicitó públicamente a Lasso que subsane "los errores de fondo y de forma" del proyecto de ley, para que pueda ser tramitado.
Y fue un paso más adelante: Llori advirtió que "la Asamblea no ha frenado ni entorpecido ningún proceso" y que no hay un bloqueo legislativo contra el gobierno.
Todo esto en medio de la polémica por la publicación de los 'Pandora Papers', que dio pie al inicio de una investigación por parte de la Asamblea de la supuesta vinculación de Lasso con empresas en paraísos fiscales.
Como respuesta, Lasso publicó los impuestos que ha pagado en Ecuador durante los últimos 15 años a título personal y también por las empresas relacionadas con él.
Son USD 588,8 millones. Guillermo Lasso negó de manera vehemente que haya evadido impuestos.
Los otros frentes
El otro gran frente que tiene que encarar el Ejecutivo es la crisis carcelaria y de seguridad, que le ha traído desencuentros con las organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos.
Así como críticas de parte de los familiares de los presos, de las víctimas de la delincuencia y de algunas autoridades locales.
Para completar el panorama, los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) están a la expectativa del pago de las deudas que tiene con ellos el Gobierno Central.
Mientras tanto las negociaciones del gobierno con el gremio del transporte están en 'stand by'.
Estaba previsto que esta semana los gremios de las distintas modalidades dieran su visto bueno a las propuestas de focalización del diésel y a las compensaciones ofrecidas por el Gobierno para paliar el alza en el precio de este combustible.
El posible acuerdo marcará el escenario para este subsidio, que el presidente Lasso advirtió que no mantendrá de ninguna manera.
Tampoco mantendrá el subsidio a las gasolinas Extra y Ecopaís y esto le trae roces con otros sectores que defienden la necesidad de congelar los precios de la gasolina.
Entre ellos están la misma Conaie y las organizaciones del Frente Popular, que a su vez reclaman por otros aspectos, como más presupuesto y reformas para educación y el pago de las deudas con la Seguridad Social.
A la vez que siguen latentes las demandas del sector agropecuario, por el costo de los insumos y de sus productos, especialmente de parte de los arroceros.
Y a la lista se suman las universidades, incluidas las de postgrado, que reclaman por el recorte de sus presupuestos anuales.
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