Enmienda sobre vetos, un golpe al 'hiperpresidencialismo' y a la relación Daniel Noboa-Asamblea
El oficialismo decidió entrar de lleno a cuestionar el trabajo de la Asamblea, después de que ésta aprobara una enmienda constitucional que le resta poder a los vetos parciales.
El presidente de la Asamblea, Henry Kronfle, respondió al viceministro Esteban Torres, este 5 de junio de 2024.
AN
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En medio de una tensa relación entre Ejecutivo y Legislativo, la enmienda constitucional que la Asamblea aprobó sobre los vetos presidenciales ha generado más escozor. Dicho cambio en la Constitución le resta poder al Ejecutivo, y, por lo tanto, afectará directamente al papel de Daniel Noboa como "colegislador".
La enmienda es un golpe directo al hiperpresidencialismo de la Constitución ecuatoriana, pues hace más fácil que la Asamblea pueda ratificarse en un texto y desechar los cambios propuestos por el Presidente de la República en un veto parcial.
Por ello, el Gobierno ve la aprobación de esta enmienda como una afrenta directa. El viceministro Esteban Torres aseguró que dicha modificación que quita "toda posibilidad de veto parcial al Ejecutivo", algo que calificó como "aberrante" y "revanchista".
La preocupación del Gobierno se enfoca, por ahora, en las reformas a la Seguridad Social. La propuesta aprobada por la Asamblea dispone aumentar el número de vocales del Consejo Directivo, pero Noboa vetó el proyecto por inconstitucionalidad, y la Corte Constitucional ya aceptó el veto.
Ahora, está en manos del Legislativo decidir cómo quedará la conformación del Consejo Directivo del IESS.
Pero además la preocupación se extiende a lo que pase más adelante. La Asamblea tiene en sus manos las propuestas legales que derivaron de la consulta popular, y cuando estas sean aprobadas, la Asamblea tendrá las de ganar.
Y está pendiente también la nueva reforma tributaria que el Gobierno presentará, y que consta en el acuerdo con el FMI.
El cambio en los vetos presidenciales
La Constitución le otorga al Presidente la capacidad de ser un "colegislador", por lo que puede vetar total o parcialmente una ley aprobada por la Asamblea. El veto parcial no es más hacer sugerencias de cambios a la propuesta aprobada.
Hasta antes de la enmienda, desechar un veto parcial era complicado. La Asamblea necesitaba mayoría calificada (91 votos o dos terceras partes del Pleno) para ratificarse, algo muy difícil de lograr en un escenario de mayorías móviles, como el que hay desde 2018.
Pero ahora, con la enmienda vigente, la Asamblea sólo necesitará mayoría absoluta (70 votos) para ratificarse. Esto significa que el Pleno podrá con mayor facilidad desechar las propuestas de un veto parcial.
Esto resultará fácil en el actual escenario legislativo, en el que Construye y Revolución Ciudadana se han "parqueado" en la oposición y suman, entre ambas bancadas, 67 votos, apenas tres menos de los 70 necesarios para ratificarse.
Y será más complicado aún ahora que el Gobierno decidió ubicar al Partido Social Cristiano en la oposición.
El oficialismo se queda solo
Las declaraciones del viceministro Esteban Torres llegaron para confirmar que existe una pugna con el Legislativo. El funcionario aseguró que Revolución Ciudadana, Construye y el PSC son una alianza "sólida y caminando", que suma más de 80 votos. Por lo tanto, tienen al menos la mayoría absoluta (70) asegurada, y están muy cerca de la mayoría calificada (91).
Aunque el PSC no ha confirmado oficialmente que está en la oposición, el presidente de la Asamblea, Henry Kronfle, cuestionó las declaraciones de Torres y a él mismo, pues dijo que no ha "pisado" la Asamblea.
Esta mayoría incluso puede crecer más si se suman los cinco votos de Pachakutik, que también se mantiene critico con Noboa.
En ese escenario, ADN se queda sólo en la Asamblea, con sus 34 asambleístas. Y sólo tendría la posibilidad de sumar pocos votos (unos 15) de los independientes y lo que queda de Gente Buena.
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