Un empresario quiteño, el nuevo actor en trama de ciudadanos israelíes
Los israelíes Shy Dahan y Oren Sheinman supuestamente vendieron pruebas de Covid-19 a Jacobo Bucaram.
Archivo Primicias
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La historia de los falsos extranjeros de la DEA (la agencia antidrogas de Estados Unidos) se conoció el 2 de junio de 2020. Ese día la Policía informaba sobre la detención de los israelíes Shy Dahan y Oren Sheinman, en Santa Elena. Este último también tiene nacionalidad australiana.
Al primero en un momento se lo identificó como Oren Tomer, pero posteriormente él dijo que se llamaba Shy Dahan.
Ambos enfrentaban dos cargos. El primero por uso doloso de documento falso que se sanciona con uno a cinco años de prisión. El segundo es por enriquecimiento privado no justificado que se castiga con tres a cinco años de cárcel.
Los ciudadanos portaban USD 300.000 en efectivo y fueron acusados de vender de manera ilegal pruebas para Covid-19 cuando fueron detenidos.
Pero esta historia empieza mucho antes, en Quito, e involucra a otro actor: Bryan Alexis Pérez Vinueza, un joven 28 años con un título de Administración por Avila University de Estados Unidos.
El rol de Bryan Pérez
Según Héctor Vanegas, abogado de Sheinman, Pérez es el proveedor de las pruebas rápidas. Esos insumos, de acuerdo con la declaración de los extranjeros, se vendieron a Jacobo Bucaram Pulley, hijo del expresidente Abdalá Bucaram Ortiz, en su domicilio, al norte de Guayaquil.
Los USD 300.000 en efectivo decomisados en la detención de los ciudadanos israelíes son producto de esa venta. Los extranjeros estaban en Santa Elena celebrando la transacción, según la investigación policial, cuando fueron aprehendidos.
Pero la trama se complica. Dahan fue asesinado el pasado 8 de agosto cuando guardaba prisión en la Penitenciaría del Litoral, junto con Sheinman. Este último sobrevivió y ahora es testigo protegido.
Actualmente se recupera de sus heridas en el hospital Abel Gilbert Pontón, de Guayaquil.
Bryan Pérez tiene otra versión: él no se considera socio, sino víctima de los extranjeros. De hecho, presentó una denuncia contra ellos por estafa en Quito.
Según el relato de Pérez, que ya está judicializado, conoció a Dahan en el edificio 'Yoo Quito', en la avenida González Suárez, zona exclusiva en el norte de la capital.
Los extranjeros eran vecinos de Pérez. Cuando empezó el confinamiento producto de la pandemia nació una amistad entre ellos e incluso compartieron reuniones sociales.
En la denuncia Pérez cuenta que los extranjeros se movilizaban en un vehículo BMW sin placas, siempre con escolta policial. Algo que no le extrañó porque en el mismo edificio vivía el entonces vicepresidente Otto Sonnenholzner.
El exsegundo mandatario y la ministra de Gobierno, María Paula Romo, reconocieron que hay dos agentes de tránsito municipal involucrados en los hechos. Ellos formaban parte de la caravana de Sonnenholzner.
Según Vanegas, fue Pérez quien proporcionó la seguridad a Dahan y Sheinman. Sin embargo, Pérez asegura lo contrario, que los conoció con esa custodia y que incluso algunos de ellos dormían en el departamento de los extranjeros.
Por su parte, la Agencia Municipal de Tránsito (AMT), de donde eran los escoltas, asegura que está colaborando en las investigaciones.
De la amistad a los negocios
Con la naciente amistad entre Pérez y los extranjeros vinieron los negocios. Estos últimos propusieron la venta de mascarillas procedentes de Hong Kong que Pérez debía revender.
La transacción fue un éxito y luego vino una segunda que fracasó. Según Pérez, los extranjeros lo obligaron a pagar una multa de USD 2.000 por no cumplir con la venta acordada.
Posterior a ello los extranjeros se enteraron que un amigo de Pérez, Álvaro Gavilánez, estaba importando pruebas de Covid-19.
Para mejorar la relación Dahan le ofreció a Pérez vender esas pruebas a un cliente suyo en Guayaquil. Así se embarcaron en un viaje terrestre hasta esa ciudad en el que tuvieron custodia de los agentes de tránsito y con la mercadería a bordo.
Pero en Santo Domingo, Pérez perdió de vista al BMW donde se transportaban las pruebas. Según su relato siguió hasta Guayaquil y nunca más volvió a ver a los involucrados.
Lo bloquearon del teléfono y no le contestaban las llamadas. En una ocasión, cuando sí lo hicieron, le dijeron que estaban negociando con gente peligrosa, que tienen guardias armados y le recomendaron regresar a Quito.
Pérez así lo hizo, pero ya en su casa y tras reclamos, le llegaron amenazas contra su vida y su esposa. Fue entonces que presentó la denuncia.
Todos estos elementos constan en los procesos judiciales. Por la muerte de Dahan, este quedó fuera de los juicios.
Sheinman enfrenta dos procesos judiciales
A Sheinman se lo acusa de uso doloso de documento falso, por la identificación de la DEA. Según Vanegas, fue la custodia proporcionada por Pérez la que entregó esa credencial.
El otro proceso es por enriquecimiento privado no justificado. En ninguno de los dos juicios está involucrado Jacobo Bucaram.
Y ya eso no ocurrirá porque concluyó la etapa de instrucción fiscal. Para este jueves 13 de agosto, en Santa Elena, está prevista la audiencia de juicio, a las 09:00.
Vanegas quiere diferir esa diligencia, tras el asesinato de Dahan. Mientras lucha para que su cliente no sea trasladado a la cárcel de Latacunga pues considera que allí su vida corre riesgo.
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