La emergencia sanitaria obliga a una tregua política
El presidente Lenín Moreno responde preguntas de la prensa sobre la emergencia sanitaria por la propagación del coronavirus, el 22 de marzo de 2020.
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La emergencia sanitaria por la propagación del coronavirus llegó a Ecuador en un tiempo de alta ebullición política: el año previo a las elecciones. Los comicios presidenciales y legislativos estaban previstos para el 7 de febrero de 2021, y los precandidatos ya preparaban estrategias.
Pero, la pandemia suspendió las actividades públicas y luego restringió totalmente la circulación. En ese escenario, el mismo desarrollo de las elecciones es incierto, y la Corte Constitucional deberá resolver el tema en los próximos días.
Las diferentes tiendas políticas han anunciado su apoyo al Gobierno y han ayudado a difundir los mensajes a favor de no salir de las casas.
En lo político, han plegado al mensaje oficial y han mostrado su apoyo. Incluso, dispuestos a renunciar a sus recursos de campaña o al fondo partidario que reciben del Estado.
Estas iniciativas, sin embargo, murieron rápidamente. La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) señaló que la devolución del fondo partidario no es fácil y el dinero de la campaña aún está lejos.
La propuesta de eliminar el fondo partidario, en cambio, se analizó en la Asamblea, pero requeriría como mínimo una reforma constitucional.
Por fuera de ese tema, los políticos le han dado su espacio al Gobierno. La única oposición de frente se mantiene desde el espacio del expresidente Rafael Correa y la bancada de Revolución Ciudadana en la Asamblea. Ese grupo cuestiona el manejo de la crisis en el país y, especialmente, en Guayaquil.
El panorama, sin embargo, va cambiando con los días. La escalada en los casos de coronavirus y las muertes que causa, la preocupación por la situación económica del país y, sobre todo, su endeudamiento externo, toman la agenda política en Ecuador.
La preocupación por la deuda se toma la agenda
La tregua política que los líderes de oposición dieron al Gobierno se rompió con un comunicado de la Asamblea que llamó a la moratoria de la deuda externa.
Esto disparó el riesgo país, lo que obligó al ministro Richard Martínez a anunciar que sí pagaría a los tenedores de los bonos Global 2020, para poder acceder a más financiamiento.
El presidente Moreno también apareció para hablar del tema. En una de sus pocas apariciones durante la emergencia sanitaria, habló de la reorganización de la deuda, aunque no dio datos exactos.
Con una votación casi unánime de todas las bancadas, la Asamblea llamó a revisar la posibilidad de una suspensión de pago de la deuda externa. Las críticas estuvieron dirigidas justamente a Martínez, por "poner a los acreedores por sobre los ecuatorianos".
Aunque no hablaron de moratoria y suavizaron su discurso con un llamado a los multilaterales, el debate estuvo enfocado en críticas al Gobierno. Apenas cinco legisladores se abstuvieron de votar a favor de la resolución.
Líderes de organizaciones políticas de seis países latinoamericanos reunidos en el frente Primero la vida también llamaron a revisar el pago de la deuda.
En un manifiesto, solicitaron "un acuerdo internacional para la suspensión temporal de los pagos de la deuda externa a sus acreedores".
En este escenario, el Gobierno busca financiamiento externo que le ayude a enfrentar la crisis por la propagación del virus. Y con las cifras de contagios y muertes al alza, la situación política se puede encender.
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