Eliseo Azuero: el operador político que conseguía los votos en la Asamblea
El asambleísta Eliseo Azuero, en una sesión del Pleno de la Asamblea, el 11 de julio de 2017.
AN
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Eliseo Azuero es un político con recorrido. Su carrera comenzó hace 20 años, en los que ha estado, la mayoría del tiempo, en la función pública. Ahora, sin embargo, su paradero es desconocido y está prófugo de la justicia.
En contra de Azuero pesa una orden de prisión preventiva, dictada dentro del proceso que se sigue por delincuencia organizada, en el que está también involucrado su excolega Daniel Mendoza. La Fiscalía lo señala como una de las cabezas de una presunta red de corrupción que se habría beneficiado del dinero destinado a la construcción del Hospital de Pedernales.
Pero, la investigación de la Fiscalía también ha revelado el papel que tenía en la Asamblea. En la conversación con Mendoza transcrita dentro del proceso penal, Azuero dice "soy un buen operador político". Además, asegura que él "garantiza" los votos a la ministra de Gobierno, María Paula Romo.
De hecho, Azuero no es cualquier asambleísta: es, hasta la fecha, el vicepresidente de la Comisión de Fiscalización. Peleó por ese puesto, pues quería la presidencia esa comisión, pero Alianza PAIS no cedió y se quedó como segundo al mando.
Aún así, en sus propias palabras, podía garantizar el resultado de cualquier juicio político en la Comisión. Justamente, su voto fue uno de los que salvó a Romo de que su juicio político llegue hasta el Pleno.
En los diálogos también se habla de reparto de dinero, a través de terceras personas, para otros legisladores. La Fiscalía investiga a los asambleístas que son parte de la bancada de Azuero.
Una carrera de 20 años en todas las tendencias políticas
Azuero comenzó en la política en 1990, cuando fue electo como diputado por la Democracia Popular por su provincia, Sucumbíos. A la fecha tenía 29 años. Pero, abandonó el cargo después de dos años para, con esa misma tienda política, participar en las elecciones para prefecto de Sucumbíos.
En 1992, fue electo para esa dignidad, y luego reelecto en 1996, en ambas ocasiones con la camiseta de la Democracia Popular. Fue prefecto hasta 1998, cuando renunció para candidatizarse al Congreso y resultó electo.
En 2002, nuevamente intentó ser diputado, esta vez por el Partido Alfarismo Nacional, una reedición del Frente Radical Alfarista (FRA), de Fabián Alarcón. Pero, no logró los votos suficientes.
Para las elecciones de 2004, se lanzó otra vez como candidato a prefecto de Sucumbíos, pero esta vez por el Partido Renovación Institucional Acción Nacional (Prian), de Álvaro Noboa. No ganó, y en 2006 corrió para diputado, nuevamente con el Prian. Fue electo, pero no terminó su período pues el Congreso fue destituido a puertas de la Asamblea Constituyente propuesta por el expresidente Rafael Correa.
En 2009, intentó sin éxito ser alcalde de Nueva Loja, su ciudad natal. Fue candidato por una alianza entre movimientos locales y el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), de Abdalá Bucaram.
Recién en 2017 logró volver al Palacio Legislativo, esta vez con la Izquierda Democrática. No duró nada en ese partido, pues a dos días de su posesión anunció su separación por problemas con la dirigencia. En adelante, sería independiente.
En abril de 2019, junto a otros asambleístas desertores de las organizaciones políticas y otros miembros de movimientos locales, creó la Bancada de Acción Democrática Independiente (BADI). Sus integrantes están ahora en investigación por posible reparto de dinero en el caso de delincuencia organizada.
René Tamayo, un funcionario cercano a Azuero
René Tamayo, el exdirector del Servicio de Contratación de Obras (Secob) también detenido como parte de la red de corrupción, tiene una larga cercanía a Azuero. Según un oficio del Instituto de Seguridad Social (IESS) disponible en el expediente del caso, Tamayo trabajó en la Prefectura de Sucumbíos entre 1992 y 2000, cuando Azuero estaba al frente de esa institución (1992-1998).
Esto, a criterio de la Fiscalía, evidencia la relación cercana entre ambos procesados y, además, demuestra la veracidad de las conversaciones entre Azuero y Mendoza. En una parte de ese diálogo, Mendoza dice:
"Tú me contaste la historia de cómo pusieron a Tamayo, que te cabreaste (y) al día siguiente María Paula cogió y cumplió, y te puso a Tamayo. Ella sabe a quién responde políticamente su espacio pues, y no es a mí".
Romo niega esta versión. En su comparecencia ante la Asamblea el 1 de julio, la ministra negó que Azuero haya presentado el nombre de Tamayo. Aseguró que fue designado como director del Secob pues tenía experiencia.
Según su declaración juramentada ante la Contraloría, Tamayo entró al Secob 26 de agosto de 2019. Esto es meses después de la selección de autoridades en la Asamblea, cuando César Litardo fue designado presidente, y Azuero, vicepresidente de Fiscalización.
Antes, Tamayo trabajó un mes en 2019 en el Ministerio de Cultura, como director de Administración de Talento Humano. Y antes, fue gerente administrativo de la Unión Cementera Nacional.
La designación de Tamayo se dio días después de la salida de Johe Luis Jaramillo, en medio de un problema en la adjudicación del contrato para el Hospital de Bahía.
Antes de la llegada de Tamayo, en los mismos días de agosto, la fiscalización de esa obra fue asignada a la empresa Joalnapi, de los familiares de Franklin Calderón, también vinculado en la red de corrupción.
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