Lunes, 01 de julio de 2024

La eliminación del subsidio a los combustibles, la némesis que hace temblar gobiernos

Autor:

Adriana Noboa

Actualizada:

5 Jun 2024 - 5:58

El subsidio a los combustibles es una herencia del régimen militar que ningún Presidente de la República ha podido eliminar, pese a que el escenario económico y petrolero es muy distinto al de la década de los 70.

La Agencia de Control de Energía realiza un operativo en Machala, el 25 de enero de 2024.

Autor: Adriana Noboa

Actualizada:

5 Jun 2024 - 5:58

La Agencia de Control de Energía realiza un operativo en Machala, el 25 de enero de 2024. - Foto: @ARC_EnergiaEc

El subsidio a los combustibles es una herencia del régimen militar que ningún Presidente de la República ha podido eliminar, pese a que el escenario económico y petrolero es muy distinto al de la década de los 70.

El polémico subsidio a los combustibles fue introducido en Ecuador en 1974, por el régimen militar, comandado por el general Guillermo Rodríguez Lara, cuando los precios del petróleo estaban en auge, al igual que la producción nacional.

Ahora, 50 años después, Daniel Noboa Azin se suma a la lista de Presidentes de la República que intentará eliminar dicho subsidio. Sin embargo, debido a la conocida resistencia popular que genera ese tema, la medida se limitará a las gasolinas Extra y Ecopaís.

Eso implicaría un ahorro del 20% de los recursos que el Estado destina a este tipo de subsidios y afectaría principalmente a los vehículos livianos, que lo usan.

El subsidio al Diésel, que representa el 49% del monto total de subsidios, permanecerá intacto. Esto, según el discurso oficial, busca "proteger a los más vulnerables", ya que ese combustible se usa mayoritariamente en el transporte público y comercial.

Pero, apenas el Gobierno puso sobre la mesa el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que acepta eliminar el subsidio, los sectores sociales mostraron su descontento.

El presidente de la Conaie, Leonidas Iza, reafirmó que si esto ocurre no habría "otra vía que la reacción popular" en las calles, haciendo alusión a los potentes paros nacionales de 2019 y 2022.

"Es el mismo libreto del FMI, porque en este país, Noboa no gobierna, él es un muchacho adiestrado por el FMI y obligado a cumplir con los ofrecimientos", añadió el principal dirigente del movimiento indígena.

Previamente, ¿qué mandatarios han intentado revisar la medida y eliminarla o focalizarla? A continuación PRIMICIAS hace un recuento de esos episodios:

  • En el gobierno de Jaime Roldós, tras el retorno a la democracia, en 1918 se ordenó el alza del precio de las gasolinas Súper y Extra, a 20 y 15 sucres, respectivamente. Mientras que el Diésel subió a 11 sucres.

  • Tras la muerte de Jaime Roldós y en medio de cuna situación económica complicada, asumió el poder Osvaldo Hurtado, quien volvió a subir el precio de los combustibles en 1982 y el de los pasajes de transporte urbano.

    Pese a las reiterativas huelgas y paros nacionales, Hurtado terminó su periodo.

  • En 1984, el presidente León Febres Cordero elevó el precio de la gasolina Súper a 65 sucres, el de la Extra a 50 sucres y el del Diésel a 40 sucres. En las manifestaciones en su contra, en 1985, hubo seis muertos y decenas de detenidos.

    Y en 1987 lo volvió a hacer, después de que los precios del petróleo cayeron escala mundial y del terremoto que sacudió al país ese mismo año.

    En total, Febres Cordero enfrentó cuatro huelgas nacionales contra sus medidas económicas.

  • Durante el gobierno de Rodrigo Borja se tomaron medidas económicas que incluyeron aumentos mensuales de los precios de los combustibles y también subió el precio del gas.

    Además, el 26 de septiembre de 1989, Borja reestructuró el sector petrolero, mediante la Ley Especial 45, que suprimió a la Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana (CEPE) y creó Petroecuador, con seis entidades, tres transitorias y tres permanentes.

  • El presidente Sixto Durán Ballén tomó varias decisiones económicas impopulares. Entre ellas, las reformas a la Ley de Hidrocarburos y la expedición del Reglamento de regulación de precios de los derivados de petróleo para consumo interno.

    La primera manifestación en su contra se dio en septiembre de 1992, a un mes de asumir el poder, luego de que duplicara el precio de los combustibles y de la electricidad. La segunda fue en mayo de 1993, como rechazo a un plan de privatizaciones.

    Y entre finales de enero e inicios de febrero de 1994, enfrentó manifestaciones en varias ciudades y una huelga nacional convocada por los sindicatos, por el alza del precio de la gasolina en un 71%.

    Finalmente, en julio de ese mismo año, Durán Ballén dio marcha atrás y bajó el precio de los combustibles, bajo el argumento del alza de los precios del petróleo. Y en enero de 1996 volvió a disminuir los precios, en general.

  • Durante su corto mandato, Abdalá Bucaram eliminó el subsidio al GLP y continuaron los incrementos en los precios del Diésel y gasolina Extra, del transporte público y del gas.

    Esto, sumando a los escándalos de corrupción, originó un fuerte descontento social que desembocó en protestas a escala nacional y paros que obligaron a que se revierta la medida y aceleraron su derrocamiento en febrero de 1997.

  • Abdalá Bucaram le dejó a su reemplazo, Fabián Alarcón, un problema: la congelación de los precios de los combustibles. Y, por su debilidad política, el nuevo presidente no pudo continuar con el incremento de los precios.

  • En su mandato, Jamil Mahuad ordenó el alza de los precios de los combustibles en 1999. Pero debió ceder por la presión social y congeló por un año el precio de los combustibles y el gas, ordenó un subsidio a la electricidad en zonas indígenas.

    Sin embargo, después de otras medidas económicas radicales, como el feriado bancario y la dolarización y la intención de subir el precio del gas, un levantamiento popular lo derrocó en enero de 2000.

  • Posteriormente, el gobierno heredero de Gustavo Noboa duplicó el precio del GLP a USD 2 inmediatamente y en 25% el de la gasolina. Pero un levantamiento indígena le obligó a que el precio del gas quede subsidiado en USD 1,60.

  • Mientras que, en 2003, durante el gobierno de Lucio Gutiérrez se aumentó el precio de la gasolina Súper a USD 1,98 y de la Extra a USD 1,48  y para el diésel subió a USD 1,04.

    Estas medidas impopulares y otras decisiones políticas escandalosas dieron como resultado la 'revolución de los forajidos', que se manifestó con protestas multitudinarias durante varias semanas, hasta que Gutiérrez fue destituido por el Congreso.

  • Durante la década del presidente Rafael Correa, pese a su popularidad, tomó la decisión de no tocar los subsidios populares, ya que argumentaba que estos benefician a los pobres y le hacen bien al país.

    De todas formas, el 15 de octubre de 2015, emitió el Decreto Ejecutivo 799, en donde, eliminó ciertos subsidios a los combustibles del sector industrial y aéreo.

    Pero para el 9 de noviembre de 2017, a través del Decreto 204, Correa redujo en un 40% el precio del combustible aéreo, bajo la intención de incentivar las conexiones aéreas de Ecuador.

  • En medio de una crisis económica, Lenín Moreno decidió tomar medidas sobre los combustibles.

    Primero, emitió el Decreto Ejecutivo 490, en agosto de 2018, y eliminó el subsidio de la gasolina Súper, marcando de esta manera un aumento significativo en el uso de la gasolina Extra y Ecopaís. Por lo que en ese diciembre les redujo el subsidio.

    Siguiendo la misma línea, el Decreto 883, del 2 de octubre de 2019, posibilitó el alza de los precios de la Extra y Ecopaís, así como también del Diésel.

    Ante esta decisión, las organizaciones sociales y gremiales protagonizaron jornadas de protestas. Y 11 días después, obligaron al presidente Moreno a derogar la medida.

    Sin embargo, con la llegada de la crisis sanitaria, generada por el Covid-19, Moreno optó por instaurar en mayo de 2020 un nuevo mecanismo de comercialización de combustibles, con la fijación de los precios a través de bandas, que establecen un piso y un techo.

  • Un segundo intento de focalizar los subsidios a las gasolinas ocurrió en 2022, durante el gobierno de Guillermo Lasso, quien había decidido eliminar el sistema de bandas de precios de las gasolinas Extra, Ecopaís y el diésel.

    Mediante el decreto ejecutivo 231, el Gobierno congeló los precios de la Extra y Ecopaís en USD 2,55 por galón. Y el precio del Diésel se congeló en USD 1,90 por galón.

    Pero la Conaie y organizaciones sociales convocaron a un paro nacional de 13 días en junio de 2022 para presionar una disminución de los precios.

    Presionado por el malestar social, el Gobierno optó por una reducción de los precios de los combustibles y estableció un precio fijo de USD 2,40 para el galón de la Extra y Ecopaís y de USD 1,75 para el galón de diésel, que rigen hasta la actualidad.

    Además, en diciembre de ese mismo año, eliminó el subsidio al diésel para las camaroneras con fincas de más de 30 hectáreas productivas.