Cruce de acusaciones entre Gobierno y correístas por caso Duarte
El escape de la exministra de Transporte, María de los Ángeles Duarte, no solo complicó al Gobierno ecuatoriano, también provoca disputas internas en Argentina.
Los embajadores argentinos Oscar Laborde y Gabriel Fuks están en la mira diplomática por el escape de María de los Ángeles Duarte, en marzo de 2023.
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La trama diplomática en torno al escape de María de los Ángeles Duarte, de la Embajada de Argentina en Quito, se complica cada vez más. Las teorías y la información al respecto apuntan a un 'intrincado operativo' para su fuga hacia Caracas.
Y los detalles los sabe "muy bien" el expresidente Rafael Correa, como lo aceptó en una entrevista en El Tiempo, y culpó al presidente Guillermo Lasso de "obligarla a salir subrepticiamente" de la Embajada y del país.
Ahí el exmandatario insistió en la teoría de Duarte de que era una rehén política, porque el Gobierno supuestamente pedía apoyos al correísmo a cambio de dejarla libre.
Pero este escape va más allá de una salida irregular del país. Las partes involucradas en el impasse diplomático son cada vez más numerosas y los grupos políticos a los que salpica el hecho, también.
Entre los aliados de Duarte se podría contar a correístas, kirchneristas y chavistas, que apuntan las sospechas de las autoridades ecuatorianas hacia Caracas y Buenos Aires.
La teoría
No hay una confirmación oficial de que el presidente argentino, Alberto Fernández, hubiese estado al tanto de los planes de escape de Duarte y sus aliados.
Además, fue la vicepresidenta Cristina Fernández quien ubicó al embajador Gabriel Fuks en la Embajada en Quito con esa consigna y, según la prensa local, presionó a su propio gobierno para que concediera el asilo.
Esta presión se intensificó tras la visita del expresidente Rafael Correa a Buenos Aires, en octubre de 2022. Después de la cita con la vicepresidenta, sus aliados en el Senado, exigieron al Ejecutivo "pronta y satisfactoria resolución del caso" Duarte.
Por ello también hubo una visita a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en la que los diplomáticos argentinos intentaron encontrarle una salida al bloqueo ecuatoriano para el salvoconducto.
Según Infobae, el canciller ecuatoriano, Juan Carlos Holguín, habría revelado de manera reservada, en la Comisión de Fiscalización, que mantuvo una conversación telefónica con Alberto Fernández, quien le confesó que estaba considerando retirar el asilo concedido a la exministra.
Esto porque el argumento humanitario para concederlo, por la situación de su hijo menor de edad, no era cierto. Aunque el embajador Fuks había explicado inicialmente que el niño no podía ver a su padre, después se contradijo y aceptó que recibía visitas continuas.
Además, según lo comentado por las autoridades ecuatorianas, se evidencia que debió existir una planificación previa para el escape de Duarte.
Por ejemplo, el personal diplomático argentino pidió, el 3 de marzo de 2023, que la Policía aleje el patrullero que se encontraba en las afueras de la sede diplomática y que detengan el registro de los vehículos diplomáticos y privados que ingresaban o salían de la residencia.
Esto bajo amenaza de poner en riesgo la relación bilateral si se mantenía la vigilancia cercana.
Una semana después, el embajador Fuks organizó un asado para despedir a su agregado de defensa. A la cita habría estado invitado el diplomático venezolano, Pedro Sassone, quien, según sospechas de las autoridades, habría sacado a Duarte de la Embajada en su vehículo diplomático.
Tres días después, Duarte tocó a la puerta de la Embajada argentina en Caracas, donde fue recibida por Oscar Laborde. La exfuncionaria correísta llegó hasta allá y se contactó directamente con el embajador sin problemas.
Según Laborde, la cita fue breve y solo para comunicarle a su gobierno que estaba en Venezuela. Aunque, el diplomático afirma que Duarte no se quedó en la sede y que le contó que no tiene intenciones de llegar hasta Buenos Aires.
Desde entonces, la Embajada argentina en Quito se niega a entregar los registros de las cámaras de video de la residencia.
Dos versiones
El expresidente Rafael Correa afirmó que el presidente Guillermo Lasso se negó a darle un salvoconducto a María de los Ángeles Duarte, para utilizarla "como rehén".
"A nosotros nos ha mandado mensajes: si me apoyan en esto, podríamos dejarla libre", aseveró Correa.
Sin embargo, el Gobierno ecuatoriano tiene una versión opuesta. El canciller Juan Carlos Holguín dijo que el exmandatario miente. "Ahora uno comprende el comunicado de la señora Duarte, del día lunes, con este término de rehén política", explicó en Notimundo.
"Son ellos los que utilizaron a la señora Duarte como moneda de cambio para sus intereses", sostuvo Holguín. "Recibí mensajes de asambleístas de UNES, diciendo que si daba el salvoconducto no me harían un juicio político a mí", agregó
Tensión en Argentina
La oposición argentina pide al gobierno de Alberto Fernández que de explicaciones sobre el impasse con Ecuador, provocado por el escape de Duarte.
Para eso, el Senado ha solicitado que el canciller Santiago Cafiero conteste cuatro interrogantes:
- ¿Cuáles fueron las razones de interés nacional para el otorgamiento del asilo?
- ¿Recibió notificación de la exministra sobre su intención de abandonar la Embajada?
- ¿Qué información otorgó el embajador Fuks a las autoridades ecuatorianas?
- ¿Cuáles son las medidas a adoptar por la Embajada en Caracas frente a la situación?
Algo similar sucede en la Cámara de Diputados, el diputado Ricardo Buryaile advirtió que “en Argentina tanto a nivel local como internacional amparamos delincuentes”. Y reclamó que el canciller Cafiero no se haya presentado en la legislatura para contestar sus preguntas.
El diputado incluso advirtió que no descartan pedirle a Cafiero que entregue los videos de la Embajada en Quito para su revisión.
Los embajadores
Entre abril y julio de 2022, la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, se encargó de que Gabriel Fusk y Oscar Laborde fueran designados como embajadores en Quito y Caracas, respectivamente.
Con el poder e influencia necesarios en la Comisión de Acuerdos del Senado, que decide sobre el nombramiento o remoción de funcionarios dictaminados por el Ejecutivo, Fernández logró el objetivo.
Las designaciones eran sensibles para el presidente Alberto Fernández, ya que no había nombrado embajador en Quito durante el gobierno de Lenín Moreno y la oposición argentina reclamaba por el reconocimiento del régimen de Nicolás Maduro en Caracas.
La trayectoria política de Fuks lo sitúa como cercano de Cristina Fernández. Entre 2003 y 2013 presidió la Comisión de Cascos Blancos del Ministerio de Relaciones Exteriores, durante el gobierno kirchnerista. Después, entre 2019 y 2021, fue secretario de Seguridad de Alberto Fernández.
Y, aunque Fuks no llegaba a la Embajada en Quito cuando Duarte ingresó a la residencia diplomática, tuvo que hacerse cargo de la situación desde julio de 2022.
Laborde, por su parte, es de una tendencia política más radical y muy cercana al chavismo y por su trayectoria comunista y peronista tiene la confianza de ambos mandatarios argentinos.
Además, es parte del Grupo de Puebla, que reúne a las figuras políticas de la autodenominada izquierda progresista de la región. En esa plataforma se apoyan los exfuncionarios del correísmo, incluido el propio expresidente.
En la lista también está el representante diplomático del chavismo en Quito, Pedro Sassone, quien está en el cargo, al menos, desde 2017.
Y, pese a los cambios de gobierno y a las cruzadas regionales contra Nicolás Maduro, se mantiene vigente entre la comunidad diplomática, especialmente de los gobiernos de la tendencia, como el de Argentina.
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