Ecuador está a tres pasos del retiro de la visa Schengen
El eurodiputado Javier Zarzalejos explica a PRIMICIAS que el ingreso de Ecuador en la lista de países que no requieren una visa Schengen tendría los votos para ser aprobado en el Parlamento Europeo. Lo que restaría es la evaluación técnica para implementar esa libre movilidad y el acuerdo que la ponga en vigencia.
Imagen referencial del eurodiputado Javier Zarzalejos.
Grupo PPE
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La expectativa sobre el posible retiro de la visa Schengen, de corta estancia, para ecuatorianos creció en los últimos días. Sin embargo, la esperanza se vio opacada por un caso de corrupción en el Parlamento Europeo.
El eurodiputado Javier Zarzalejos conversó con PRIMICIAS para aclarar el escenario y explicar cuáles son los pasos pendientes para que Ecuador consiga entrar a la lista de países que no requieren de una visa para ingresar a Europa.
Según el parlamentario, no hay motivos para que la medida pueda ser rechazada y lo que queda por delante son temas técnicos y no políticos. Además, en el Parlamento Europeo habría los votos para aprobar la medida.
¿Cuáles son los pasos que quedan para completar el proceso de exención de la visa Schengen?
Hemos dado un paso que ya es importante: la comisión legislativa ha adoptado la decisión de que Ecuador forme parte de la lista de países que no necesitan visado para entrar en el territorio Schengen.
El siguiente paso es que esta votación sea ratificada por el pleno del Parlamento Europeo. Y, a partir de ahí, la decisión será adoptada por el colegislador que es el Consejo Europeo, que reúne a los gobiernos.
Entonces se tienen que hacer los procedimientos técnicos para la implementación práctica de la medida.
Estamos en un estado muy avanzado, lo importante era la decisión legislativa que ya se ha tomado.
La petición de Ecuador estaba dentro del mismo paquete que Qatar, Kuwait y Omán. Después del escándalo de corrupción que envuelve a Qatar, ¿qué pasará ahora con ese dossier?
Hemos trabajado muy duramente junto con las autoridades ecuatorianas para incorporar a Ecuador a esta lista. Y queremos evitar a toda costa que Ecuador sea damnificado por unas circunstancias que, precisamente, no le afectan, sino todo lo contrario.
En ese sentido, la situación de Ecuador es exactamente la misma que había. Ningún grupo político ha opuesto ninguna tacha, ninguna reserva, ninguna objeción.
Y, para quienes hemos impulsado la incorporación de Ecuador a esta lista, supone un gran honor haber abogado por un país cuya naturaleza democrática está reconocida.
Quiero llevar un mensaje de tranquilidad, desde el punto de vista del Parlamento Europeo.
Al conocer las alegaciones con relación a Qatar hemos adoptado una decisión lógica: retirar este asunto del orden del día y reconsiderar la situación de Qatar.
En las próximas semanas, probablemente el próximo pleno del Parlamento Europeo, esto ya sea una realidad. Y puedo decir que los demás ponentes de otros grupos políticos coinciden en que Ecuador no tiene que pagar los platos rotos de otros países.
Ecuador ha presentado unas credenciales absolutamente impecables en este punto.
En la votación de enero, entonces, se tomaría una decisión sobre Qatar, ¿y el proceso de Ecuador seguiría su curso?
Tenemos que ver cuál es el tratamiento específico que damos al caso de Qatar. Como también nos ocurrió con Kuwait, que hace unas semanas había aplicado la pena de muerte a siete presos, cuando estábamos a punto de votar este reglamento.
Eso también significó que tuviéramos que reconsiderar la situación de Kuwait y así lo hicimos. Pero eso no afectó al conjunto del reglamento.
Ahora acordaremos una fórmula, una enmienda específica, que someteremos al pleno del Parlamento Europeo con relación a Qatar.
Pero ya existe un texto aprobado por la Comisión legislativa, aprobado por los grupos parlamentarios, que simplemente tiene que ser ratificado en el pleno. Y que habría sido ratificado, como todos hubiéramos esperado, si no hubiera surgido esta investigación.
¿Qué número de votos se requiere para la aprobación?
La mayoría simple, la mitad más uno de los votos que se emitan. Pero la votación en comisión, donde están presentes todos los grupos, fue absolutamente holgada y amplia en favor de esta regulación.
Sin embargo, hubo unas declaraciones dentro del Parlamento sobre que Ecuador no estaría listo para entrar a la lista de exención de la visa Schengen.
Esas declaraciones pueden haber sido confusas, por parte de la comisaria de interior, con la que yo he hablado de este tema.
Pero, incluso, cuando hablamos de los parámetros que deben ser cumplidos, Ecuador ha introducido con éxito y eficiencia el pasaporte biométrico, que es una exigencia importante.
También ha adoptado una legislación que es plenamente satisfactoria para la cuestión del retorno de personas que entran o permanecen irregularmente en el territorio de la Unión, a través de la Ley de Movilidad Humana y el reglamento.
Están iniciando un proceso para facilitar mayor y mejor información a los ciudadanos de Ecuador, para que sepan cómo tienen que actuar en relación con su estancia en la Unión Europea.
Y, finalmente, está el tema de la tasa de rechazo de solicitudes que son denegadas. Pero, aunque en este momento la tasa es ligeramente superior, se ha producido una evolución muy positiva.
Por otra parte, este es un dato que necesita ser depurado, porque estamos hablando de diversas solicitudes, por tanto, el dato no es en absoluto exacto.
De modo que, sinceramente, creo que en el curso de las conversaciones técnicas, entre la Comisión Europea y las autoridades ecuatorianas, se va a poder llegar a una solución perfectamente satisfactoria.
¿De qué se trata esa evaluación técnica?
Lo que prevé la ley es que dentro de los tres meses siguientes a la entrada en vigor de este reglamento (después de la votación en el Parlamento), la Comisión Europea tiene que facilitar una evaluación técnica de las condiciones de Ecuador para implementar técnicamente la exención de visados.
No digo para acceder a la lista de exenciones, porque esa decisión ya está tomada.
Va a haber un diálogo entre los poderes Ejecutivos, entre las autoridades ecuatorianas y los expertos en la materia de la Unión Europea que viajen al país, para dar las explicaciones y la información necesaria.
Y la Comisión puede hacer observaciones, decir dónde hay que hacer un esfuerzo más o dónde hay que mejorar.
No anticipo ningún obstáculo insalvable, dada la evolución que están teniendo el proceso.
Los procedimientos técnicos implican que las autoridades tengan el intercambio de información necesaria, formularios, procesos que sustituyan la comparecencia personal en los consulados europeos para pedir el visado, etcétera.
¿Hay otros plazos después de la evaluación?
No, el único es el de tres meses que se da a la Comisión Europea.
Una vez superada la evaluación, ¿se firma el acuerdo bilateral para la implementación?
Después de la evaluación técnica empiezan los contactos bilaterales y se fija un texto entre Ecuador y la Unión Europea, ya no entran aquí los países, que establece los compromisos, los procedimientos de intercambio de información, etcétera.
A partir de la firma del acuerdo entrará en vigencia de la exención. Es más, en el Parlamento hemos considerado, que la propia firma del acuerdo no necesitaría una ratificación posterior.
El Gobierno ecuatoriano en su conjunto es perfectamente capaz de asumir esa responsabilidad.
¿Cuáles son los respaldos políticos con los que cuenta Ecuador en este proceso?
En este punto, tanto el Partido Popular Español con el Partido Socialista hemos actuado de la mano y hemos podido también influir y convencer a nuestros socios europeos.
A mí me produce una gran satisfacción, el apoyo que, como oponente, he recibido de todo el Partido Popular Europeo. Con el Partido Socialista iniciamos una negociación muy breve, porque estábamos en la misma onda.
El Gobierno español ya había expresado su deseo de que esto tuviera lugar. Y en el segundo semestre del próximo año será la presidencia española de la Unión Europea y queremos que el proceso pueda culminar ahí.
¿Cómo ve el trabajo del Gobierno ecuatoriano en esto?
Ha sido muy importante el liderazgo del presidente Guillermo Lasso, al plantear directamente este tema, no por pasillos, no de manera tangencial. De hablar con las fuerzas políticas españolas, directamente con el presidente del Gobierno español y con el líder del Partido Popular.
Y luego ha habido un trabajo coordinado entre la Cancillería y su representación en Bruselas, en un mundo sin duda complejo como es este de la Unión Europea.
En conjunto ha sido un trabajo muy satisfactorio.
El Gobierno anterior lo intentó también. ¿Cuál fue la diferencia ahora?
Creo que ahora ha habido la inteligencia política suficiente para llevar este asunto a al Parlamento Europeo e iniciar una estrategia de acercamiento y para conseguir el apoyo.
Entonces, cuando ha surgido la oportunidad, nos hemos subido a ese vehículo y con tanto éxito que Ecuador es un país incuestionado en un proceso en el que, desgraciadamente, hemos tenido que cuestionar a otros países.
La posición de Ecuador, desde ese punto de vista, ante el Parlamento es muy firme.
Una vez que la exención entre en vigencia, ¿puede la decisión reverse y echarse para atrás?
No. Tendría que producirse una situación de incumplimiento, de descontrol, de una crisis migratoria con la que nadie cuenta.
Una vez establecía la exención, hay un mecanismo regular en el que, anualmente, Ecuador y la Comisión Europea analizan cómo va la marcha de ese proceso.
Pero, sinceramente, una vez establecida y operativa la exención, tienen que pasar cosas verdaderamente inimaginables para que eso pudiera ser así.
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