Ecuador observa giro regional hacia la izquierda y Venezuela gana aliados
El retorno de la izquierda a los gobiernos de la región hace que el presidente Guillermo Lasso pierda aliados cercanos y deba abrirse a cambios en política exterior.
Ecuador se va quedando como el único gobierno de derecha en la región.
PRIMICIAS
Actualizada:
Compartir:
Los gobiernos de izquierda vuelven a ganar terreno en el escenario geopolítico de América del Sur, mientras que el Gobierno ecuatoriano mide el impacto en su posicionamiento político y económico.
En el último capítulo de este cambio, Colombia retoma su relación con Venezuela, lo que implica reabrir las fronteras entre ambos países y restablecer las relaciones diplomáticas que se rompieron en 2019.
A medida que la figura del presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, decae pese al apoyo político que le brindaron en un inicio Estados Unidos y la Unión Europea, del Grupo de Lima, que reconoció su gobierno dentro de la región, queda, prácticamente, solo Guillermo Lasso.
Argentina y Perú abandonaron el Grupo una vez que cambiaron de presidentes. Chile también cambió de tendencia, pero su mandatario, Gabriel Boric, mantiene las críticas contra Maduro, quien no fue invitado a su posesión presidencial.
Y Colombia se aleja de la esfera del Grupo, ahora que el izquierdista Gustavo Petro llegó al poder.
Entre las primeras acciones del nuevo presidente colombiano estuvo el anuncio de reabrir la frontera con Venezuela. Y algo similar se espera de Brasil, si el expresidente Luis Inácio 'Lula' da Silva llega al poder el 1 de enero.
Ese fue, precisamente, el tema que analizaron los mandatarios de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), en su última cita en Lima, donde Ecuador entregó la Presidencia pro tempore a Perú.
Reorganización de fuerzas
"Hay una reorganización de fuerzas y ahí está la importancia de la Comunidad Andina", señaló el canciller ecuatoriano, Juan Carlos Holguín. Mientras que el presidente Lasso pidió fortalecer la estabilidad regional "sobre los sólidos pilares de la democracia y de la paz".
Por lo que Lasso agregó que Lima seguirá impulsando "una sólida institucionalidad de la CAN y el crecimiento complementario y armonioso", manteniendo la unidad de las naciones.
El pulso por Venezuela
La última cita de la CAN fue el primer foro regional donde se discutió un cambio frente al gobierno del venezolano Nicolás Maduro. Se habló de su reconocimiento.
El nuevo canciller colombiano, Álvaro Leyva, puso el tema sobre la mesa y señaló que la CAN requiere "la vinculación de aliados fundamentales como Venezuela y Chile, naciones hermanas".
Para Leyva, "este es el momento oportuno para considerar la visión de integración efectiva de América Latina a partir del relacionamiento con otros bloques". La idea, dice, es construir un bloque andino "robusto".
El canciller colombiano destacó la necesidad de construir una América Latina ajena "a las diferencias ideológicas", pero con "un proyecto común que eleve este proceso de integración". Y pidió a Perú una "visión social, solidaria y pragmática" de parte de la CAN.
El presidente Petro reforzó esas ideas bajo el argumento de "ser más poderosos". Por lo que pidió a sus homólogos que consideren las solicitudes de Chile y Venezuela.
Petro expresó la necesidad de volver al primer escenario de la Comunidad Andina, antes de las salidas de Chile y Venezuela, en 1976 y 2006, respectivamente. Y agregó, incluso, que "si Argentina se acerca, mejor".
Así, "nuestra voz se escucharía mucho más claramente en los escenarios mundiales", agregó Petro.
Desde Bolivia, el presidente Luis Arce, apoyó la idea y propuso que se creen mecanismos para que antiguos países de la CAN y nuevas naciones puedan incorporarse al bloque andino en el "marco de los principios de cooperación, búsqueda de la igualdad y solidaridad".
Por su parte, el presidente peruano, Pedro Castillo, y su canciller Miguel Rodríguez, se comprometieron a trabajar para el retorno de Chile y Venezuela. Así como para una posterior incorporación de Argentina al grupo.
El gobierno ecuatoriano, que entregaba la titularidad de la Comunidad y el único de tendencia de derecha en el foro, prefirió no tocar el tema. Ninguno de sus representantes hizo alusiones a nuevas membresías o retorno de antiguos miembros.
Revivir a Unasur
Entre las preocupaciones del Ejecutivo ecuatoriano no solo está la reconfiguración política de los gobiernos de la región, que ha avanzado con el retorno de la izquierda a Argentina, Perú y Chile y su nueva incursión en Colombia, sino también las decisiones de los nuevos gobiernos.
Por ejemplo, el colombiano Petro, que asumió el cargo el 7 de agosto, ha dispuesto ya algunas medidas que pesarán, tarde o temprano, en Ecuador.
Una de ellas fue apuntar un embajador ante el gobierno de Maduro en Caracas y reabrir la frontera conjunta.
Esto puede modificar el escenario con los inmigrantes venezolanos, especialmente aquellos que ya estaban o pensaban radicarse en Colombia. En Quito la pregunta es ¿qué efecto puede tener esto sobre la inmigración venezolana a Ecuador?
Petro también prometió un enfoque diferente frente al narcotráfico, con una posición 'sociosanitaria', que incluye la legalización de algunas sustancias como la marihuana.
La propuesta busca salir de las medidas punitivas, la persecución y la erradicación forzada de cultivos, para concentrarse en las estructuras criminales y sus grandes operaciones. Así lo repitió Petro en su intervención ante la CAN.
Petro llamó a sus homólogos a convocar "a una conferencia de países centroamericanos, suramericanos, caribeños, para discutir la política de drogas, evaluarla, sopesarla con los números".
Las nuevas políticas antidrogas pueden implicar que los carteles y organizaciones narcodelictivas busquen un nuevo centro de operaciones. Y Ecuador ya ha sido víctima del crecimiento de la violencia alrededor de esa problemática en el último año.
Otros grandes cambios en políticas públicas, con efectos externos, se pueden esperar en Chile, una vez que se apruebe la nueva Constitución, o en Brasil, si las elecciones de 2022 implican el retorno al poder del Partido de los Trabajadores, con 'Lula' a la cabeza.
La oposición ecuatoriana está atenta a todas estas movidas. Guillaume Long, el excanciller correísta radicado en Washington, ha retomado en estos días el lobby a favor del renacimiento de la Unasur como plataforma de integración regional.
Compartir: