Ecuador recupera la Academia Diplomática, cerrada por Correa
Foto de archivo de la parte posterior de la sede de la Academia del 25 de agosto de 2007.
Cancillería
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El emblemático edificio de la Academia, que fue propiedad del expresidente y diplomático ecuatoriano Galo Plaza Lasso, fue inaugurada por el ministro de Exteriores, José Valencia, en un acto oficial que supone el relanzamiento de las actividades formativas dentro del Ministerio.
En los últimos años, esa función se concentraba en el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), bajo el paraguas gubernamental.
"La diplomacia demanda de una serie de códigos, de estándares, de comunicación", dijo el canciller Valencia, al explicar la necesidad de una institución formativa privada para el ministerio.
El jefe de la diplomacia recordó que casi todas las cancillerías del mundo disponen de academias propias por las particularidades que requiere la formación del servicio exterior.
La Academia Diplomática ecuatoriana fue fundada en 1987 y estuvo en funcionamiento hasta 2011.
Ese año, el Gobierno de Correa la eliminó "porque creía que no estaba aportando realmente y que se requerían otros mecanismos para la formación de los funcionarios diplomáticos", dijo el ministro.
Algunos funcionarios entonces lo consideraron un golpe a la actividad del Ministerio, y vieron en ello una politización de la actividad diplomática.
Valencia indicó al respecto que con su eliminación se quería "convertir al sucesor de la academia en un vehículo para transmitir una visión determinada de la realidad".
Desde que llegó al cargo a mediados de 2018, el titular de Exteriores y Movilidad Humana se propuso la reapertura de la institución y en diciembre pasado un decreto presidencial lo avaló.
"Busca ser un puente entre el trabajo profesional del Ministerio del día a día, con una visión más organizada de ese trabajo y una estructura académica".
José Valencia
El ministro añadió que "una academia diplomática es un centro de capacitación, de transmisión de conocimientos personales de generación a otras generaciones posteriores, ese es el gran aporte".
Más allá de formar a los nuevos diplomáticos ecuatorianos -el primer curso se espera en enero-, la Academia tratará de organizar todo tipo de actividades formativas para distintos grados del escalafón profesional del Ministerio, explicó.
En los esfuerzos de reapertura de esta institución, Ecuador ha solicitado la cooperación internacional, entre ellas la de España, a nivel técnico y profesional, con el fin de darle "esa visión pluralista" que siempre ha tenido el servicio diplomático del país, que representa a todos sus grupos y colectivos.
"Siempre se ha buscado proyectar esa visión del Ecuador a sus estudiantes, que ellos tienen que saber porque van a representar a este país multifacético en el exterior", concluyó.
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