La división entre Pachakutik y la Conaie se hace más profunda
La próxima renovación de la directiva en Pachakutik reavivó las polémicas, en lo que parece ser una nueva pugna de poderes dentro del partido.
Leonidas Iza, presidente de la Conaie, durante la Asamblea Nacional en Puyo, el 18 de noviembre de 2022.
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Las divisiones entre Pachakutik y la Conaie no logran ser superadas. Un año después de los primeros resquebrajamientos, las dos puntas del movimiento indígena enfrentan uno de los momentos más tensos.
En su última Asamblea Nacional, la Conaie resolvió "realizar una profunda evaluación del movimiento Pachakutik, su proyecto político, la unidad orgánica con las organizaciones y el posicionamiento político e ideológico como movimiento de izquierda".
Y además advirtió que impulsará su propia lista para el nuevo Comité Ejecutivo de Pachakutik, que se definirá en el próximo Congreso Nacional del partido.
Estas resoluciones ponen en evidencia una división entre Pachakutik y la Conaie, que se ha ido profundizando poco a poco y que ahora se transforma, incluso, en una pugna de poderes dentro del partido.
Marlon Santi, el actual coordinador de Pachakutik, debe dejar su cargo este año. Por lo que la resolución de la Conaie evidencia las intenciones de Leonidas Iza, presidente de la Conaie, de cambiar el rumbo de Pachakutik.
Dos liderazgos contrapuestos
La división entre Pachakutik y la Conaie responde, en gran parte, a sus líderes y las distintas posiciones que mantienen frente al Gobierno y sus políticas.
Del un lado está Leonidas Iza, que mantiene una postura radical en contra del Gobierno, especialmente después del paro de junio de 2022.
Iza ha cuestionado frecuentemente a Pachakutik, por ejemplo, por reunirse con el presidente Guillermo Lasso o por votar junto con la bancada oficialista. Esta posición lo ha alineado muchas veces con el correísmo y sus críticas.
Del otro lado está Marlon Santi y otros dirigentes de Pachakutik, como Salvador Quishpe, Rafael Lucero y Guadalupe Llori. Ellos, en cambio, mantienen una posición más abierta al diálogo con el Gobierno, y en la Asamblea también parecerían muchas veces alineados al oficialismo.
Las diferencias en estos dos liderazgos se ven reflejadas en la división de la bancada Pachakutik:
- Del lado de Iza están los "rebeldes", que son aliados del correísmo en la Asamblea.
- Del lado de Santi están los "orgánicos", aliados del Gobierno en temas estratégicos, en función de la coyuntura.
La bancadase desgrana
La bancada de Pachakutik es la más grande que este partido ha logrado en su historia. En mayo de 2021 tuvo 27 asambleístas.
Pero se ha ido desintegrando a pesar de los esfuerzos de la dirigencia de mantener -al menos en apariencia- la unidad. Por ello, oficialmente quedan 23 asambleístas en la bancada, pero este número incluye a los "rebeldes", que no votan de manera orgánica.
Solo una de los "rebeldes" fue expulsada públicamente: Mireya Pazmiño.
Fue separada por mocionar la destitución de solo cuatro miembros del Consejo de Participación Ciudadana (CPCCS), a pesar de que Pachakutik impulsaba la remoción de los siete consejeros.
La expulsión de Pazmiño fue uno de los temas tratados en las resoluciones de la Conaie. Entre las resoluciones consta la solicitud de restituir de manera inmediata a Pazmiño.
Pero en esa sesión del Pleno de la Asamblea, Pazmiño no fue la única que actuó por fuera de la posición del bloque. Cinco legisladores "rebeldes" de Pachakutik más otros seis miembros de la bancada votaron a favor de la destitución de los cuatro consejeros.
En otra votación importante para Pachakutik, la destitución de Guadalupe Llori como asambleísta, la situación fue diferente. En esta ocasión la bancada se mantuvo más orgánica, incluso los "rebeldes". En esa ocasión, solo Mireya Pazmiño votó a favor de la destitución.
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