Día 90 de las mesas de diálogo: el plazo original venció sin conformidad
Con el fantasma del paro, acuerdos no satisfactorios y avisos de cumplimiento. Así se desarrolló el día 90 de las mesas de diálogo. Los derechos laborales, la salud y la focalización de subsidios de combustible son los temas más polémicos.
Gary Espinoza, líder de la Fenocin, llega a la Conferencia Episcopal.
Emerson Rubio / PRIMICIAS
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Día 90. Hoy, 12 de octubre de 2022, se venció el plazo que se había establecido originalmente para el cierre de las mesas de diálogo entre el Gobierno y las organizaciones indígenas. Así se definió en la firma del acuerdo de paz, tras los 18 días de paro nacional.
Sin embargo, aún hay cuatro mesas que no han sellado su pacto.
Antes de las 08:00 se abrieron las puertas verdes de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, en el norte de Quito. Detrás está Said, el portero que ha sido testigo de cómo las autoridades del Gobierno Nacional y dirigentes de la Fenocin, Feine y Conaie han desfilado por allí los últimos tres meses para buscar acuerdos y evitar nuevas movilizaciones.
Pero los fantasmas de una nueva movilización nacional no se han ido. Los acuerdos del diálogo no son del todo satisfactorios para algunos líderes indígenas. Y tienen hasta el 14 de octubre para cerrar las mesas que faltan: derechos laborales, educación, salud y focalización de subsidios de combustibles.
Contra reloj
El tiempo corre. Y eso lo sabe bien el ministro de Trabajo, Patricio Donoso, el primero en llegar a la Conferencia Episcopal.
"Esperemos concluir hoy o máximo mañana", dice. Presume que incluso han trabajado el fin de semana y hasta el feriado con "ahínco, responsabilidad y patriotismo".
En la mesa de derechos laborales, Donoso detalla que ha habido acuerdos para fortalecer las inspectorías de trabajo en las siete zonales del país, con el objetivo de que se hagan controles para fortalecer a ambas partes: empleados y empleadores.
Cuando le preguntan sobre precarización laboral en florícolas y bananeras, responde con una frase que más bien parece un refrán pasado de moda: "No, no hay precarización. Nada es más precario que no tener empleo".
Y, sobre un tema polémico, lanza la pelotita. Hay 1.500 servidores de la salud que fueron desvinculados tras la emergencia sanitaria por la pandemia. Se pide que sean reintegrados. "Creemos que este tema debe ser analizado por el Ministerio de Salud, es el que debe darnos los parámetros de la problemática planteada", manifiesta.
Gary Espinoza, presidente de la Fenocin, quien llega unos minutos más tarde, es crítico: "Hay mucha resistencia de los Ministerios de Salud y Trabajo".
Para él, si hay una ley que establece que deben darles nombramiento a médicos y enfermeras que estuvieron en primera línea, deben cumplirla. "Están muy duros para dar respuesta en la mesa de salud", insiste.
No es lo único que le preocupa a Espinoza. Hubo un estado de emergencia para abastecimiento de insumos y medicamentos en los hospitales. Y, sin embargo, "creemos que el decreto de emergencia ha sido un saludo a la bandera".
Dice que los pacientes no se pueden curar solo con paracetamol.
En cuanto al Hospital Delfina Torres de Concha, en la provincia de Esmeraldas, el líder de la Fenocin exige que se reabra. Pues se han invertido USD 50 millones para levantarlo y tiene capacidad para 120 camas. Pero permanece cerrado desde la época en la que era presidente Rafael Correa, explica.
Pese a ello, Espinoza considera que las mesas de diálogo han sido positivas. Y que hasta ahora llevan unos 140 acuerdos que van desde reformas legales hasta nuevas leyes.
"Pero veamos si cumplen", suelta con recelo.
En educación superior, inconformes
Cisne Guayllas, parte de la Ecuarunari (Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa), también llega a la Conferencia para sentarse en la mesa de educación. Primero se excusa por no haber podido estar el día anterior y luego resume que le enviaron información de que han avanzado hasta el punto 11 de los 17 que corresponden, no dice cuáles.
Lo que sí afirma es que en la parte presupuestaria no hay una luz. "Hemos pedido USD 800 millones adicionales", señala. Y nada.
Según la Ejecución presupuestaria, la Secretaría de Educación Superior (Senescyt) ha dispuesto USD 157 millones para la educación superior, en 2022. Se ha devengado hasta octubre USD 71 millones aproximadamente.
Además, han solicitado cupos para estudiantes y que puedan acceder a la Senescyt. Becas dentro de todas las instituciones acogidas de acuerdo con el porcentaje de la población de los pueblos y nacionalidades. "Consideramos que es el 21 % de las necesidades que requerimos". También institucionalizar la universidad Amawtay Wasi.
"Es una universidad para pueblos y nacionalidades que está establecida en 57 millones de dólares".
Cisne Guayllas, de la Ecuarunari.
Guayllas, antes de ingresar al diálogo, manifiesta que los pueblos y nacionalidades no están conformes porque no se ha atendido lo que requieren. "Para nosotros no es satisfactorio", concluye.
¿Movilizaciones?
Mientras Saud, el portero, confirma que todos los que ingresan a los diálogos estén registrados en unas hojas que no suelta para nada, el dirigente jurídico de la Fenocin, Luis Mullo, insiste en la mesa de trabajo. "No están dispuestos de parte del Gobierno Nacional, cuando planteamos, por ejemplo, la restitución de exfuncionarios públicos".
Dice enfático que también ha visto que en otras mesas hay documentos firmados, compromisos, posibles acuerdos ministeriales e, incluso, decretos ejecutivos que pronto se firmarían, pero en la práctica no lo sienten.
Después del viernes 14 de octubre, cuando se prevé anunciar la resolución de las diez mesas de diálogo, llegará un proceso de evaluación. Se ha constituido un grupo de seguimiento en el que participan organizaciones sociales y representantes de instituciones públicas.
"Veremos qué sucede en 60 días", dice.
Sí deja claro que haber acudido a las mesas de diálogo no significa que hayan renunciado al derecho a la resistencia, es decir, a las movilizaciones. "Pero somos respetuosos, no podemos adelantar nada, siempre consensuamos con nuestras bases".
Estarán vigilantes de los cumplimientos, señalan los líderes indígenas. Y también pendientes de qué pasará este 13 de octubre, cuando se trate la mesa más complicada: la focalización de subsidios de combustibles.
“Se decía que el subsidio era para los pobres y ahora vemos que el afán del gobierno es darles subsidio a los más ricos”.
Gary Espinonza, de la Fenocin.
Un poco antes del mediodía, Said, el portero que trabaja más de diez años allí, cuenta que la gente ha salido al receso. Algunos regresan con vasos llenos de colada morada. Otras solo llevan botellas de agua.
"Uy, esto sí se demora", suelta Said. Recuerda que hace dos semanas, un día se quedaron hasta las 22:00. Hoy no parecía ser diferente.
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