El descontento con el Gobierno es el punto de encuentro de los sectores sociales
Los sindicatos, los gremios de transportistas, el movimiento indígena y otros sectores sociales advierten al presidente Daniel Noboa sobre su insatisfacción con las medidas gubernamentales.
Imagen referencial: Manifestación de las centrales sindicales, en Quito, el 4 de julio de 2024.
EFE/ José Jácome
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Como sucede en cada Gobierno, la 'luna de miel' termina más pronto que tarde. Y las medidas que ha tomado el presidente Daniel Noboa en sus primeros meses han sacudido a más de un sector del país.
Y la crisis de inseguridad, los estados de excepción y la situación económica han jugado a su favor. Incluso, el Primer Mandatario logró eliminar el subsidio a las gasolinas, sin que haya una respuesta como las de los paros nacionales 2019 y 2022. Al menos, no todavía.
El ejemplo más reciente es el de los gremios de transportistas, que anunciaron un 'apagado de motores' este 16 y 17 de julio. Pero, a última hora, la Federación Nacional de Cooperativas de Transporte Interprovincial de Pasajeros (Fenacotip) se echó para atrás, justamente, por el estado de excepción que rige en siete provincias.
La dirigencia de la Fenacotip aclaró que el Gobierno los ha subestimado y advirtió que esperarán a que termine el estado de excepción, para ver si hay resultados en cuanto a sus peticiones de seguridad en las vías.
Por lo tanto, se reunirán en una asamblea nacional del sector para decidir "una suspensión de actividades por el derecho a la resistencia". La Fenacotip sentenció que si sus miembros siguen muriendo en las carreteras, tomarán "una medida más combativa".
Esta Federación, además, se retiró de las mesas de negociación abiertas por el Ejecutivo. Por lo que resta ver si otras federaciones (transporte pesado, urbano, taxismo) adoptan la misma postura.
Crece el descontento
La popularidad del presidente Daniel Noboa sigue a la baja. Aunque arrancó su periodo en noviembre con una aprobación de 69% y para enero bordeaba el 80%, ahora la encuestadora Comunicaliza lo ubica en el 52%, a finales de junio.
Y, pese a las críticas desatadas por ciertas medidas gubernamentales, como el asalto a la Embajada de México en Quito o el incremento del IVA al 15%, el Mandatario y su equipo de trabajo han dejado en claro que, en el discurso, les preocupa poco el costo político.
Sin embargo, el mismo Jefe de Estado ha aceptado en varias ocasiones que su equipo privado lleva adelante constantes mediciones de su popularidad. Y afirma que sus números dicen lo contrario. Al momento.
Más sectores
A la par que los transportistas, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) también tiene pendiente su asamblea extraordinaria, de este 20 de julio. En la cita, definirán medidas frente a la eliminación del subsidio a las gasolinas.
El presidente de la Conaie, Leonidas Iza, ya advirtió previamente que el movimiento indígena no sale a protestar por "una o dos horas", ya que cuando salen a las calles es hasta conseguir resultados. Además, aclaró que una gran movilización hacia la capital implica preparación.
La Conaie se mantiene en contra del alza del IVA al 15%, de la eliminación del subsidio, del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y critica la falta de resultados en materia de seguridad, así como el alto costo de la vida.
En la misma línea está la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinos, Indígenas, Negras y Montubias (Fenocin), que apuesta por la unión de las organizaciones sociales para responder a las medidas gubernamentales.
Su presidente, Gary Espinosa, ya advirtió al Gobierno: “No juegue con fuego, señor Noboa, la subida del precio de la gasolina es impresentable. Estamos preparados para responderle”.
En escena, aunque con menos fuerza, están también los sindicalistas, que fueron los primeros en probar una convocatoria nacional a una movilización puntual, el 4 de julio, siguen llamando a la ciudadanía a marchar contra la falta de inversión pública, los impuestos, la eliminación del subsidio, la inseguridad, la crisis energética, la corrupción y la seguridad social.
Además, entre los sectores sociales, el Gobierno se ha abierto más frentes con los ambientalistas, por el caso Olón y la demora en cesar el extractivismo en el Yasuní; con los defensores de derechos humanos, por los excesos durante el conflicto armado y los estados de excepción; con las mujeres, por la intención de modificar el Ministerio de la Mujer.
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