El declive del correísmo ha sido progresivo en los últimos ocho años
Tras el retiro del expresidente Rafael Correa de las papeletas electorales, el correísmo ha perdido fuerza. Andrés Arauz obtuvo en primera vuelta incluso menos votos que Lenín Moreno en 2017.
El correísmo participó en todas las elecciones presidenciales desde 2006, en 2021 perdieron la contienda por primera vez.
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El correísmo, sin su líder en la papeleta, vive un declive progresivo. Las dos elecciones en las que terciaron los sucesores de Rafael Correa terminaron con resultados electorales cada vez más bajos.
Y el clímax fue este 11 de abril de 2021, cuando el correísmo perdió la Presidencia por primera vez en 16 años. Las tres primeras veces el mismo Correa llevó a sus seguidores a Carondelet, después fue el 'jefe de campaña' de Moreno y también lo sentó en la silla presidencial.
Pero ahora, sin Correa en el país, tras varias sentencias y procesos judiciales en contra de sus líderes y bajo una nueva bandera política, al escogido Andrés Arauz no le alcanzó el respaldo para lograrlo.
Los porcentajes de votación que obtuvieron en estas elecciones muestran que el correísmo ya no tiene el capital político para arrasar en las urnas. Pero también evidencia que, aún después de cinco procesos presidenciales, mantienen algunos bastiones.
15 puntos que no fueron suficientes
Después de ganar la primera vuelta, los correístas intensificaron su campaña inmediatamente. Y recorrieron gran parte del país, incluso buscando respaldos antes olvidados, e intentando acercarse a las otras agrupaciones de la izquierda.
En la primera vuelta, su fuerza se concentró en principalmente en la Costa. Con porcentajes bastante elevados, pese a la fragmentación electoral. Pero, ese mismo factor les obligó a buscar nuevos votantes, entre un 67% del electorado que no los escogió.
En 15 cantones, entre el 7 de febrero y el 11 de abril, el candidato del correísmo logró remontar más de 30 puntos en el balotaje. En la lista están Alausí, Déleg, El Tambo, Cañar, Colta, Sevilla de Oro, Guamote, Chordeleg, Oña, Gualaceo, Paute, Guachapala, Sigsig, Suscal y Nabón. Todos en las provincias de Chimborazo, Cañar y Azuay.
Pero el mayor crecimiento de Arauz, en la segunda vuelta, se dio en Nabón (Azuay), donde pasó del 21,67% al 65,4%, y en Suscal (Cañar), donde pasó del 18,98% al 60,9%. En ambas tuvo un aumento de más de 40 puntos.
El candidato de la alianza Centro Democrático-Fuerza Compromiso Social también tuvo un alza importante en varios cantones del norte de la Sierra y la Amazonía, quedándose, por ejemplo, con la victoria en Sucumbíos.
Mientras que los cantones en donde menos logró crecer fueron San Cristóbal (Galápagos) y Samborondón (Guayas), donde apenas aumentó alrededor de ocho puntos en cada uno.
La misma tarea de buscar nuevos simpatizantes la tenía su contrincante. Y aunque los apoyos de ambos crecieron en todos los cantones, los 15 puntos que creció Arauz no fueron suficientes para llevarlo a Carondelet.
El voto en contra jugó un papel determinante como ha sido en la historia reciente del país. Ya que el alza de Andrés Arauz, aunque significante en la mayor parte del país, ni siquiera igualó los votos que obtuvo en 2021, contra Moreno.
La caída entre 2013 y 2017
En 2013 fue la última vez que terció Rafael Correa por la Presidencia y obtuvo el resultado más importante de su carrera política, ganando por segunda vez en primera vuelta y con 57% de respaldos. Así, superó a Guillermo Lasso por 34 puntos.
Correa también tuvo bastiones fuertes toda en la Costa, pero igualmente en la Sierra norte y en Azuay. Y sus puntos débiles estaban en Napo, Bolívar y Morona.
Sin embargo, su sola popularidad alcanzó para colocar a Moreno en el poder en 2017, cuando decidió no terciar por la reelección, pese a haber desbloqueado la opción a través de la Asamblea, con una mayoría absoluta del oficialismo.
El actual presidente obtuvo apenas un 39,36% en 2017, también frente a Lasso. Y solo en la segunda vuelta alcanzó prácticamente el mismo respaldo que Correa en una sola vuelta en 2009: 51%.
El correísmo, con Lenín Moreno y Jorge Glas en la papeleta, ganó peso en la Amazonía, región a la que pertenece el Primer Mandatario. Pero, perdió la potencia de sus bastiones originales.
Y en el balotaje, los respaldos políticos de Alianza PAIS, se reconfiguraron en Morona, Sucumbíos, la Sierra Sur y Norte, Manabí y Esmeraldas.
Así, tras 16 años de correísmo en Carondelet, ahora la fuerza política queda reducida a algunos cantones de Esmeraldas, Manabí, Guayas, El Oro y Sucumbíos.
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